La Cumbre Económica del Mercosur 1999, que se inicia este miércoles en Santiago de Chile, buscará dar luces para fortalecer a América Latina en el nuevo milenio, pese a las tinieblas en que la crisis eléctrica mantiene a este país.
Representantes estelares del mundo empresarial, financiero y académico se darán cita en este encuentro organizado por el Foro Económico Mundial (FEM), que tendrá también como animadores a tres presidentes, un vicepresidente y numerosos ministros.
Aunque los apagones agobian a los chilenos desde principios de abril, esta reunión tiene como telón de fondo un luminoso optimismo, donde se advierte que ya pasó lo peor de la crisis para los latinoamericanos y que ahora viene la estabilización.
Esta es la tercera cumbre económica anual del Mercado Común del Sur (Mercosur), luego de las de Brasil y Argentina, que convoca el FEM, una asociación internacional de empresarios, políticos e intelectuales fundada en 1971, con sede en Ginebra.
"Como fortalecer América Latina para el próximo milenio" es el lema de esta cumbre que inaugurará el presidente de Chile, Eduardo Frei, y a la cual asistirán los mandatarios de Argentina, Carlos Menem, y de Uruguay, Julio María Sanguinetti.
El vicepresidente de Bolivia, Jorge Quiroga, completa el elenco de primer nivel político, junto a cancilleres, ministros de Comercio, Finanzas, Educación y Economía, y otros altos funcionarios de América Latina, España y Portugal.
Jeffrey Sachs, director del Harvard Institute y uno de los "gurús" de las finanzas mundiales, y Guillermo Calvo, profesor de la Universidad de Maryland, quien predijo la crisis mexicana en 1994, están entre los intelectuales de esta cumbre.
Otro de los conferencistas de renombre es Thomas McLarthy, embajador especial para América Latina hasta julio de 1998 del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, hombre clave en la negociación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
El encuentro político-económico y empresarial del FEM se lleva a cabo precisamente a poco más de un año del lanzamiento formal del proceso constitutivo del ALCA en la II Cumbre de las Américas, efectuada en Santiago en abril de 1998.
"Estoy optimista", dijo McLarthy este lunes en la capital chilena al vespertino La Segunda, a propósito de la situación que atraviesa América Latina en el contexto de la crisis internacional que estalló en Tailandia en julio de 1997.
"Ya ha pasado lo peor en Brasil y la región está mostrando fortalezas", añadió el ex embajador especial de Clinton, advirtiendo sin embargo que América Latina debe seguir adelante con reformas que den confianza a los mercados internacionales.
En las palabras de McLarthy, debe seguirse adelante con las "políticas fiscales responsables", que aluden a la reducción del déficit mediante el control del gasto, como principal instrumento de contención de presiones inflacionarias.
Estos aspectos serán seguramente tratados por los más de 500 participantes en esta tercera Cumbre Económica del Mercosur, que tendrá también como protagonistas a organismos internacionales vinculados a la marcha de la economía.
El uruguayo Enrique Iglesias intervendrá no sólo en calidad de presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, sino también como uno de los tres copresidentes de este encuentro, encabezado también por el suizo Gran Lindahl y el canadiense John Wilson.
Los ajustes fiscales señalados por McLarthy serán uno de los temas clave del encuentro, así como las reformas institucionales y la reestructuración financiera que necesita América Latina para insertarse en el escenario mundial del tercer milenio.
En la perspectiva más coyuntural, el protagonista principal de este encuentro será Brasil, que de algún modo tendrá que rendir examen frente a la comunidad empresarial mundial sobre la forma en que está enfrentando la crisis.
El canciller Luiz Felipe Lampreia encabeza la delegación de Brasil, que incluye al ministro de Educación, Paulo Renato Souza, así como a ejecutivos de dos grandes empresas con sede en ese país: Herbert Demel, de Volkswagen, y Jorma Halonen, de Scania.
Klaus Schwab, fundador y presidente del FEM, dijo que el papel de esta organizaciín consiste sobre todo en actuar como "facilitadora" de las relaciones entre los empresarios y los gobiernos para enfrentar en conjunto los desafíos futuros.
En esta línea, el foro está impulsando hoy dos proyectos para constituir comunidades globales de "compañías en rápido crecimiento" y de "líderes del mañana", que también serán objeto de la cumbre en Santiago de Chile.
Las compañías en rápido crecimiento comprenden sobre todo a la mediana empresa, una de las principales generadoras de empleo en la región, mientras que el proyecto de líderes del mañana se enmarca en el escenario global de la posguerra fría.
Una de las preocupaciones de la comunidad empresarial mundial es remover las barreras burocráticas e institucionales que en muchos de los países latinoamericanos entorpecen el desarrollo de las empresas medianas, según los planteamientos de Schwab.
Del mismo modo, el FEM busca trasladar a América Latina el interés que viene desplegando desde 1992 por los nuevos liderazgos, que en las condiciones del mundo de la posguerra fría adquieren necesariamente una impronta global.
El FEM, conocido también como Foro de Davos, realizó en abril su cumbre anual, la cual, en consonancia con los vientos globalizadores, fue transmitida en vivo por Internet y seguida por más de 25.000 personas.
Esta experiencia virtual se repetirá en esta Cumbre Económica del Mercosur, según anunció la secretaría organizadora del encuentro, que transmitirá algunas de las sesiones plenarias a través del sitio http://live99.weforum.org. (FIN/IPS/ggr/ag/if/99