Destacados afroestadounidenses han expresado su irritación por el hecho de que Africa casi ha desaparecido de la agenda de Estados Unidos desde el estallido de la crisis de Kosovo, hace más de dos meses.
El gobierno del presidente Bill Clinton y los medios de comunicación fueron acusados de utilizar un "doble discurso" al centrar toda su atención y recursos en Yugoslavia e ignorar conflictos mucho más sangrientos que afligen a muchos países africanos.
"Kosovo es una expresión gráfica del eurocentrismo de la política exterior estadounidense", dijo Salih Booker, responsable de los estudios sobre Africa del influyente Consejo de Relaciones Exteriores, con base en Washington.
Jesse Jackson, dirigente del movimiento por los derechos civiles que intercedió para la liberación de tres pilotos de Estados Unidos prisioneros en Yugoslavia, a comienzos de mayo, fue particularmente franco a su regreso de Sierra Leona, donde medió para lograr una tregua en la larga guerra civil.
"Ofrecemos reconstrucción a Yugoslavia, pero no ofrecemos nada a Sierra Leona, donde más personas fueron exiliadas, más personas murieron y el conflicto tiene solución. Eso es absolutamente racista", dijo Jackson a un pequeño grupo de congresistas durante una reunión privada esta semana.
"Esto nos expone en forma muy embarazosa", añadió.
Jackson, enviado especial de Clinton a Africa para asuntos vinculados con la democracia, opinó que el gobierno no presta suficiente atención a acontecimientos como la asunción del primer presidente elegido democráticamente en Nigeria en más de 20 años, que tendrá lugar este fin de semana.
Jackson encabezará la delegación oficial estadounidense a Nigeria junto al secretario de Transporte, Rodney Slater, quien es el único miembro negro del consejo de ministros de Clinton.
"Este es un acontecimiento muy importante para Africa. El país más poblado del continente puso fin a años de gobierno militar", dijo un asesor del Congreso que participó en la reunión con Jackson.
"Por lo menos deberían asistir el vicepresidente Al Gore, o la secretaria de Estado, Madeleine Albright, pero Gore está muy ocupado con su campaña para la presidencia, y Albright está muy ocupada con Kosovo", comentó.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, había manifestado opiniones similares al declarar que el mundo ha "ignorado completamente" los conflictos en Angola, Congo y Sudán, y el que enfrenta a Eritrea y Etiopía, "no menos sangrientos" que el de Kosovo.
El conflicto entre Eritrea y Etiopía, que ha costado la vida a 300.000 personas, es la "mayor guerra del mundo hoy" según el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes (del opositor Partido Republicano), pero resulta invisible para la opinión pública estadounidense.
La subsecretaria de Estado para los asuntos africanos, Susan Rice, dijo a la Comisión el martes que Clinton habló por teléfono con los gobernantes de ambos países y envió a su ex consejero de seguridad nacional, Anthony Lake, para que interviniera como mediador en las conversaciones de paz.
Rice, una afroestadounidense, insistió en que el gobierno mantiene plenamente sus compromisos en el continente africano a pesar de la cuestión yugoslava, y que no se prevé desviar ayuda económica o humanitaria desde Africa a los Balcanes.
Pero también admitió que se siente frustrada por la casi inexistencia de noticias sobre Africa en los medios de comunicación desde que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) comenzó a bombardear Yugoslavia el 24 de marzo.
Ninguna de las tres redes más importantes de televisión transmitió una sola información sobre Africa en sus programas informativos nocturnos desde entonces, según el Informe Tyndall, que estudia las transmisiones de noticias.
En un almuerzo con periodistas la semana pasada, Rice preguntó por qué el acuerdo de cese del fuego en Sierra Leona casi no tuvo cobertura, ni siquiera en periódicos especializados.
"Porque no podemos cubrir más de una guerra a la vez", respondió un periodista del diario Los Angeles Times, aunque otros de sus colegas admitieron que sus editores y consumidores se identificaban más con los europeos que con los africanos.
A pesar de eso, Los Angeles Times está entre los periódicos que señalaron de manera más crítica el doble discurso sobre Africa y Yugoslavia.
El mes pasado ese diario publicó un artículo sobre el quinto aniversario del genocidio en Ruanda, y subrayó la falta de acción de las potencias occidentales al respecto, en contraste con su acción armada contra Yugoslavia, con el objetivo declarado de detener la "limpieza étnica" en Kosovo.
"El racismo está detrás de todo esto. No pueden negar que están involucrados en Bosnia y Kosovo porque son blancos", dijo Abdul Oroh, un activista nigeriano por los derechos humanos citado por el periódico.
La semana pasada, el mismo diario publicó una nota sobre las diferencias entre los campamentos de refugiados en Macedonia y en Africa.
En Africa, los campamentos albergan a 500.000 personas, de las cuales varios miles pueden morir cada día a causa del cólera o de otras enfermedades cuya propagación se ve favorecida por los problemas de higiene, se informó.
El periódico señaló que en el mayor campamento de refugiados de Macedonia hay 33.000 personas, y hasta ahora no hubo muertes como consecuencia de problemas sanitarios.
Según el informe, la atención prestada por los medios de comunicación y el público a la situación de los refugiados kosovares tuvo como resultado un gran flujo de asistencia, de tal magnitud que las agencias que se ocupan del problema de los refugiados en el mundo temen que quede muy poco para Africa.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU, por ejemplo, ya logró 70 por ciento de los fondos que se proponía recolectar para los refugiados de Kosovo este año, pero sólo 22 por ciento de lo previsto para los refugiados de la región de los Grandes Lagos, en Africa central, y de menos de uno por ciento para Liberia.
Quienes realizan tareas de asistencia humanitaria para los refugiados de Africa y de Yugoslavia piensan que esto se debe, sobre todo, a la diferente importancia otorgada por los políticos y los medios de comunicación al conflicto europeo y a los africanos.
"Las razones para esto, aunqe desagradables y vergonzosas, son obvias", dijo David Rieff, conocido comentarista y autor de libros sobre cuestiones humanitarias en todo el mundo.
"Hay racismo. Es la idea, no importa cuán inconsciente, de que un refugiado rubio es una afrenta a nuestros valores, pero un refugiado africano negro es simplemente un triste dato sobre la situación de la humanidad en este momento de su historia", explicó. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/at/mp/hd ip/99) = 05290742 NYC010