Expertos de la estatal Universidad de Panamá advirtieron que el deterioro de la capa de ozono sobre el país podría provocar el aumento de la incidencia de cáncer de piel, cataratas y deficiencias inmunológicas en la población.
En 43 por ciento de los días de la última estación seca, desde diciembre hasta abril, hubo filtraciones de rayos ultravioletas excesivamente altas, según datos de un estudio sistemático que se viene realizando desde febrero de 1998.
Los responsables del estudio son seis científicos de la Facultad de Ciencias Exactas de la universidad y un meteorólogo de la Comisión Administradora del Canal.
El grupo de expertos efectúa mediciones sistemáticas del ozono estratosférico, la temperatura, la humedad relativa, la presión y otros parámetros.
La capa de gas ozono presente en la estratósfera actúa como un escudo protector contra los efectos negativos de los rayos utravioletas sobre las personas y, contribuye para regular la temperatura sobre la superficie terrestre.
A partir de los años 80 comenzó a registrarse un adelgazamiento de esa capa, que se vincula con las excesivas emisiones de los clorofluorurocarbonos empleados en los sistemas de refrigeración y los aerosoles usados en procesos industriales y para conservar alimentos.
Para medir el nivel de filtración de rayos ultravioletas sobre Panamá se empleó un índice internacional cuyos valores desde cero a cuatro se consideran "bajos", desde cuatro a siete "moderados", desde siete a diez "altos", y por encima de diez "excesivamente altos".
Alfonso Pino, el vocero de los investigadores, dijo que a pesar de los esfuerzos actuales para evitar la emisión de gases peligrosos para la conservación de la capa de ozono, hay días en que la penetración de los rayos ultravioletas "alcanza un nivel alarmante", con valores de 14 puntos del índice empleado.
Los estudios fueron realizados sólo en la capital, pero Pino afirmó que es posible que los registros sean similares en todo el país.
El experto explicó que cuando el índice de radiación utravioleta alcanza valores superiores a diez, como ocurre muchas veces en Panamá, las personas expuestas al sol pueden sufrir quemaduras en la piel en sólo diez minutos.
Quienes se exponen a esos niveles de radiación ultravioleta corren serio peligro de sufrir cáncer en la piel, cataratas y daños en las córneas de los ojos, y deficiencias del sistema inmunológico, indicó Pino.
Ricardo Britton, el presidente de la Asociación Nacional Contra El Cáncer (ANCEC), una organización no gubernamental, afirmó sin embargo que el cáncer de piel causado por la exposición a los rayos ultravioletas no está entre las seis variedades más frecuentes de esa enfermedad en el país.
Britton advirtió de todos modos que las personas, y sobre todo los niños, deben evitar la realización de actividades al aire libre en las horas en que se registra mayor radiación.
El Ministerio de Salud, el estatal Instituto Oncológico Nacional y la ANCEC tienen previsto realizar a partir de julio una campaña que divulgará los resultados de los estudios del grupo de investigadores, y alertará a la población sobre los efectos de la exposición a los rayos ultravioletas.
"No debemos esperar el aumento de los casos de cáncer en la piel o de cataratas para tomar las medidas correctivas necesarias" afirmó Pino.
El experto recordó que en Panamá, como en el resto de los países tropicales, "hay muy poca información disponible sobre la acción de los rayos ultravioletas, el nivel de radiación global y el valor de la capa de ozono estratosférica".
La presencia de ozono en la estratósfera se mide mediante el sistema internacional de "unidades Dobson". El registro de un valor de 220 unidades Dobson implica una filtración de rayos ultravioletas peligrosa, y Pino indicó que ese valor se registró a menudo sobre la capital de Panamá en la última estación seca. (Fin/sh/mp/en/99)