SALUD: Cuidado con los biberones de plástico

Organizaciones de defensa del consumidor, la salud y el ambiente pidieron al gobierno de Estados Unidos que prohíba el uso de productos químicos en la fabricación de recipientes de plástico, como los biberones, porque podrían dañar la salud.

Los grupos dieron la señal de alarma a raíz de hallazgos científicos que señalan que el producto químico sintético bisfenol- A, conocido como BPA, se desprende de los recipientes de plástico y de los biberones.

Los investigadores señalaron que el químico causó efectos adversos en la salud y alteró el funcionamiento hormonal de los animales de laboratorio, incluso de los que recibieron dosis muy pequeñas. El BPA también fue utilizado como ingrediente "inerte" en la fabricación de pesticidas.

"No debería desprenderse ningún químico de los biberones, y mucho menos uno que, según se mostró, funciona en el cuerpo como si fuera una hormona", manifestó Philip E. Clapp, presidente de la organización Fondo Nacional del Ambiente, de Washington.

El cuerpo de un bebé responde rápidamente a las diminutas señales hormonales enviadas por el BPA, aseguró el grupo de organizaciones, que incluye al Grupo de Investigaciones de Interés Público de Estados Unidos, el Fondo de Defensa de la Infancia, y Médicos por la Responsabilidad Social.

"No tenemos manera de saber de qué maneras sutiles puede actuar una sustancia artificial, parecida a una hormona, como el BPA, en un cuerpo tan joven", dijo Clapp.

El grupo pidió que el gobierno identifique todos los ingredientes utilizados para fabricar recipientes de plástico que podrían "emigrar" a los alimentos.

Las organizaciones exigen que sólo se permita el uso de ingredientes que se desprenden del plástico si los fabricantes prueban que dichos químicos no son peligrosos.

Pero la industria del plástico y el gobierno sostienen que los estudios realizados prueban que los productos son seguros para la salud.

"Está bien que se pidan más investigaciones. Pero esto es sólo una alarma más. No hay prueba alguna acerca de los impactos que estos productos causan sobre la salud humana", aseguró a la prensa Susan Moore, vocera del empresarial Consejo de Plásticos de Estados Unidos.

Moore explicó que los fabricantes no sustituyen al BPA por otro producto químico porque los consumidores prefieren el tipo de plástico claro y duradero que se fabrica a partir de esa sustancia sintética.

Los grupos reconocen que no existen datos sobre el efecto que causa el producto en la salud de los humanos. Sin embargo, el BPA causó efectos adversos en los animales, y se sabe que se desprende del plástico, por lo tanto debería eliminarse hasta que concluyan las investigaciones, propusieron.

Las organizaciones enviaron su demanda a varios fabricantes de plástico, entre ellos Johnson y Johnson, Fisher Price, y Gerber Products.

"Nos encontramos ante una tremenda carencia de información", comentó Frederick vom Saal, investigador del BPA de la Universidad de Missouri.

Al darle BPA a los ratones hembra preñadas, se observó una gran variedad de efectos adversos en las crías. Pequeñas dosis de bisfenol-A provocaron malformaciones reproductivas en las crías macho, incluso la deformación de los genitales y el mayor tamaño de la próstata, informó Saal.

"Se trata de un producto químico que no es necesariamente dañino para los adultos, pero representa un grave peligro para los fetos y los recién nacidos", advirtió.

Un estudio de Kojo Arizono y otros investigadores de las universidades de la Prefectura de Kumamoto y de Nagasaki, en Japón, publicado en la última revista Journal of Health Science, reveló que el BPA de la vajilla se desprende con los líquidos calientes y sobre todo, de las piezas rayadas y más viejas.

La ciudad de Yokohama prohibió el uso de la vajilla de plástico en las escuelas primarias, como consecuencia de esos descubrimientos científicos. También ordenó que las escuelas se deshagan de la vajilla de plástico que tienen en uso desde hace cuatro años o más.

La Unión de Consumidores de este país hizo las mismas observaciones este mes, y estos datos constaban también en un estudio de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

George Pauli, director de la división de políticas de producción de la FDA informó que la agencia investigó el desprendimiento de bisfenol-A, y que garantiza la seguridad de los biberones y otros productos de plástico.

Pauli señaló la existencia de tres estudios industriales que concluyeron que el bisfenol-A no es peligroso en pequeñas dosis.

Los estudios industriales, sin embargo, resultaron imperfectos o generaron resultados que corroboran los hallazgos de Vom Saal, sostuvo Thomas Natan, director de investigaciones del Fondo Nacional del Ambiente.

Un estudio del Instituto de Toxicología de la Industria Química fue revisado por un científico del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud, y reveló que, contrariamente a la conclusión inicial, el peso de la próstata aumenta cuando se la expone al BPA.

"Si bien es necesario hacer más pruebas con pequeñas dosis de BPA, los resultados de Vom Saal, que la industria rechaza, podrían tener validez", declaró Natan.

"No queremos correr riesgos desde el punto de vista médico. Existen alternativas seguras a esta tecnología del plástico de 1950, pasada de moda", declaró Robert K. Musil, director ejecutivo de Médicos por la Responsabilidad Social.

"No se trata de alarmar a los padres y madres. Sólo pedimos prudencia", agregó Peter Houser, un científico de la Escuela Universitaria de Medicina de Maryland, que investiga los trastornos hormonales y del desarrollo cerebral que causan ciertos productos químicos. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/ceb/aq/he/99

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