El parlamento de Italia aprobó hoy una moción del gobierno para pedir la suspensión de los bombardeos de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) contra Yugoslavia y buscar solución diplomática a la crisis de Kosovo.
Se trata de la primera votación parlamentaria favorable al cese de las operaciones en Yugoslavia en un país miembro de la OTAN, y fue presentada por el jefe del gobierno, Massimo D'Alema.
La suspensión de la campaña militar de la OTAN, que lleva más de 55 días, permitiría al Consejo de Seguridad de la Oganización de las Naciones Unidas (ONU) negociar una resolución sobre Yugoslavia con participación de China y Rusia, que se oponen a los bombardeos.
"Una tregua que no de lugar a un proceso político significaría mantener las condiciones actuales y acarraería el riesgo de intensificación dramática del conflicto", puntualizó D'Alema al presentar la moción a la Cámara de Diputados.
Italia propone a los países aliados poner en la mesa de las negociaciones la disposición de la OTAN a suspender los bombardeos, dijo el jefe del gobierno, y pidió la colaboración de China y Rusia para resolver el conflicto.
Por lo tanto, el gobierno impulsa una tregua basada en un acuerdo en la ONU, con participación de China y Rusia, explicó.
La moción fue aprobada con los votos de los partidos que conforman el gobierno de centroizquierda y parcialmente por la opositora Refundación Comunista. El resultado fue de 308 votos a favor, 179 en contra y 60 abstenciones.
Los diputados de Refundación Comunista pidieron que la propuesta fuera desglosada y dieron su apoyo sólo a la cláusula que solicita la interrupción de los bombardeos. En cambio, se opusieron al capítulo que asegura el respaldo a la acción del gobierno en la crisis yugoslava.
D'Alema sostuvo que las posibilidades de poner fin a la crisis de Yugoslavia por vía diplomática están hoy más cerca, y entonces, "la OTAN debe ceder a la ONU la gestión de la guerra: es la clave de un cambio profundo".
"Nosotros queremos una paz justa", que signifique el fin de la violencia en Kosovo, el retiro de las tropas serbias de esa provincia, para dar lugar a la presencia de una fuerza internacional, el regreso de los refugiados "y la administración internacional transitoria de Kosovo".
D'Alema aseguró que el gobierno de Italia siempre ha preferido la solución diplomática a la militar y sostuvo que la entrada en la guerra de tropas de tierra de la OTAN sería un error.
La opositora Liga Norte pidió que Italia retire el permiso a la OTAN para la utilización de sus bases aéreas, desde donde despegan los aviones que bombardean Yugoslavia.
Mientras, la alianza centroderechista mayoritaria en la oposición exigió supeditar la suspensión de los bombardeos a la aceptación del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic de la resolución de la ONU que exige el retiro de las fuerzas serbias de Kosovo.
D'Alema se reunirá este jueves en Bruselas con el secretario de la OTAN, Javier Solana, a quien presentará la resolución aprobada por el parlamento.
Por su parte, el papa Juan Pablo II expresó en la audiencia pública de los miércoles el deseo de que "tengan éxito el diálogo y la negociación para llevar la paz" a los Balcanes.
Juan Pablo II, que no ha cesado de solicitar la suspensión del bombardeo de Yugoslavia, dirigió esta vez su petición a representantes de la OTAN que participaron en la audiencia general. (FIN/IPS/jp/ff/ip/99
