VENEZUELA: Habrá recesión, pero será moderada

La economía de Venezuela, la cuarta de América Latina, sufrirá un retroceso por segundo año consecutivo, pero la caída será muy contenida, gracias a la recuperación que se notará desde el tercer trimestre, vaticinó el gobierno.

La ministra de Hacienda, Maritza Izaguirre, desestimó este martes en una entrevista radial que la economía se vaya a contraer en torno a 7,9 por ciento, lo que sería el mayor hundimiento desde 1989, como afirmó la máxima autoridad tributaria del país, Humberto Prieto.

Izaguirre dijo que la meta para el producto interno bruto (PIB) no varió. El gobierno prevé una caída del PIB de 1,5 por ciento, después que en el último trimestre de 1998 bajó en 8 por ciento y en el primer trimestre de este año en 6 por ciento.

La ministra dijo que "nunca se negó que 1999 es un año muy complicado económicamente", por el arrastre de la recesión comenzada en el segundo semestre de 1998.

Pero remarcó que el repunte de los precios del petróleo alivian la situación en un país "con una economía de respuesta muy rápida", por lo que una depresión muy pronunciada es un escenario que ya no se concretará.

"Desde hace tres semanas, los supuestos en que trabajamos son los de una corrección al alza en la economía en el segundo semestre", afirmó.

Técnicos del Fondo Monetario Internacional que evalúan desde la semana pasada la economía local, confirmaron esa apreciación, al indicar que la recuperación del nivel de reservas hasta acercarse a 15.000 millones de dólares, elimina que el país vaya a tener problemas con su balanza de pagos.

Además las medidas tributarias y de contracción del gasto establecidas por el gobierno de Hugo Chávez, permiten fijar que el deficit fiscal se contendrá en menos de la mitad de lo previsto inicialmente, de 9.000 millones de dólares, equivalente a nueve puntos del PIB.

Pero la crisis actual se traduce en la parálisis del aparato productivo, el hundimiento del consumo y la demanda, el aumento de la morosidad de los acreedores, una inflación y un costo del dinero aún elevados y un desempleo que toca récords históricos.

El movimiento del índice de precios se ha mantenido en una tasa superior a 30 por ciento desde hace una década, hasta que en 1998 el impacto de la abrupta caída de los precios petroleros. Para este año la meta es contener esa tasa entre 20 y 24 por ciento, para lograr bajarla a un dígito en el 2001.

A ese impacto social, en una economía contraída, se suma una ola de despidos que llevó en abril al desempleo abierto a 15 por ciento de la población económicamente activa, equivalente a un millón y medio de trabajadores. Las peores proyecciones adelantan que a fines de año la desocupación rozará el 20 por ciento.

De quienes tienen trabajo, 52 por ciento son ocupados por la economía informal, un sector donde 60 por ciento de los ingresos son inferiores al salario mínimo, de unos 200 dólares.

Para Izaguirre, recuperar el aparato productivo sin afectar la estrategia para abatir la inflación, es el principal reto para 1999, lo que consideró factible gracias al paquete de medidas que comenzó a adoptar el gobierno que se instaló en febrero.

"Estamos trabajando para que la inflación mantenga su tendencia a la baja pese al incremento de ingresos, lo que permitirá en el segundo semestre recuperar porciones de consumo y eso activará la economía productiva", vaticinó la ministra.

Pero Izaguirre planteó que para una mejoría neta de la economía se requiere que vuelva la inversión externa e interna, una vez que el positivo manejo de la crisis consolide la naciente confianza del mundo financiero en Chávez, un teniente coronel de 44 años de ideas nacionalistas.

En 1998 el PIB se contrajó en 0,48 por ciento, debido a la debacle de los precios del petróleo, que mermó los ingresos en más de 6.000 millones de dólares.

El director del Banco Central, Armando León, reafirmó que desde el tercer trimestre comenzará una etapa de la recuperación, que equilibrará parcialmente el hundimiento del comienzo del año. "No será un boom, pero desde junio o julio se revertirá el proceso de caída", expresó.

El funcionario negó que la proyección pesimista revelada por Prieto, sea una estimación oficial del Banco Central, pero la ministra dio a entender que sí llegó a ser el peor escenario de los que ha manejado el gobierno.

El incremento del precio del petróleo en 50 por ciento desde los niveles en que se hundió en febrero, los más bajos en casí tres décadas, afianzan el "razonable optimismo" expresado por Chávez y sus ministros en los últimos días.

La economía venezolana es altamente dependiente del petróleo, que aparte de aportar 40 por ciento del presupuesto y 80 por ciento de las divisas, es la locomotora que arrastra al resto del aparato productivo.

El precio del cóctel petrolero de exportación de Venezuela está en la actualidad sobre los 14 dólares por barril y el promedio del año se acerca a 11 dólares, cuando para fines prespuestarios se pauto un valor de nueve dólares.

Prieto, superintendente del Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria, proyectó que el sector petrolero caerá en 12,1 por ciento y el no petrolero en 6,4 por ciento, frente a la caída de 0,3 y 0,6 por ciento de 1998.

Izaguirre comentó que La meta oficial de 1999 se mantiene. Esa meta establece que el PIB petrolero tenga una recuperación de 2,9 por ciento y el área no petrolera se mantenga contenido, en torno a 3,2 por ciento.

Chávez dijo en una entrevista televisada que ya se resignó a que no haya crecimiento este año, pero que ha instruido a sus técnicos para sostener el PIB en un nivel cero, pese a que la proyección oficial prevea una caída de 1,5 por ciento.

"Tal como encontramos las variables económicas, no podemos lograr más que un estancamiento este año, pero sentaremos las bases de una solida recuperación de la economía desde el 2000", dijo Chávez.

El crecimiento interanual de la población de Venezuela está en torno a 2,9 por ciento, por lo que un crecimiento real de la economía requiere que el PIB aumente sobre ese nivel.

Chávez recordó que la economía venezolana comenzó en 1979 una etapa de contracción, que tuvo sus mayores excepciones en 1991 y 1997, y su peor comportamiento en 1989, cuando el PIB cayó en 8,3 por ciento, al comenzar a aplicarse el primer paquete de medidas neoliberales, una senda que el país ha abandonado y retomado desde entonces. (Fin/IPS/eg/if la/99

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