(Arte y Cultura) ARGENTINA: Velázquez enseña a mirar sus cuadros

El pintor español Diego Velázquez cumpliría este mes 400 años y la capital argentina se sumó a las ciudades que eligieron homenajear al artista con una original exposición en la que, básicamente, se enseña al público a mirar.

El autor de la famosa obra "Las Meninas" se distinguió por haber realizado el milagro de retratar la mirada, según los críticos. Por eso, su obra y su cumpleaños dieron una excusa perfecta a los organizadores de la muestra para develar a los visitantes un secreto: "cómo mirar un cuadro y apreciarlo".

La experiencia, que comenzó este mes y durará hasta mediados de agosto, se realiza en el Palais de Glace, un salón de exposiciones de Buenos Aires que se suma así a la ronda de actos en memoria de Velázquez que se realizarán en Madrid, Sevilla, París, Viena, Berlín y Bonn.

La decisión de escapar a la forma tradicional se impuso desde que en 1998, una muestra de Marc Chagall especialmente ideada para niños, se transformó en uno de los paseos culturales infantiles más frecuentados del año.

Velázquez, quien nació en junio de 1599 en Sevilla, pintó a los 18 años "La freidora", una de sus obras más recordadas. Ya entonces se reveló como un maestro de la luz, y la mirada, intensa en los ojos de la mujer que cocina y del niño que sostiene el botellón de aceite.

A los 23 años, casado y con dos hijas, fue convocado por el conde duque de Olivares para trabajar en la corte del rey Felipe IV. De esas época datan sus obras más representativas, como "Las Meninas", "El príncipe Baltasar Carlos a caballo" y "Retrato de Felipe IV".

La muestra de Buenos Aires, en la que no se expondrán cuadros originales del pintor sino reproducciones de sus 16 obras más emblemáticas, tiene el auspicio del Museo del Prado de Madrid y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Adultos y niños recorren fácilmente la acotada muestra del Palais de Glace, leen las explicaciones que acompañan a cada cuadro, el contexto y las consideraciones sobre el autor en cada momento. Además, hay guías que orientan a los visitantes con esa disposición a desarrollar la capacidad crítica de cada curioso.

La exposición cuenta también con un taller de plástica, un café literario en el que se podrán consultar libros sobre la vida y obra de Velázquez, un área de informática -con juegos didácticos interactivos sobre el pintor y su obra- y un microcine.

Pero una de las mayores sorpresas del recorrido está en el espacio ambientado como la habitación en la que el artista sevillano pintó "Las meninas".

Allí los más pequeños pueden usar los trajes que vistieron los personajes retratados y fotografiarse como si formaran parte del célebre cuadro. También pueden observar con anteojos especiales una maqueta tridimensional de esa misma obra.

Los organizadores aprovechan la avidez del numeroso público que visita la muestra enseñando o sugiriendo desde dónde y cómo mirar, y qué datos conocer previamente del autor y su época. Luego intentan que cada visitante se explique por qué puede o no gustarle un cuadro.

El espíritu de la muestra parece ser el opuesto al de una exposición tradicional: se debe no sólo tocar, jugar, experimentar, sino "entrar" a la obra, hablar, preguntar, fotografiarse, y hasta modificar algunos cuadros, por supuesto, con recursos multimedia. (FIN/IPS/mv/ag/cr/99

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