Los miembros de la Asamblea Constituyente de Venezuela serán elegidos sin identificación de las fuerzas que los postulan, una fórmula que perjudica a los candidatos del gobierno y favorece a los grupos tradicionales.
Los siete miembros independientes del Consejo Nacional Electoral (CNE) determinaron que las boletas de la elección del 25 de julio no incorporarán ni colores ni siglas de partidos, al lado de los nombres de los aspirantes.
Esa decisión dificulta que los partidarios del presidente Hugo Chávez, el promotor de la Asamblea y del referendo que el 25 de abril aprobó su institución, puedan ubicar los poco conocidos candidatos de la alianza que lo respalda, el Polo Patriótico.
Los grupos de electores, nuevas formaciones y partidos tradicionales que conforman la oposición al presidente, coinciden que la Asamblea sólo será plural si el "chavismo" no tiene oportunidad para "entubar (concentrar)" el voto.
La Asamblea, que funcionará por seis meses con la tarea de rediseñar políticamente el país y reescribir la Constitución, es la gran bandera con que el 2 de febrero llegó a la presidencia Chávez, un teniente coronel retirado de 44 años, de ideas nacionalistas, que en 1992 protagonizó un cruento alzamiento.
El dificultar la ubicación de los candidatos "chavistas" al electorado, que mayoritaríamente respalda al presidente y su proyecto de barrer los políticos tradicionales de la conducción del país, es el punto de coincidencia de la fragmentada y debilitada oposición política.
Ese interés común ha creado también una coyuntural alianza entre los menguados partidos tradicionales, los formadores de opinión y la sociedad civil, que por diferentes razones creen negativo para el país que la Constituyente esté dominada por leales a Chávez, así lo quiera la mayoría de electores.
De ahí que, no bien culminada la pelea en el CNE por los símbolos y las siglas partidistas, comience otra por la propuesta de que los candidatos se identifiquen por un número, para su más fácil memorización y ubicación en la boleta.
El presidente del CNE, Andrés Caleca, puntualizó ete lunes, al explicar las decisiones del organismo, que Chávez tampoco podrá hacer campaña por ningún candidato, aunque sí podrá llamar a votar y abundar en su posición en favor de la Constituyente, como vía para impulsar "una revolución pacífica y democrática".
El presidente dijo este dominmgo que él es el gran impulsor de la Asamblea y que nadie podrá evitar que haga campaña en favor de sus propuestas para la Constituyente, si bien dio a entender que no pretende apoyar abiertamente a candidatos específicos.
El partido de Chávez, el Movimiento V República (MVR), considera que la exclusión del uso de datos sobre el que postula a cada candidato viola las leyes del sufragio y violenta las bases comiciales para la Asamblea, según dijo su representante ante el CNE, Sonia Miquelena.
Pero el presidente restó importancia a la ausencia de símbolos u otros elementos que faciliten la ubicación de los candidatos del MVR y otras fuerzas del Polo Patriótico, que engloba a casi toda la izquierda y a antiguos militares golpistas.
Sin embargo, Chávez, pidió a la población que esté atenta a los políticos que buscan llegar "enmascarados" y escondidos a la Constituyente, para desde allí tratar de seguir obstaculizando los cambios.
"Los apoyados por los partidos tradicionales tienen vergüenza de que les digan que son de esos partidos y buscan esconderse para tener oportunidad, esa es la verdad", comentó el ministro de la Secretaría de la Presidencia, Alfredo Peña.
Los dos baluartes del bipartidismo desplazados ahora del poder, Acción Democrática y Copei, proyectan respaldar fundamentalmente a figuras opositoras a Chávez y no a dirigentes internos, en una "aceptación de su minusvalía y descrédito", según editorializó el vespertino El Mundo.
Caleca afirmó que la exclusión de los datos sobre los partidos o agrupaciones postulantes obedece a que las bases comiciales refrendadas en el referendo, indican que la elección será "personalizada, por nombre y apellido".
Pero los representantes del Polo también replicaron que en esas mismas bases se indica que los candidatos podrán ser postulados por tres vías: por su propia cuenta, por grupos de la sociedad civil y por los partidos políticos.
Adujeron que el no incorporar al lado del nombre, la forma de postulación atenta contra los intereses del elector, que tiene derecho a tener el elemento de quien apoyó a cada candidato, a fin de realizar una selección más consciente.
Con independencia de la forma en que fueron postulados, cada candidato tendrá que reunir 10.000 firmas, si es uno de los 24 candidatos nacionales, o entre 800 y 8.000 si aspiran por uno de los 24 circuitos regionales.
Pasados los primeros 100 días del gobierno de Chávez, los sondeos proyectan una popularidad presidencial superior a 80 por ciento, que se concentra en las capas más desposeidas de los 23 millones de venezolanos, 80 por los cuales viven en pobreza.
Esos mismos sondeos, según detalles conocidos este mismo lunes, indican que 42 por ciento respalda al MVR como el mejor partido del país, pese a que obtuvo sólo 22 por ciento de los sufragios, en su estreno en las elecciones legislativas de noviembre.
Pero detallan que la mayoría de los analfabetos formales y funcionales se concentran en la porción de la población que respalda a Chávez, la que más dificultades tendría para manejarse con una boleta que por vez primera no se basará en colores y símbolos, ni tampoco los tendrá como apoyo.
Las bases comiciales fueron establecidas por Chávez, el convocante del primer referendo de la historia democrática del país, tras unas 200 horas de consultas con todos los sectores del país, y revisadas por la Corte Suprema y el CNE.
Esas bases obtuvieron durante el referendo 87 por ciento de los sufragios validos, mientras la convocatoria a la Asamblea fue apoyada por 92 por ciento, en un aplastante respaldo ensombrecido por una abstanción de 62 por ciento.
El pasar a elegir en forma nominal y no en los grandes boletones donde el elector debía escoger y sellar la tarjeta partidista presidencial o legislativa, es una aspiración de amplios sectores de la sociedad civil, si bien parte de ellos considera peligrosa la "uninominalidad pura" impuesta ahora, porque perjudica a las minorías, como las mujeres. (Fin/IPS/eg/ip la/99