La asamblea mundial de ministros de Salud otorgó un "sólido apoyo" a la directora de la OMS, Gro Harlem Brundtland, para que aplique sus programas de lucha contra el tabaco y el paludismo y aseste el golpe final a la poliomielitis.
En otra resolución sin precedentes, los ministros definieron el papel de la OMS (Organización Mundial de la Salud) en la asistencia a los países que realizan esfuerzos por proteger la salud pública mientras cumplen al mismo tiempo con los acuerdos comerciales internacionales.
Esa resolución amortiguará los efectos muchas veces negativos de las nuevas normas del comercio mundial, dijo un grupo de organizaciones no gubernamentales especializadas.
La Asamblea Mundial de la Salud, que concluyó este martes sus deliberaciones, encontró una solución salomónica para superar un diferendo sobre la aplicación de una medida anterior del organismo que había recomendado la destrucción de las reservas del virus de la viruela antes del 30 de junio de 1999.
La decisión adoptada autoriza a conservar las reservas del virus variólico y también de las vacunas hasta el 2002 a más tardar y sujetas a una examen anual por la misma asamblea.
Los dos países que poseen reservas, Estados Unidos en los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta, y la Federación de Rusia, en el Centro Estatal de Investigaciones Virológicas y Biotecnológicas de Koltsovo, en la región de Novosibirsk, se habían opuesto a la destrucción en junio próximo.
El nuevo plazo fue concedido por la asamblea que, sin embargo, dejó constancia de que "la eliminación de todos los virus variólicos sigue siendo el objetivo de la OMS y de todos los estados miembros".
La asamblea tuvo en cuenta el argumento de que la conservación de las reservas del virus por el momento permitiría realizar investigaciones con fines de salur pública, incluido el desarrollo de agentes antivíricos y de una vacuna mejorada y más segura.
Una de las resoluciones más salientes de la conferencia fue el establecimiento de un órgano de negociación intergubernamental encargado de redactar y negociar un proyecto de convenio marco de la OMS para la lucha contra el tabaco.
La OMS observó que los representantes de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) manifestaron en la asamblea su apoyo político y financiero a la iniciativa de la convención.
El tratado propuesto reglamentará cuestiones como la publicidad y la promoción del tabaco, la diversificación agrícola, el contrabando y las políticas de impuestos y subsidios.
El Banco Mundial informó durante el desarrollo de la asamblea de la salud que la estrategia contra el tabaco, también compartida por la OMS, debe atacar al consumo sin ensañarse con la producción.
La orientación aprobada por el Banco Mundial difiere de la estrategia tradicional de Estados Unidos en materia de drogas, que pone el acento en la persecución de los productores y reduce la intervención respecto de los consumidores.
La asamblea aprobó también el proyecto "Hacer retroceder el paludismo", que alienta a los estados a reducir el sufrimiento relacionado con esa enfermedad y a prever su reaparición.
La iniciativa se propone disminuir a la mitad, en el 2010, el número de decesos relacionados con el paludismo en todo el mundo.
Los ministros dictaron una resolución para acelerar la erradicación de la polio y cumplir con la meta de eliminarla del planeta a fines del 2000.
La directora de la OMS deberá establecer un fondo especial para atender las necesidades de los países afectados por conflictos, como Angola y la República Democrática del Congo, que se encuentran atrasados en la campaña.
Los recursos sostendrán también a los países donde existen reservorios de transmisión de virus de la polio, como Bangladesh, Etiopía, India, Nigeria, y Pakistán.
Los mismos esfuerzos se destinarán a los países de importancia estratégica especial, como Egipto, Turquía y Rusia, aunque en este último no se registraron casos en el año pasado.
Sobre política de fármacos, la resolución de los ministros otorga "un mandato claro y apoya el trabajo que la OMS ha venido realizando para promover medicamentos esenciales de bajo costo", dijo Brundtland a IPS.
Las iniciativas de la organización han consistido, insistió, en impulsar políticas de promoción de medicamentos y de control de calidad en todo el mundo.
El mandato de los ministros establece que desde las etapas iniciales la OMS debe comprometerse en asuntos relacionados con el comercio que tengan alguna vinculación con los medicamentos, precisó Brundtland.
La OMS ya participa de un grupo de trabajo especial dedicado a ese punto, en conjunto con la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), recordó.
En ese organismo se discuten cuestiones que tendrán relevancia para la salud pública antes de que se compliquen y se conviertan en cuestiones candentes, como ya ocurrió en el pasado, dijo.
La resolución de la asamblea reviste importancia porque "la salud tiene ahora un papel en los acuerdos comerciales y financieros internacionales", evaluó Ian Roberts, asesor del Ministerio de Salud de Sudáfrica.
Roberts adelantó la estrecha cooperación sudafricana "para asegurar la disponibilidades de medicamentos a nuestra población".
Conceptos contenidos en la nueva resolución sobre medicamentos fueron muy cuestionados en 1998 por Estados Unidos y gobiernos europeos porque "violan los derechos de propiedad intelectual de las grandes compañias farmacéuticas", recordó James Love, director de Consumer Project on Technology.
Con la resolución aprobada, ahora debe concentrarse la atención en su aplicación, que deberá favorecer el tratamiento de la población de los países pobres, especificó el activista estadounidense.
Los Acuerdos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC), una de las consecuencias de la liberalización auspiciada por la OMC, determinarán un aumento del número de medicamentos esenciales bajo patente, estimó Ellen 't Hoen, de Health Action International.
Los elevados precios alejarán a los medicamentos del alcance de muchos consumidores de los países pobres. Esos países deben ser estimulados para que que empleen las salvaguardias previstas por los ADPIC, que incluyen importaciones paralelas y licencias obligatorias de medicamentos, dijo t' Hoen. (FIN/IPS/pc/mj/he/99