El movimiento migratorio es una de las principales causas de la propagación del sida en zonas fronterizas de América Central, el Caribe y México, según especialistas reunidos en este país, que acordaron un programa epidemiológico conjunto.
Unos 50 investigadores y científicos de ocho países se congregaron el martes y el miércoles en la ciudad mexicana de Tapachula, del sureño estado de Chiapas, con el objetivo de coordinar acciones para frenar la expansión del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
En México se registraron 36.500 casos de sida desde 1983 y habría 200.000 personas infectadas por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante de la enfermedad, se informó en la reunión de Tapachula.
El sida es la tercera causa de muerte en México entre los hombres entre 25 y 44 años y la sexta entre mujeres de la misma edad.
Además, este país ocupa en América Latina el segundo puesto en cuanto a la cantidad de casos, superado sólo por Brasil, señaló Jorge Enrique Celaya, consultor del Programa de las Naciones Unidas de Lucha contra el Sida (Onusida).
La propagación del VIH entre grupos migratorias de México, América Central y el Caribe es preocupante, advirtió Celaya.
El consultor identificó como "un caso especial de alto riesgo" la zona fronteriza entre Ciudad Hidalgo, en Chiapas, y Tecum-Umán, Guatemala, donde "la gente mantiene conductas que la coloca en peligro de infectarse del VIH".
Los especialistas señalaron que los gobiernos deben determinar el uso obligatorio del condón en los burdeles de las zonas fronterizas. El consumo de preservativos en México es en promedio de 0,5 por persona al año.
El gobierno promueve su uso como recurso más conveniente para prevenir el sida, pero organizaciones no gubernamentales afirmaron que la policía ha detenido a personas que repartían condones en la calle como acción de lucha contra la enfermedad.
Los investigadores y los funcionarios de salud presentes en Tapachula resolvieron también recomendar controles más estrictos por parte de las autoridades de migración y de los ministerios de Relaciones Exteriores y de Trabajo de los países involucrados.
La intención es lograr la coordinación entre los países representados en la cita de Tapachula de las medidas de supervisión aplicadas en las rutas utilizadas por jornaleros agrícolas y otros trabajadores que buscan empleo fuera de su lugar de origen, explicaron.
Tales medidas favorecerían la implementación de un programa epidemiológico conjunto para detectar nuevos focos de transmisión y seguir la pista del VIH en la región.
Los especialistas aclararon que no promueven medidas contra el tránsito fronterizo ni contra los derechos de los emigrantes.
En la frontera sur de México se prestará más atención a prostitutas, jornaleros agrícolas, niños de la calle y marinos, "que son la población de más alto riesgo de contraer y propagar el sida, por su constante movimiento", dijo Guillermo Egremy, del Consejo Nacional de Prevención y Control del Sida (Conasida).
Egremy señaló que el ayuntamiento de Ciudad Hidalgo, el principal punto de acceso entre México y Guatemala, estableció ya como obligatorio el uso del condón en prostíbulos y realiza revisiones médicas periódicas a la población de mayor riesgo.
Participaron en la reunión representantes de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y de Onusida. (FIN/IPS/pf/ff/he/99
