Las transacciones comerciales a través de la red de redes informática Internet podrían multiplicarse por 40 en los próximos cuatro años en América Latina, una de las zonas del planeta en que el comercio electrónico presenta mayores posibilidaes de expansión.
Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indica que en el 2002 las transacciones vía Internet en América Latina podrían llegar a los 327 millones de dólares, 40 veces más que el año pasado.
El tema del comercio electrónico en la región fue centro del Tercer Foro Internacional de la Red de Servicios Empresariales para las Américas desarrollado en Montevideo, en el que participaron empresarios y expertos informáticos de varios países de la región y de Estados Unidos.
El ministro de Economía de Uruguay, Luis Mosca, dijo al intervenir en el seminario, celebrado el último fin de semana de mayo, que en América Latina esta nueva modalidad de transacción comercial "ha venido para quedarse, entre otras cosas porque hoy estar en el mundo es disponer de una página electrónica".
Más de 100 millones de personas tienen actualmente acceso a Internet en todo el planeta, previéndose que en el 2005 la cifra se multiplique al menos por tres, según se indicó en el coloquio.
En América Latina no existe todavía un hábito de compra a distancia como el que se puede verificar en Estados Unidos y Europa occidental, de acuerdo al consultor en desarrollo empresarial y tecnológico chileno Alfredo Barriga.
"Recién ahora algunas grandes y medianas empresas del área se han dado cuenta que existe un enorme mercado potencial en este plano y han comenzado a implementar estrategias específicas dirigidas al creciente público que se comunica vía Internet", afirmó Barriga.
"Comprar discos o libros, pasajes de avión, bus o tren, reservar habitaciones de hotel o entradas para espectáculos en el extranjero, e incluso abastecerse en supermercados nacionales, valiéndose para todo ello sólo de una computadora y un módem, es algo cotidiano en los países industrializados", agregó.
Las empresas latinoamericanas que operan en el sector de servicios deberían encontrar en la red de redes un vector de crecimiento natural, pero deben vencer "algunas falsas creencias" y modificar ciertas prácticas, destacó Barriga.
Entre las falsas creencias subrayó el supuesto alto costo en tecnología que supondría la presencia de las empresas en Internet.
En comercio electrónico, dijo el experto chileno, el 70 por ciento de la inversión reside en la promoción del sitio propio y sólo el 30 por ciento restante en la concepción de un "buen soporte tecnológico".
Incluir su empresa en uno de los buscadores existentes en Internet es una forma "fácil y sumanente económica de hacerse conocer", aconsejó un consultor uruguayo.
La atención permanente del sitio electrónico y el cumplimiento de lo prometido, "como si se tratara de un local comercial tradicional", es otra de las claves para el éxito de una transacción electrónica, afirmó por su parte el experto estadounidense Duaine Priestley.
Cuando un "navegante" por Internet se siente satisfecho tras haber realizado una transacción por esa vía es muy difícil que no reincida, al serle más cómoda e incluso más barata que una operación de compra tradicional, observó Alvaro Lamé, representante de la empresa uruguaya Netgate.
Uno de los obstáculos actuales para el desarrollo del comercio electrónico, coincidieron los participantes, es el de la seguridad.
La posibilidad de que "piratas" informáticos violen las transacciones comerciales y accedan a los números y códigos secretos de las tarjetas de crédito de los usuarios no ha sido hasta ahora adecuadamente neutralizada, indicó Hugo Avegno, directivo de la cadena de supermercados argentino-uruguaya Disco.
Tampoco el comprador electrónico tiene seguridad absoluta de que la empresa que le ofrece un producto efectivamente exista.
En este último rubro, la Cámara de Comercio de Uruguay, inspirándose en experiencias similares en países industrializados, acaba de idear un sello digital para certificar la existencia de la firma que promociona sus productos en la red mundial de computadoras.
Otro tema a resolver es el de la adopción de mecanismos para que el comercio electrónico no constituya una competencia desleal para las compañías que no lo practican.
En Estados Unidos, se han adoptado leyes por las cuales las empresas presentes en Internet deben pagar las mismas tasas y sujetarse a las mismas obligaciones que las tradicionales.
"Habrá que generar cuerpos inspectivos dotados de nuevo instrumental para hacer frente a este tipo de transacciones", subrayó el ministro uruguayo de Economía.
Tampoco hay normas que protejan la privacidad de los consumidores electrónicos e impidan que unas empresas vendan a otras datos sobre su lista de clientes sin control alguno de parte de estos últimos, recordó uno de los participantes. (FIN/IPS/dg/ag/if-cr/99