Nelson Mandela abandonará el mes próximo la presidencia de Sudáfrica sin haber logrado su sueño de una nación unida más allá del abismo racial que heredó tras 45 años de apartheid.
Mandela, quien se ganó la admiración internacional y de todos los sectores de la sociedad sudafricana, abandonará su cargo luego de las elecciones del próximo 2 de junio.
Los analistas políticos esperan pocos cambios respecto de los comicios de 1994, cuando el gobernante Congreso Nacional Africano (CNA) obtuvo 94 por ciento de sus votos de ciudadanos negros, cuatro por ciento de mestizos, 1,5 por ciento de indios y 0,5 por ciento de blancos.
Mientras, 49 por ciento de los votos obtenidos en 1994 por el opositor Partido Nacional fueron de blancos, 30 por ciento de mestizos, 14 por ciento de negros y siete por ciento de indios.
Se prevé que en los próximos comicios la participación electoral será baja pero uniforme en los diferentes grupos raciales.
Mientras los votantes se preparan para las elecciones, los partidos de oposición abandonan sus planes de un frente unido para intentar impedir que el CNA obtenga una mayoría de dos tercios o 62,5 por ciento de los votos que necesita para reformar la Constitución.
Una encuesta realizada en marzo por el Consejo de Investigación sobre Ciencias Humanas, de Pretoria, sugirió que el CNA ganará una clara mayoría en las siete provincias que gobierna actualmente y el mayor número de votos en Cabo Occidental y Kwazulu-Natal.
La encuesta indica que el CNA superó al Partido Inkatha de la Libertad en Kwazulu-Natal y lleva una ventaja mínima al Nuevo Partido Nacional (NPN) en Cabo Occidental, aunque la mayoría de los observadores no se arriesgan a anticipar cuál de los dos ganará en esta provincia.
El Partido Democrático, que parece incursionar en la base de apoyo del NPN, probablemente mantendrá el equilibrio del poder en la legislatura provincial luego de la elección. El partido ya indicó que integraría una coalición de gobierno con partidos opositores, pero no con el CNA.
Cabo Occidental es la provincia más rica del país después de Gauteng. En abril, una destacada revista de negocios otorgó al gobernador, Gerald Morkel, el premio Flecha de Oro a la mejor administración.
Aunque la provincia atravesó algunos escándalos políticos en los últimos cinco años de gobierno del PNP, en general se considera que está administrada con eficiencia.
A nivel nacional, el PNP ostenta una leve ventaja entre los partidos opositores pese a una caída de su respaldo de 12 a ocho por ciento. Le sigue el Partido Democrático, dominado por blancos, cuyo apoyo se redujo de ocho a seis por ciento.
Inkatha tiene el respaldo de cuatro por ciento de los votantes tras haber perdido un punto desde diciembre, y el Movimiento Democrático Unido registró una abrupta caída en los tres primeros meses del año, de seis a tres por ciento.
El NPN es el partido con más diversidad racial, ya que 42 por ciento de sus partidarios son blancos, 35 por ciento mestizos, 13 por ciento negros y nueve por ciento indios. Los otros partidos son predominantemente negros o blancos.
Con escaso apoyo de negros y mestizos en Cabo Occidental, el NPN está transformándose en una entidad política regional. Ultimamente adoptó una postura más conservadora, y realiza campañas contra el aborto y a favor de la pena de muerte. (FIN/IPS/tra-en/jb/mn/mlm/ip/99