NEPAL: Concluye primera etapa de elecciones nacionales

La democracia de la monarquía constitucional de Nepal mostró señales de madurez con la realización de las terceras elecciones nacionales en nueve años.

Centenas de miles de personas hicieron fila el lunes para entrar a los distritos de votación de las montañas, valles y llanuras de este país a fin de votar por los 205 miembros de la Cámara de Representantes, de la cual emergerá el nuevo gobierno.

Las elecciones se harán en dos etapas debido a las amenazas de los guerrilleros de la izquierda radical. El lunes votaron entre 55 y 60 por ciento de los 5,3 millones de ciudadanos a los que les correspondía votar en esta primera etapa, según cálculos preliminares de la comisión electoral nacional.

El resto de los 13,5 millones de personas del electorado votará el día 17, y el resultado del escrutinio final se dará conocer a fines de mes. La población total asciende a 21 millones.

La jornada electoral transcurrió a pesar de que enfrentamientos entre facciones rivales, ocurridos a unos 200 kilómetros de Katmandú, cobraron tres vidas.

"Estas elecciones no fueron muy atractivas para mí porque ninguno de los candidatos habló sobre los asuntos que yo quería escuchar. Pero voy a votar porque no quiero desperdiciar la oportunidad", declaró a IPS Krishan Maharjan, un granjero de un poblado cercano a Katmandú.

Sin embargo, el empresario Hari Prasai, que vive en la capital, prefirió no votar. "No voy a votar porque no me interesa ninguno de los candidatos", explicó.

Los analistas sostienen que actitudes como la de Prasai, compartidas por un gran sector del electorado, son la causa de resultados poco decisivos que provocaron cambios prácticamente anuales en los gobiernos anteriores.

Sin embargo, Savitri Devi Adhikari, una ama de casa de Katmandú, espera que ganen los candidatos que votó y que le den trabajo a su marido desempleado.

La mayoría de los observadores políticos prevé que el resultado de la votación sea otra vez un parlamento dividido de tal forma que sus funciones queden paralizadas, y las coaliciones rivales seguirán haciendo maniobras para obtener el poder.

El Congreso de Nepal, partido de centro del primer ministro saliente, Girija Prasad Koirala, y el Partido Unido Marxista Leninista de Nepal (comunista) podrían resultar otra vez los más votados, según las encuestas de opinión previas a la votación.

Estos comicios, que iniciaron la segunda década de la democracia instaurada en 1991, marcan el fin de la "fase de transición" de la política nacional, cualquiera sea el resultado, indicaron los analistas.

Los dos partidos principales que surgieron en los nueve años de democracia son el Congreso de Nepal y el Partido Unido. "Están aquí para quedarse", comentó el analista Lokraj Baral.

El Partido Unido se convirtió en una fuerza política moderada, aunque cuando recién apareció, en los primeros tiempos de la democracia, era un grupo de izquierda radical.

La organización experimentó el poder durante nueve meses, entre 1994 y 1995, lo cual templó su carácter, y desde entonces "se desliza gradual y deliberadamente hacia el centro", comentó el diario The Katmandu Post.

El Partido Unido "abandonó por completo su modalidad beligerante y está decidido a convertirse en una alternativa democrática creíble al Congreso de Nepal", agregó el medio.

Las elecciones se desarrollaron bajo la sombra de las amenazas de grupos maoístas armados, que emprendieron una violenta campaña para reemplazar la monarquía constitucional por un estado republicano y comunista radical. Se calcula que murieron cerca de 700 personas en los tres años desde que comenzó el conflicto.

Antes de los comicios, los rebeldes atacaron cuarteles de policía en varios distritos. Muchos electores de las regiones rurales controladas por los maoístas se quedaron en sus casas por miedo a los ataques.

Las elecciones se llevaron a cabo en un momento de apatía generalizada entre los votantes. Seis gobiernos diferentes se sucedieron en el país desde las segundas elecciones nacionales, en noviembre de 1994.

La inestabilidad política enlenteció el crecimiento económico y retrasó los esfuerzos para reducir la pobreza. El ingreso por habitante, calculado en 200 dólares por año, es uno de los más bajos del mundo.

"La experiencia de esos años transmitió un mensaje negativo sobre la democracia, y la mayoría de los votantes se quedaron en sus hogares durante la campaña electoral", comentó el analista Sridhar Khatri, del Centro de Estudios sobre Asia y Nepal.

Todos los partidos políticos proponían la estabilidad como prioridad de sus programas.

Una nueva constitución, promulgada en 1991 después de manifestaciones a favor de la democracia, convirtió al rey Birendra en una figura formal, y así concluyeron tres décadas de monarquía autoritaria.

El monarca instó a los ciudadanos a votar en forma "inteligente y responsable" en un mensaje que dio a la nación antes de las elecciones. (FIN/IPS/tra-en/sp/mu/ceb/aq/ip/99

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