El monto de la ayuda que la Unión Europea (UE) destina al desarrollo en el extranjero se verá afectado por la asistencia humanitaria dedicada a cientos de miles de refugiados de Kosovo y a la reconstrucción una vez que concluya la guerra en Yugoslavia, adviertieron activistas.
Los proyectos de desarrollo que se acordaron para el próximo año serán modificados, explicó Simon Stocker, director de Eurostep, una red de organizaciones no gubernamentales con sede en Bruselas.
"Como los recursos serán otorgados en forma bilateral por los estados miembros de la UE, eso afectará lo que están dispuestos a acordar para los próximos protocolos financieros de la Convención de Lomé", comentó Stocker.
La Convención de Lomé es el mayor pacto de comercio y ayuda de la UE y vincula al bloque con 71 antiguas colonias en Africa, el Caribe y el Pacífico, con un presupuesto promedio de 12.500 millones de dólares en un período de cinco años.
Los gastos de reconstrucción en los Balcanes probablemente alcancen los 31.500 millones de dólares, estimó la semana pasada Romano Prodi, el presidente de la Comisión Europea, el poder ejecutivo de la UE.
El gobierno yugoslavo calculó en más de 100.000 millones de dólares el daño que provocaron los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a la economía y la infraestructura yugoslava.
El gobierno, economistas independientes serbios y el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas a los Balcanes, Carl Bildt, coinciden en que la reconstrucción de la economía yugoslava llevará más de 10 años.
Pero los costos de reconstrucción no incluyen la ayuda financiera que se les da en la actualidad a los países balcánicos, como la gran cantidad de dinero que se le destina a Albania, que recibió a la mayor parte de los refugiados expulsados por la guerra.
El 26 de mayo, una reunión organizada por la Comisión Europea y el Banco Mundial en Bruselas reunió a 24 países y a 15 organismos para recaudar 200 millones de dólares que cubrirán las necesidades de financiación externa de Albania este año.
"Esto permitirá a Albania seguir con su programa de reformas económicas y cubrir los costos provocados por la crisis de Kosovo", declaró el Banco Mundial.
Los países ricos hace tiempo que prometen aumentar la ayuda destinada al desarrollo a 0,7 por ciento del producto interno bruto (PIB), pero en realidad la asistencia declinó lentamente en los últimos años y ahora se encuentra en un promedio de 0,22 por ciento.
Los 15 estados miembros de la UE otorgan por lejos la mayor proporción de la ayuda, que ascendió a 0,36 por ciento del PIB en 1996.
Estados Unidos, cuyo PIB es de nueve billones de dólares, tiene un presupuesto de ayuda bilateral y multilateral de 4.000 millones de dólares.
Además de Albania, países como Bosnia, Bulgaria, Croacia, Eslovenia, Hungría y Rumania también padecen las consecuencias de la guerra por las oportunidades comerciales perdidas y el daño al ambiente.
Las pérdidas de Rumania ascienden a 794 millones de dólares hasta el momento, informó la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Simona Milescu, mientras el comercio exterior de la república serbia de Bosnia con Yugoslavia se redujo en 30 por ciento.
"No es posible hacer una evaluación precisa del costo de la guerra", declaró el Comisionado Europeo para asuntos económicos y financieros Yves Thibault de Silguy.
De Silguy, hablando ante una conferencia de organizaciones bancarias celebrada en Estocolmo la semana pasada, aclaró que la UE no sólo deberá cargar con los costos de la operación militar sino también con la reconstrucción de la región.
Funcionarios de Estados Unidos ya señalaron que los integrantes europeos de la OTAN deberán pagar la mayor parte de los costos de reconstrucción, ya que Washington carga con dos tercios de los costos militares.
En un estudio sobre las consecuencias de la guerra en Yugoslavia, el Banco Mundial indicó que la reconstrucción de los Balcanes y el envío de fuerzas de seguridad en Kosovo será "una gran carga financiera para los países europeos en los próximos años".
Pero lo que podría ser una carga para los contribuyentes y reduciría aun más la ayuda a los países en desarrollo beneficiará a las compañías europeas debido a los grandes proyectos de reconstrucción y a los pedidos de maquinaria y equipos, precisó un informe del Deutsche Bank.
Mientras, se espera que el costo de la intervención militar en los Balcanes aumente ya que la OTAN anunció que llevará de 28.000 a 50.000 la cantidad de tropas terrestres en Albania y Macedonia.
El director de la Oficina del Presupuesto del Congreso de Estados Unidos, Dan Crippen, dijo que las tropas terrestres aumentarán el costo de la ofensiva de la OTAN en 300 millones de dólares por mes por cada 27.000 soldados que se agreguen a la misión, y en más de 1.000 millones de dólares por mes para mantener la campaña aérea. (FIN/IPS/tra-en/ns/ak/aq/dv-ip/99