El nuevo presidente de Italia, Carlo Azeglio Ciampi, llamó hoy a la paz en Yugoslavia en su discurso de asunción ante el parlamento.
El discurso de Ciampi, ex ministro de Hacienda propuesto por el gobierno de centroizquierda, se concentró en la guerra en Yugoslavia, pero subrayó además la importancia de la unidad nacional y el papel de la Unión Europea, cuya ampliación defendió.
"La agresión contra los inocentes, la extirpación de los pueblos de su tierra natal, han llevado a Europa el horror del odio racial", dijo el décimo presidente de la historia italiana al referirse a la situación en Yugoslavia.
Esa "trágica realidad de violencia, de lutos, de destrucciones que angustian cada día" fue lo que determinó "la inevitabilidad del recurso de las armas", afirmó, en alusión a los ataques de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a Yugoslavia.
Ciampi planteó la necesidad de que se haga sentir la "voz de la política y la tenacidad de la negociación para que se garantice el respeto a los derechos humanos y una paz verdadera, que puedan ser establecidos juntos y de inmediato".
Cada foco bélico en Europa es "una herida abierta en la misma Unión Europea y en sus valores", agregó el sucesor del ex democristiano Oscar Luigi Scalfaro.
"La paz duradera puede alcanzarse sólo ampliando los confines de la Unión, que se basa en el principio de la inclusión, no de la exclusión", dijo.
"La seguridad y el futuro de la región balcánica no radican en la multiplicación de pequeños Estados nacionales, sino que en el diseño de un camino (…) de ciudadanía europea para los pueblos que en el continente han vivido y viven su identidad histórica", afirmó.
"Este esfuerzo europeo por una paz que no debe ser solo un armisticio debe ver en primera línea a los italianos, que tenemos el honor de convivir, en la ciudad de Roma, con una suprema institución de paz, la Iglesia católica", sostuvo Ciampi.
"Con la ayuda de Dios, con la confianza de los italianos, seré fiel a mi juramento, a los valores de libertad, de justicia, de democracia, que son los fundamentos de la constitución republicana", dijo el nuevo presidente al concluir un discurso de media hora.
Los dos partidos que no votaron por Ciampi a la presidente, la separatista Liga Norte y el grupo izquierdista Refundación Comunista, fueron los únicos que cuestionaron el discurso del nuevo presidente, un católico de 78 años.
Ciampi fue elegido por el parlamento el 13 de mayo por amplia mayoría, con respaldo incluso de grupos opositores de centroderecha.
El flamante presidente jugó un papel fundamental en la inclusión de Italia entre los primeros países que adoptan el euro, la moneda común europea.
La elección presidencial en Italia se realiza en forma indirecta, aunque son cada vez más los ciudadanos que postulan una votación directa como mecanismo para el futuro.
Ciampi es casado, tiene dos hijos, y fue gobernador de la Banca Italia (banco central) entre 1979 y 1993 y jefe de gobierno entre 1993 y 1994. (FIN/IPS/jp/mj/ip/99