ALIMENTACION: Ofensiva final para eliminar la fiebre bovina

La FAO reclamó hoy una ofensiva final para eliminar los últimos bolsones de fiebre bovina del planeta, ubicados en Sudán, Somalia y Pakistán, que representan un peligro tanto para el mundo en desarrollo como para el industrializado.

La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), cuya sede se encuentra en Roma, advirtió que el eventual resurgimiento de esta enfermedad, que afecta al ganado vacuno y a los bovinos salvajes, podría acarrear pérdidas cuantiosas.

La peste bovina tiene un impacto devastador en los ingresos de las zonas rurales, en la producción ganadera y en la seguridad alimentaria. Las pérdidas incluyen animales salvajes, que a menudo son de gran importancia en las economías rurales.

Por si fuera poco, los países afectados se hallan excluidos con frecuencia de los mercados mundiales debido a las restricciones de importación vinculadas con la salud de los animales.

La peste bovina es una enfermedad extremadamente contagiosa entre rumiantes que se caracteriza por fiebre, focos de lesiones erosivas en la boca y a lo largo del tubo digestivo, fuerte diarrea y alta mortalidad.

Los expertos de salud animal creen que la peste del ganado persiste solo en el sur de Sudán, el sur de Somalia y algunas zonas de Pakistán, tres zonas que se encuentran aisladas del resto del mundo.

Pero existen otras regiones afectadas por la enfermedad en los últimos cinco años y donde no han evidencia decisiva de que haya sido eliminada. Se trata de Rusia, el sur de la península Arábiga y la zona kurda en la frontera entre Turquía e Iraq.

Expertos de la FAO, que concluyeron esta semana una reunión de trabajo, recordaron el efecto devastador de las epidemias de peste bovina en Asia, Medio Oriente y Africa ocurridas en los años 80.

También mencionaron la epidemia de peste porcina clásica en Alemania y Holanda en 1996 y 1997 y la de peste porcina africana que se desencadenó en Africa occidental y Madagascar entre 1995 y 1999.

La peste bovina ha provocado pandemias a lo largo de siglos que afectaron tanto al ganado como a especies salvajes como búfalos.

En 1970 y 1980 se produjeron epidemias devastadoras en el sur de Asia, Medio Oriente y Africa. En 1994, la peste bovina que se difundió por el norte de Pakistán provocó la muerte de más de 50.000 cabezas de ganado y búfalos antes de serr controlada.

El precio pagado para controlar la peste bovina es muy alto, tanto para los países en desarrollo como para la comunidad de donantes.

Solo la Comisión Europea invirtió en los últimos 10 años unos 200 millones de dólares en ayuda a los programas de control de la peste bovina en Asia y Africa.

Según los expertos, el costo de la erradicación sería, para la mayoría de los países, mucho más reducido que el de los programas de vacunación sistemática sumado al de medidas de control y vigilancia.

Cuando un país elimina la peste bovina de su territorio, se encuentra en condiciones de reemplazar la vacunación masiva con la preparación de emergencia y con programas de alerta temprana aplicables a todas las enfermedades epidémicas.

A pesar de los enormes progresos hacia la erradicación mundial de la peste bovina registrados en los últimos años, el fracaso a la hora de extirpar los últimos bolsones puede derivar en nuevas epidemias, incluso a gran escala.

La FAO pidió a los donantes que aporten "ayuda inmediata" a los programas de erradicación de la peste bovina, de modo de impedir el retorno de la enfermedad a los países en los que ha sido eliminada en los últimos tiempos.

Si la erradicación fuera exitosa, la peste bovina sería la primera enfermedad de los animales eliminada en el mundo. Eso representaría uno de los grandes logros jamás conseguidos por la ciencia veterinaria, según la FAO.

Se estima que harían falta solo tres millones de dólares para erradicar la peste bovina de cada uno de los bolsones restantes mediante acciones específicas de control, incluyendo la vacunación intensiva.

Cuando un país elimina la peste bovina de su territorio, se encuentra en condiciones de reemplazar la vacunación masiva con medidas de preparación de emergencia y con programas de alerta temprana aplicables a todas las enfermedades epidémicas.

"El mundo está a punto de liberarse de la peste bovina y es necesaria una acción global urgente para lograr la eliminación de la enfermedad en el resto de las zonas infectadas", afirmó el experto de la FAO Mark Rweyemamu.

"El fracaso lleva aparejado el riesgo de que los brotes de la peste se traduzcan en el futuro en el pago de un precio mucho más caro", agregó.

Por ejemplo, dijo, en Nigeria, al inicio de los años 80, la peste bovina provocó pérdidas estimadas en 2.000 millones de dólares". (FIN/IPS/jp/mj/dv/99

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