La Cumbre América Latina y el Caribe- Unión Europea (AL/C-UE) será histórica y acercará dos regiones que tienen mucho en común, afirmó hoy el grupo preparatorio, sin despejar la sombra que representan las discrepancias en el comercio agrícola.
La falta de autorización para que la Comisión Europea inicie negociaciones comerciales con el Mercado Común del Sur (Mercosur), no disminuye la Cumbre, que es amplia y buscará un acercamiento global, político, económico y cultural, señaló Georg Boomgaarden, director para América Latina de la cancillería alemana.
La negociación del libre comercio con el Mercosur, conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, podrá ocurrir "un día o meses después" de la Cumbre, señaló el representante de la presidencia de la UE en la reunión preparatoria que tuvo lugar en Río de Janeiro los dos últimos días.
De todas formas, reconoció, la aprobación de un mandato negociador por la UE "infundiría más optimismo en la Cumbre".
Un veto de Francia impidió que el Consejo de jefes de Estado y de gobierno de la UE aprobara el mandato el viernes en Colonia, Alemania.
Pero aún queda la esperanza de que se logre "el consenso necesario", en una reunión de cancilleres el día 21, según Boomgaarden.
La VII reunión entre el Comité Director Latinoamericano y Caribeño y su equivalente de la UE "avanzó mucho en la elaboración de los dos documentos que se aprobarán en la Cumbre", los días 28 y 29, informó el representante brasileño, embajador Luiz Augusto de Castro Neves.
Los 48 jefes de Estado y gobierno que estarán presentes en Río de Janeiro firmarán una declaración, manifestando la voluntad política de intensificar el acercamiento entre las dos regiones, y un programa con prioridades de acción conjunta, "más operativo".
Es la primera vez que se juntarán todos los gobernantes de los 33 países de América Latina y el Caribe y los 15 de la UE, destacó Castro Neves.
"No hay en el mundo otras dos regiones con tantos valores compartidos, con relaciones tan densas", observó Boomgaarden, al recordar que la amplia red de relaciones bilaterales, además de intergubernamentales, incluye a la sociedad civil, familias de migrantes y la comunidad de negocios.
El subsecretario de Relaciones Exteriores de México, Carlos de Icaza, afirmó la identidad latinoamericana de su país, pese a los fuertes vínculos económicos y de vecindad con Estados Unidos, y la necesidad de aprovechar "la oportunidad histórica" para ampliar los lazos con Europa.
La Cumbre deberá tratar muchos asuntos vitales, además del comercio, tal como la "volatilidad de los mercados financieros", el fortalecimiento de "la cooperación y la comunicación política", también en el área social, destacó Icaza.
Pero el lanzamiento de las negociaciones Mercosur-UE representaría el resultado concreto, menos retórico. Para eso se destinó la mañana del 28 de junio para un encuentro entre los gobernantes de los dos bloques.
La inminencia de una frustración de esa reunión paralela obligó al embajador alemán a aclarar, en rueda de prensa, que "sólo dos o tres países" de la UE rechazaron las propuestas presentadas por Alemania, que ocupa la presidencia del bloque, para abrir paso a las negociaciones con el Mercosur.
"Existen problemas específicos, como los hay en el seno del Mercosur y otros bloques", y un mandato negociador "es cosa muy seria", que exige el consenso, justificó.
Boomgaarden aseguró que el acercamiento con el Mercosur "es un proceso que no depende de la Cumbre AL/C-UE y seguirá su marcha".
Los conflictos en la cuestión agrícola "ya existían antes, pero no eran discutidos", ahora se intensificó el debate y la posibilidad de una solución, concluyó. (FIN/IPS/mo/dm/ip/