Gobierno y analistas de Argentina manifestaron hoy su temor por una inminente alza de las tasas de interés en Estados Unidos, la cual profundizaría la recesión en este país y precipitaría una fuga de capitales en toda América Latina.
El ministro de Economía Roque Fernández admitió este miércoles que si hay un nuevo elemento que plantea interrogantes sobre el mercado internacional de capitales para el segundo semestre del año es la posible alza de las tasas de interés en Estados Unidos.
No obstante, Fernández sostuvo que el impacto en Argentina no sería directo sino a través de Brasil. "Nuestro socio podría sufrir una caída inesperada si no avanza rápido en la reforma estructural y si hay una subida en las tasas en Estados Unidos", dijo.
Argentina está viendo caer sus indicadores macroeconómicos desde julio de 1998. La actividad industrial cayó, en el segundo trimestre de este año más que en el segundo, y se prevé que el año termine con un retroceso del producto interno bruto de al menos 1,5 por ciento.
Además, el desempleo, que había comenzado a bajar en 1998, volvió a crecer este año, lo cual se suma a la crisis agropecuaria por la caída de precios internacionales, la falta de crédito y por el endeudamiento de pequeños y medianos productores.
El economista argentino Guillermo Calvo, que pronosticó en 1994 desde la Universidad de Maryland, Estados Unidos, la crisis en México a fines de ese año, alertó también sobre el poder de atracción de las tasas estadounidenses.
"Entre 1989 y 1999 ingresaron a América Latina casi 300.000 millones de dólares de capitales de cartera, altamente volátiles, que podrían regresar a Estados Unidos si suben las tasas. O sea que no podemos ignorar hoy esta salida potencial de capitales", aconsejó.
Las cifras que menciona Calvo corresponden a un estudio del Fondo Monetario Internacional sobre el flujo de capitales hacia América Latina en los últimos 10 años, donde se observa que el movimiento se frenó abruptamente este año.
Sin embargo, el economista celebró que esos inversores, que parecen haber perdido apetito por los mercados latinoamericanos, no abandonan sus posiciones, sino que mantienen sus capitales en los bancos, en bonos y en acciones de empresas de la región.
Para Calvo, no es momento de creer que lo peor de la crisis financiera ya pasó porque se estabilizó de nuevo la economía brasileña tras la devaluación de su moneda, el real, en enero. "La amenaza existe, y debemos mantener a esos capitales", dijo.
El economista explicó que esos capitales volátiles (también llamados "golondrina") "no tienen por qué salir", pero podrían retirarse si el alza de las tasas que disponga el Tesoro estadounidense no es suficiente para desacelerar la demanda en ese mercado.
En ese caso, "no veremos una subida de medio por ciento hasta fin de año", que es la magnitud del alza de las tasas estadounidenses que ya se anticipa en los mercados, dijo, "sino una sucesión (…) como ocurrió en 1994, cuando entre todas las subidas se llegó a tres por ciento de alza".
Calvo, profesor en la Universidad de Maryland y consultor de empresas y organismos internacionales de crédito, siempre sostuvo que entre los antecedentes de la llamada "crisis del tequila" tuvo una enorme gravitación el alza de las tasas estadounidenses.
El experto sostuvo, además, que muchos observadores advierten la necesidad de generar confianza de los inversores en los países emergentes de América Latina para que sus capitales sigan ingresando. Pero, a su juicio, el problema no es ése.
"Hay que tratar de que los que ya entraron no se vayan", advirtió.
"Si el capital quiere salir creará problemas que, a su vez, pueden acelerar la salida. Habría caída de reservas, presiones cambiarias, caídas en las bolsas y aumento de tasas", añadió siempre en tono "de advertencia, y no de predicción", aclaró.
Por su parte, el economista Arnaldo Bocco, de la oposición política de Argentina, consideró que la estrategia de crecimiento de Estados Unidos no parece estar orientada al aumento de tasas, y por lo tanto descartó que pueda registrarse una gran volatilidad en los mercados.
En lo que sí están de acuerdo Calvo, Bocco y otros economistas es en que para enfrentar cualquiera de los acontecimientos previstos para los próximos meses es necesario que Argentina baje su déficit fiscal mediante un aumento sustancial de la recaudación. (FIN/IPS/mv/mj/if/99