PAKISTAN: Derechos de la infancia no se respetan

Pakistán no adoptó aún los cambios legislativos y administrativos necesarios para mejorar la situación de su infancia, nueve años después de haber ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño (CRC),

Funcionarios del Centro Nacional para el Bienestar y Desarrollo de la Infancia, una dependencia pública, admitieron que la aplicación de la Convención es lenta, y muchos responsabilizan al gobierno por no destinar fondos suficientes a ese fin.

"Cada paso que damos significa casi una lucha con el gobierno, que no es sensible al tema de los derechos. Si la protección de los derechos de las personas fuera una prioridad oficial, la situación sería muy diferente", declaró un funcionario.

El Centro Nacional entregó un informe de seguimiento de la aplicación de la convención a la Oficina de Relaciones Públicas del Comité de la CRC de la ONU en Ginebra. Dicho comité había rechazado el primer informe de Pakistán, y le había dado plazo hasta 1996 para entregar otro.

"La demora que tuvimos para entregar el informe se debe a carencias de personal y de recursos económicos. Ahora terminamos el trabajo, contestamos todas las preguntas del Comité de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), y tratamos de calmar sus inquietudes", comentó el funcionario.

El gobierno consultó a varias organizaciones no gubernamentales (ONG) y a agencias donantes como Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) para aplicar la Convención, indicó el funcionario.

"Estamos revisando y sugiriendo enmiendas a la legislación nacional y provincial respecto del registro de los nacimientos, la justicia juvenil, el trabajo infantil, la educación, la salud y la alimentación", explicó.

Pero el progreso que se obtenga dependerá de los fondos que destine el gobierno, que está arruinado, alegó el funcionario. Las ONG, en cambio, sostienen que el gobierno gasta dinero en defensa, pero no tiene fondos para el bienestar social.

Las iniciativas tomadas hasta ahora fueron superficiales y apenas mejoraron la vida de los niños que trabajan en condiciones peligrosas, son víctimas de violación sexual y pasibles de ser condenados a muerte, entre otras violaciones a los derechos de la infancia.

Los gobiernos carecen de visión y capacidad para tratar la cuestión de los derechos, sostuvo la Sociedad para la Protección de los Derechos del Niño, más conocida como SPARC.

El problema es que "Pakistán no tiene buenos antecedentes en materia de derechos humanos. El país aún tiene leyes que restringen las libertades esenciales", señaló SPARC. La mayoría de la gente es indiferente al hecho de que no se respeten los derechos de los niños, agregó.

Pakistán es el único país de Asia meridional cuya porción del producto interno bruto destinada a la educación se redujo entre 1990 y 1998, según el último informe de desarrollo humano de la ONU.

Pakistán ratificó la Convención el 12 de noviembre de 1990, pero advirtió que la aplicaría de acuerdo con las leyes y valores islámicos tales como la ordenanza Hudood, según la cual los púberes pueden ser condenados a muerte.

Seis años más tarde, el Ministerio de Justicia retiró la reserva luego de consultar al Consejo de Ideología Islámica y concluir que la Convención no se opone a las leyes islámicas.

Sin embargo, la ordenanza Hudood no se vio afectada y los activistas siguen luchando por su revocación con el argumento de que se trata de leyes medievales discriminatorias. "Las niñas llegan a la pubertad mucho antes que los varones", señaló Chaudhry Saifullah de la ONG Sahil.

"¿Quiés es niño y quién es púber? No lo sabemos. El gobierno debería establecer la edad en la cual los niños y niñas dejan de serlo, más allá de su género. Esto solucionaría muchos problemas", sugirió Saifullah.

Cada una de las cuatro provincias de Pakistán tiene leyes diferentes para los delitos cometidos por los niños.

El estado de "Sindh se rige por la Ley de la Infancia de 1955, pero su aplicación es selectiva. La Ley sobre los Delincuentes Jóvenes de Punjab, de 1993, aún no entró en vigor", indicó Nadir Altaf, un abogado de Islamabad.

De los 136 millones de habitantes, 54 millones son niños, para los cuales no alcanzan los tribunales. "Una ciudad grande como Karachi sólo tiene un magistrado para ocuparse de los casos con niños. No existen tribunales específicos para juzgarlos", dijo.

El país tiene sólo dos hogares reformatorio, en Karachi y en Bahawalpur, al sur de Punjab. La mayoría de los delincuentes jóvenes se encuentran en celdas para adultos, aunque separados, observó Altaf. "En esos centros de reclusión hay niños y jóvenes de hasta 21 años", agregó.

La Comisión de Derechos Humanos de Pakistán estimó que al menos 3.480 niños estaban presos en 1998, entre los cuales había varios menores de 12 años. La mayoría había estado esperando su juicio durante más de un año.

Un informe realizado por la Comisión de Derechos Humanos en 1998 citaba el caso de "un niño de 10 años de la localidad de Multan, en Punjab, (que) había estado preso desde los cinco años, acusado de vagancia".

Además, 49 niños convictos fueron sentenciados a muerte y 20 eran de la provincia de Punjab, observan los autores del estudio. (FIN/IPS/tra-en/mr/an/ceb/aq/hd/99

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