MEXICO: El tradicional taco a la conquista de Europa

La tortilla de maíz, materia prima del popular "taco" y alimento básico en México, donde se consumen 400.000 millones de unidades, invadió Estados Unidos y tiene en la mira el paladar de los europeos.

Rellenos de carne de pollo, bovina o de cerdo, verduras guisadas de un sin fin de maneras y aderezados con salsas picantes, los tacos mexicanos son un alimento que conquista cada vez un mayor número de paladares en países de América Central y del Sur, además de Estados Unidos.

El Grupo Maseca (Gruma), fundado hace 50 años, coloca en Estados Unidos 60 millones de tortillas al día y este año pretende obtener ventas en ese mercado por 720 millones de dólares, 100 millones más que en 1998.

Las ventas de tortillas de maíz y de trigo y de otros productos derivados crecen 11 por ciento al año en Estados Unidos, donde Gruma provee 50 por ciento del total del platillo.

El director de Gruma Corporation, Martín Ricoy, informó que 56 por ciento de los ingresos anuales del consorcio proceden de sus exportaciones.

La población no latina consume 30 millones de las tortillas que la firma mexicana vende en Estados Unidos, estima Ricoy. Gruna apunta ahora hacia Europa.

El consorcio mexicano proyecta invertir 210 millones de dólares en 1999, de los cuales 70 millones serán utilizados para expandir el negocio en Estados Unidos y para concluir su primera fábrica en Europa, al noreste de Londres.

La empresa, que opera 64 plantas distribuidas en siete países y con una capacidad de molienda de 4,5 millones de toneladas de maíz al año, cree tener la receta exacta para conquistar consumidores europeos.

La compañía decidió comenzar por establecerse en Gran Bretaña debido a que ese país es el principal consumidor de productos de harina de maíz en Europa, según estudios de Gruma.

Actualmente, la empresa mexicana distribuye sus productos en Alemania, España, Francia y Holanda.

Gruma posee activos por 1.700 millones de dólares y 1.000 millones de dólares en capital, y exporta 1.500 millones de dólares al año. Al cumplir 50 años, el proyecto más ambicioso del consorcio es competir en el mercado con el gigante de la industria del pan en México: Bimbo.

Atraída por un rubro que factura al año 4.000 millones de dólares por la venta de pan azucarado y pastelillos, Gruma aspira a arrebatar un buen trozo de ese banquete.

Así, incursiona ya en la comercialización de pan en algunas zonas del norte de México donde introdujo la marca Brady y, a nueve meses del lanzamiento de ésta, participa ya con el 22 por ciento del mercado en la norteña ciudad de Monterrey, la segunda en importancia en el país.

A finales de junio, la firma prevé iniciar actividades en cinco importantes ciudades, incluida Guadalajara, capital de Jalisco, en el occidente mexicano.

La decisión de competir con Bimbo, líder nacional de la industria panificadora durante décadas, forma parte de la estrategia para modernizar la distribición masiva de tortilla.

Gruma incorporará una importante flotilla de transporte con la que surtirá ambos productos.

Con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el consorcio lleva a cabo un plan piloto en el estado central de Guanajuato, donde 7.000 familias se alimentan con una tortilla rica en vitaminas y minerales.

El presidente del programa coordinado por la Universidad de California en Los Angeles, James Wilkie, explica que "la revolución verde" en el procesamiento de alimentos nutritivos básicos contribuirá a mejorar la salud de los sectores populares de la población.

Además, elimina el desperdicio de agua y energía eléctrica, produce cosechas orgánicas, sin pesticidas, y busca el beneficio del productor, afirma Wilkie.

Sobre esas bases, Gruma impulsa la industrialización de la "tortilla ecológica", que nutra y proporcione energías, además de estimular el desarrollo mental de los niños mexicanos.

De acuerdo con Unicef, la desnutrición es la causa de la muerte de unos 30.000 infantes cada año en México, mientras otros siete millones mal alimentados están condenados a vivir poco y en malas condiciones física y mentales.

Investigaciones del Instituto Nacional de Nutrición (INN) dan cuenta de que la milenaria tortilla, el alimento más consumido en el país, sobre todo en las zonas rurales, es ahora un producto de limitada nutrición.

Peor aún, de acuerdo con el instituto, en algunos casos, la tortilla semiindustrializada puede contribuir a crear algunos problemas de salud.

Con la creación de la harina vitaminizada, Gruma sostiene que deja establecidas las normas mundiales para la industrialización del maíz a un bajo costo para el consumidor.

"Nuestra idea es aprender del pasado para capitalizar las experiencias y aumentar la alimentación nutritiva básica a precios que beneficien a la población", asegura Wilkie. (FIN/IPS/pf/mj/dv if/99

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