El secretario general de la ONU, Kofi Annan, calificó de "paso importante" la serie de principios acordados hoy por los siete países más ricos del mundo y Rusia, reunidos en el Grupo de los Ocho (G-8), para poner fin a la ofensiva aérea de la OTAN contra Yugoslavia.
Los principios firmados este jueves en Berlín por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia son un "paso importante" en la búsqueda de una respuesta unida a la crisis que propuso la ONU (Organización de las Naciones Unidas), declaró Annan.
Annan se declaró especialmente complacido de que el acuerdo "prepare elementos de una iniciativa del Consejo de Seguridad de la ONU", que encamine hacia "una solución política para la crisis, y que involucre a otros miembros del Consejo en esta gestión".
Annan designará a dos enviados especiales con respecto a la crisis de Kosovo, agregó el portavoz de la ONU, Fred Eckhard.
El embajador ruso Sergey Lavrov, cuyo gobierno tuvo esta semana un papel fundamental para alcanzar el acuerdo, también señaló que la ONU y el Consejo de Seguridad tendrán mayor participación en el proceso.
Los principios incluyen la presencia en Kosovo de fuerzas "civiles y de seguridad internacionales, apoyadas y adoptadas por" la ONU. También estipulan que debe haber una "administración interina en Kosovo, que será decidida por el Consejo de Seguridad".
Eso significa que Rusia, que tiene poder de veto en el Consejo, deberá aprobar toda presencia de la ONU en Kosovo, y Lavrov argumentó este jueves que las fuerzas "deberán ser aceptables para el gobierno de Yugoslavia".
Esa posibilidad significa un gran cambio con respecto a pocas semanas atrás, cuando la ONU, y países afines a Belgrado, como Rusia, estaban marginados del proceso de decisión del conflicto.
Desde que la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) comenzó a bombardear a Yugoslavia el 24 de marzo, el Consejo de Seguridad quedó al margen, a pesar de que tiene un papel preponderante en el derecho internacional en lo que concierne a las amenazas a la paz y la seguridad mundiales.
Los 15 miembros del Consejo nunca se manifestaron sobre los bombardeos, ya que China y Rusia, dos de sus cinco integrantes permanentes y con derecho a veto, se oponían a ellos, mientras Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Holanda, también pertenecientes a la OTAN, apoyaban los ataques. (SIGUE/2-E