TIMOR ORIENTAL: Posible independencia inquieta a Indonesia

Las opiniones en Indonesia están divididas sobre la inminente separación de Timor Oriental, luego del acuerdo alcanzado que permitirá a los timorenses decidir entre la autonomía o la independencia del territorio ocupado por fuerzas indonesias desde 1975.

El acuerdo firmado el miércoles en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) prevé una "consulta" en la que los timorenses podrán votar el 8 de agosto si aceptan la fórmula de "autonomía especial" de Yakarta o prefieren la independencia.

Muchos indonesios están hartos de la cuestión de Timor Oriental, y la consideran una mancha en los antecedentes de derechos humanos y la imagen internacional de Indonesia.

"El gobierno es estúpido. ¿Por qué no dejan libres a los timorenses? Esa es la solución definitiva", reclamó Mahdar Rifadi, un activista del Partido Mandato Nacional.

Otros tienen una sensación de pérdida, a pesar de admitir que el gobierno, especialmente los militares, administraron mal el territorio durante más de dos décadas.

"Sí, Timor Oriental es objeto de disputas políticas. Pero de hecho, Indonesia se convirtió una gran familia. La separación tendrá consecuencias desastrosas", dijo el empresario Peter Gontha.

Gontha comparte el temor de que más allá del destino de Timor Oriental en sí, el impulso de su separación comenzará el proceso de desintegración de este país, o por lo menos alentará a las otras provincias inquietas del archipiélago indonesio a buscar también la autonomía o la independencia.

"Una vez que Timor Oriental sea liberado, (las conflictivas provincias de) Aceh e Irian Jaya tomarán la delantera. La nación está amenazada por la desintegración", dijo Gontha.

Yakarta descartó la independencia para Aceh e Irian Jaya, donde existen movimientos separatistas. Esta semana, más de 30 personas murieron cuando los soldados abrieron fuego contra civiles en una aldea de Aceh donde los separatistas están activos.

Otras regiones de Indonesia sostienen que Yakarta presta demasiada atención a Timor Oriental, descuidando a las demás, a pesar de que son parte integral del país.

"Llegamos a la conclusión de que debemos tomar las armas contra el gobierno para llamar su atención", dijo Daniel Harryson, residente de Kupang en Nusatenggara este, la mitad occidental de la isla de Timor.

"Sentimos que nos tratan como a hijastros. Formamos parte de este país desde su nacimiento. Somos un buen miembro de esta gran familia, pero al gobierno le importan más los niños rebeldes", agregó, en una clara referencia a Timor Oriental.

Sin embargo, para muchos funcionarios, Timor Oriental se transformó en una obligación de la que preferirían librarse.

"Esta 'piedra en el zapato' debe ser quitada antes de ingresar en el próximo milenio", declaró Dewi Fortuna Anwar, consejero de relaciones exteriores del presidente Bacharuddin Jusuf Habibie.

Malik Fachruddin, funcionario que visitaba Timor Oriental con frecuencia en el desempeño de sus funciones oficiales, fue más directo. "Cada año, gastamos en Timor Oriental una suma que las otras regiones rara vez obtienen", dijo.

Si se independiza "ahorraremos el dinero y mejorará nuestra imagen internacional", agregó.

"Durante años fuimos respetados como una nación anticolonialista, y podíamos caminar erguidos en la comunidad internacional. Desde la inclusión de Timor en nuestro territorio, caminamos con la cabeza baja", afirmó Harryansah Khairul, funcionario de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Muchos indonesios se acostumbraron, por lo menos psicológicamente, a pensar en Timor Oriental como parte del país, según los analistas.

Aunque respetan el derecho de los timorenses a la autodeterminación, un gran número de indonesios siguen opinando que el tema corresponde a los asuntos internos de Indonesia.

Una encuesta realizada por la revista Tempo mostró que 52 por ciento de quienes respondieron prefieren la independencia sin referéndum, 34 por ciento quieren que Timor Oriental continúe siendo parte de Indonesia, y 12 por ciento optó por un período limitado de autonomía transitoria, seguida por un referéndum.

La cuestión de la presencia de fuerzas de paz internacionales en Timor Oriental también es controvertido.

La misma encuesta reveló que 57 por ciento rechazarían la presencia de policías de la ONU o de otra fuerza extranjera en Timor Oriental, mientras 40 por ciento la apoyarían.

Según el acuerdo del miércoles, la ONU organizará y enviará una fuerza policial internacional a Timor Oriental para mantener la paz y supervisar la votación del 8 de agosto. Los miembros de la fuerza sólo portarán pistolas.

Yakarta se resistió durante mucho tiempo a una fuerza militar de paz en Timor Oriental, y para algunos la presencia civil acordada con la ONU es una concesión demasiado grande.

"Habibie vendió el país a fuerzas extranjeras porque invitó a la policía de la ONU aquí. No tenemos dignidad. Es una gran humillación", dijo Yogie Soegiarto, empleado de la fábrica nacional de aviones IPTN.

"Estamos dispuestos a separarnos de nuestros hermanos en Timor, pero de manera respetable", agregó.

Pero mientras la presencia internacional es una cuestión de dignidad para algunos, para los timorenses es la base para que la consulta sea creíble.

Existe el temor de que muchos timorenses no puedan expresar sus verdaderos deseos en la votación de agosto por la intimidación que padecen por las milicias que están a favor de la integración con Indonesia. (FIN/IPS/tra-en/ky-js/js/at/aq/ip-hd/99

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