Militares de América Central, Estados Unidos y México finalizaron hoy en Honduras una serie de ejercicios para la prevención de desastres naturales y en apoyo de tareas de emergencia, dos capítulos de las nuevas funciones que se pretende atribuir a los ejércitos del istmo.
Las maniobras, denominadas "Fuerzas Unidas 99", fueron promovidas por Estados Unidos y tuvieron participación de unos 150 oficiales con rango de coronel y teniente coronel, quienes por espacio de tres días intercambiaron información sobre catástrofes naturales y medidas de prevención.
Los militares practicaron métodos y formas de rescate en zonas riesgosas, primeros auxilios y salto en paracaidas para llegar a zonas incomunicadas. Los centroamericanos participantes representaron a los ejércitos de El Salvador, Guatemala y Honduras.
El ministro de Defensa de Honduras, Edgardo Dumas, dijo a IPS que la capacitación de los militares hondureños en esas tareas "nos prepara para saber cómo enfrentar los desastres naturales y no quedarnos paralizados", como ocurrió al presentarse el huracán Mitch, a fines de octubre de 1998.
Dumas compartió el criterio de analistas locales e incluso autoridades que cuestionaron la parsimonia de las Fuerzas Armadas ante los estragos del huracán.
"Tenemos que preparar a nuestros soldados para responder a las necesidades del país en sus momentos más urgentes y creemos que estos ejercicios nos ayudarán sobremanera, porque contamos con expertos calificados en la materia", declaró.
La participación en las maniobras de militares de cinco países respondió a la estrategia de unificación y cooperación ante los desastres naturales.
El entrenamiento se efectuó en las instalaciones del II Batallón de Ingeniería o Agrupamiento Táctico Especial, con sede en Támara, a 45 minutos de Tegucigalpa, la capital.
El coronel hondureño Oscar Ramón Hernández explicó que los ejercicios fueron parte de un nuevo papel a que "nos estamos sometiendo las Fuerzas Armadas".
Hernández informó que los militares centroamericanos recibieron instrucción en señalamiento de zonas con heridos, abastecimiento de medicinas y alimentos a comunidades aisladas, rescate de sobrevivientes, habilitación de pasos destruidos y asistencia médica de emergencia y prevención de epidemias.
Las maniobras se realizaron en el escenario simulado de una terremoto en Tegucigalpa, con 200.000 damnificados. Los soldados, entonces, cumplieron funciones de ayuda, rescate y asistencia médica.
"Queremos, estar preparados ante cualquier eventualidad, establecer canales de cooperación con el resto de los ejércitos centroamericanos y con México y Estados Unidos, a fin de tejer una red de solidaridad inmediata que responda al momento de las catástrofes", dijo Chávez.
Los ejercicios conjuntos se realizaron cuando el comienzo de la época de lluvias pone en evidencia la frágil situación de Honduras a causa del paso del huracán Mitch.
En efecto, las precipitaciones causaron derrumbes, destruyeron pasos e incomunicaron a algunas localidades, mientras se informa el rebrote de enfermedades como el cólera y la varicela.
En Tegucigalpa, las primeras lluvias formaron pequeñas lagunas y algunos barrios quedaron inundados. Las autoridades nacionales y municipales se acusan mutuamente del incumplimiento de la tarea de dragado de ríos, de la falta de atención a las áreas urbanas marginales.
En la costa norte y sur, donde las lluvias son más constantes, muchos vados están destruidos y "creemos que si las tormentas persisten con la fuerza con que están cayendo, vamos a tener serios problemas en las comunidades", advirtió el coordinador del Comité de Permanente de Contingencias, Juan Bendeck. (FIN/IPS/tm/ff/pr/99