AMERICA LATINA-UE: España apuesta por una alianza estratégica

La Unión Europea (UE) debe afianzar su alianza estratégica con América Latina en lo político, económico y comercial, afirmó el vicepresidente de este bloque regional, el español Manuel Marín.

En un artículo publicado este viernes en el diario madrileño El País, Marín opinó que la cumbre entre la UE y América Latina y el Caribe, que comenzará el 28 de junio en Río de Janeiro, debe terminar con algo más que una "foto de familia" de los mandatarios, y demandó que hubiera "frutos concretos".

Esa cita deberá ser aprovechada, según el vicepresidente de la UE, para dar el impulso necesario a las negociaciones en curso y fomentar ideas en común en todos los ámbitos.

Las dificultades externas y los intereses particulares no deberían tirar por la borda los progresos que se han realizado en la última década para desarrollar una alianza entre ambas regiones, añadió.

Uno de los principales problemas que deberá resolver la UE antes de la cumbre se refiere a las negociaciones con el Mercosur para establecer una zona interatlántica de libre comercio.

El convenio por el cual ambas regiones se comprometieron a negociar esa zona fue firmado en Madrid en diciembre de 1995, pero hasta ahora el Consejo de Ministros de la UE no ha logrado ponerse de acuerdo para dar un mandato negociador en la materia a la Comisión Europea (CE), órgano ejecutivo del bloque.

Este lunes los quince países de la UE deberán decidir si aprueban un mandato para comenzar a negociar antes del 1 de diciembre del año 2000, como quieren los latinoamericanos, o si se pliegan a la posición de Francia, que desea posponer el inicio de la negociación hasta el 2002.

El fondo de la cuestión es la demanda latinoamericana de que se incluya en las negociaciones, desde el comienzo, el libre comercio de productos agrícolas. El gobierno francés ha sido el principal opositor a la reducción inmediata de las políticas proteccionistas de la UE en ese sector.

Marín subrayó que de las varias mesas de negociación en las que participan los países latinoamericanos, la UE sólo integra una, la de la Organización Mundial del Comercio.

"Si los 15 (países de la UE) deciden finalmente iniciar las conversaciones con el Mercosur, los primeros beneficiarios seremos, a la larga, los europeos", añadió.

"Si no sabemos aprovechar el espacio y las oportunidades que se nos ofrece en la cooperación con los países latinoamericanos, sin duda otros lo harán", advirtió.

Marín no mencionó expresamente a qué "otros" se refería, pero puede deducirse, por sus referencias a la propuesta de formar un Area de Libre Comercio de las Américas, que aludía a Estados Unidos.

Por su parte, la Corporación Argentaria, uno de los grupos bancarios más poderosos de España, que incluye al Banco Exterior, distribuyó un informe en el que destacó que América Latina tenderá a recuperar el crecimiento económico a lo largo de este año.

Esa recuperación estará alentada por el regreso de los flujos de capital a los países emergentes, la estabilidad de la moneda brasileña y la recuperación de los precios del petróleo y de algunas otras materias primas, sostuvo.

La contracción de las importaciones, motivada por la crisis de 1998, tendrá un aspecto positivo, pues influirá para que mejore la balanza comercial de los países latinoamericanos, añadió.

El informe pronosticó, sin embargo, que el producto interno bruto de la región (PIB) sufrirá una reducción promedial de uno por ciento este año, y que ese descenso será mayor que el promedio en Venezuela (cuatro por ciento), Brasil (2,5 por ciento), Argentina (dos por ciento).

Argentaria afirmó que el PIB de Colombia tendrá una caída equivalente al promedio de uno por ciento, mientras crecerán los de Perú (tres por ciento), México (2,5 por ciento) y Chile (1,5 por ciento).

La corporación afirmó que la desocupación llegará a un promedio de nueve por ciento, con mayor incidencia en Colombia, Argentina, Ecuador y Venezuela.

Según Argentaria, el déficit de cuenta corriente promedial seguirá siendo elevado, equivalente a 3,7 por ciento del PIB, y el déficit del sector público llegará en promedio a cinco por ciento del PIB.

En el informe se destacó que el flujo de capital hacia los países emergentes se multiplicó por diez en esta década, y que América Latina recibió más de un tercio del total.

Marín señaló en su artículo que la UE es el segundo inversor extranjero en América Latina (y el primero en el Mercosur), el segundo socio comercial y el mayor donante de ayuda pública no reembolsable. (FIN/IPS/af/mp/if ip/99)

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