Una huelga de transportistas mantiene paralizada a Nicaragua por quinto día consecutivo, sin que haya indicios de una solución, y este fin de semana presuntos paramilitares mataron en la capital a un joven manifestante.
Managua, la única ciudad donde se han registrado enfrentamientos de los manifestantes con la policía, ha empezado a sentir los efectos del paro, y los comerciantes ya no disponen de productos perecederos ni de alimentos básicos.
Marcial Meza, un comerciante, manifestó que si la protesta se prolonga es muy posible que a partir de este martes haya un alza generalizada de los precios.
En la noche del viernes, el gobierno firmó un acuerdo con la minoritaria Coordinadora de Transportistas Democráticos de Nicaragua (COTRADENIC), accediendo, entre otras cosas, a rebajar 9,09 por ciento el precio del combustible diesel.
Andrés Lara, líder de los 10.000 transportistas representados por la Coordinadora Nacional del Transporte, que organiza la huelga, rechazó ese acuerdo, al que consideró parte de "un espectáculo para engañar a la opinión pública, ya que todos los transportistas que firmaron lo hicieron a título personal".
El dirigente restó importancia a los acuerdos suscritos entre el gobierno y la COTRADENIC, asegurando que esa organización sólo representa a cinco por ciento de los transportistas.
"Con los que están en paro, nosotros no dialogamos. Sólo dialogaremos con los que estén dispuestos a desistir del paro", declaró a su vez el ministro de Transporte e Infraestructura, Jaime Bonilla.
Centenares de habitantes de la capital han organizado barricadas y acompañan a los transportistas cuando éstos interrumpen el tránsito por las principales avenidas, en lo que se denomina "tranques".
En el resto del país, la población ha permanecido en general al margen de la protesta, salvo esporádicas manifestaciones callejeras.
En un "tranque" al este de la ciudad, Pablo Alberto Morales López, de 17 años, fue muerto en la medianoche del viernes por el conductor de una camioneta que minutos antes había sido apedredada por los manifestantes.
Doce horas después de la muerte de Morales, las fuerzas policiales capturaron a dos sospechosos que viajaban en la camioneta, y afirmaron que el autor de los disparos ya está plenamente identificado.
En otro "tranque", al sudeste, dos hombres que viajaban en una motocicleta dispararon contra un grupo de personas reunidas en una vivienda, e hirieron gravemente a Adela del Carmen Luna Arana, de 16 años de edad.
El matutino opositor El Nuevo Diario sostuvo que estos hechos podrían significar "el resurgimiento de grupos paramilitares", en el país.
El periódico agregó que en la camioneta desde la cual se disparó contra Morales había un adhesivo con el rostro del presidente Arnoldo Alemán.
El ex presidente Daniel Ortega, secretario general del opositor Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), acusó al gobierno de financiar "bandas paramilitares que asesinan al pueblo".
El sábado, durante la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores, Ortega advirtió que "si ellos (el gobierno) recrudecen la represión estarán provocando la justa furia y lucha del pueblo".
"Si el pueblo se decide a quitar este gobierno no veo que sea ningún problema", añadió, y desafió al presidente Alemán a que "ponga el Estado de Sitio".
"Vamos a ver si nos atemorizamos", dijo, y subrayó que "el Frente Sandinista no vacilaría en tomar las armas para defender la institucionalidad".
Alemán declaró a su vez que sus orientaciones "bien claras y precisas" a la Policía "son parte de la firmeza que el gobierno debe mostrar para detener cualquier intento o pretensiones de algún grupo de desestabilizar el país y hacer correr la sangre en nuestro territorio".
El mandatario negó que esté pensando en decretar un Estado de Sitio, a pesar de que la Constitución habilita al Poder Ejecutivo para hacerlo cuando la estabilidad del país esté en peligro.
"Nosotros nunca cometeríamos el error que se cometió en tiempos pasados de pedir la intervención de tropas extranjeras en Nicaragua", aseguró además Alemán.
"Soy un nacionalista", expresó, añadiendo que él sería "el último" en pedir una intervención estadounidense.
Desde la mañana del sábado no se ha informado sobre incidentes violentos.
El gobierno logró un éxito al firmar en la noche del viernes un acuerdo por cuatro años con los rectores y dirigentes estudiantiles de las universidades estatales, donde se venían produciendo manifestaciones para reclamar mayores asignaciones presupuestarias.
El acuerdo no satisface plenamente las demandas planteadas, pero fija montos presupuestarios anuales mayores que los propuestos inicialmente por el gobierno.
Varios dirigentes estudiantiles anunciaron que van a continuar las manifestaciones, alegando que el pacto "no reconoce lo que verdaderamente corresponde".
Los estudiantes reclamaron partidas presupuestarias por unos 48,5 millones de dólares, o sea 6 por ciento del total, y el acuerdo otorgó unos 36,2 millones de dólares. (FIN/IPS/wg/mp/lb ip/99
