Campesinos de India se sumarán a la Caravana Intercontinental 99 que comienza este lunes y recorrerá Europa durante un mes para protestar contra las compañías transnacionales que compiten con la agricultura india.
"Visitaremos las oficinas de Monsanto y otras grandes compañías de semillas para preguntarles por qué quieren destruirnos", explicó Omkar Singh, un cultivador de mostaza del estado de Haryana, miembro del Sindicato Bharatiya Kisan, que agrupa a agricultores del norte de India.
Omkar es analfabeto pero entiende muy bien el peligro que representan las multinacionales para la agricultura india, que a pesar de su supuesta ineficacia brinda alimento barato a la población de casi 1.000 millones de habitantes y es uno de los pilares de la economía del país.
El año pasado, Omkar era uno de los miles de cultivadores de mostaza que quedaron arruinados cuando el gobierno prohibió la venta de aceite de mostaza, básico en la cocina del norte de India, y encargó un millón de toneladas de aceite de soja genéticamente preparado por Monsanto, de Estados Unidos.
El gobierno se vio obligado a prohibir el aceite de mostaza porque parte de la producción estaba adulterada, lo cual causó hidropesía a cientos de personas. Al menos 50 murieron sólo en la capital.
Cuando Omkar supo de la Caravana Intercontinental 99, que organiza la gira de un mes de los agricultores por Europa, se adhirió de inmediato a la iniciativa. "Es la primera vez que me alejo de mi granja, mi familia y mi pueblo por tanto tiempo", comentó.
Omkar señaló que estaba ansioso por acompañar a los 400 agricultores indios que se manifestarán en Colonia, Alemania, cuando se realice la próxima cumbre del Grupo de los Ocho (G-8), en junio.
El G-8 está integrado por los siete países más industrializados del mundo, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón, más Rusia.
"La caravana también hará manifestaciones frente a la sede central de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Ginebra, la Comisión Europea en Bruselas y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en París", anunció el organizador, profesor Nanjundaswamy antes de salir para Europa.
Nanjundaswamy dirigió en noviembre un movimiento en Karnataka de sabotaje a las plantaciones de Monsanto luego de que el gobierno de India diera a la compañía un permiso, en forma clandestina, para probar semillas de algodón genéticamente modificadas en 40 localidades.
Nanjundaswamy, que dirige el KRRS, el movimiento de agricultores más grande del sur de India, justificó el sabotaje porque Monsanto, aseguró, es responsable de los suicidios de agricultores arruinados del sur del país, a raíz del fracaso de las cosechas de algodón.
El poderoso Foro Nacional de Trabajadores de la Pesca, que se opone a la pesca de langostinos y a la pesca mecanizada porque les quita el sustento, participa también de la Caravana, junto con organizaciones de agricultores como el KRRS y el BKU.
Algunos movimientos populares como el Narmada Bachao Andolan, que representa a los agricultores y a las tribus desplazadas del valle de Narmada, al oeste de India, y grupos de mujeres como la Asociación de Todas las Mujeres de India, también enviarán delegados.
"El nuevo siglo será testigo de un progreso espectacular en la ingeniería genética y la biotecnología, pero también habrá millones de personas que sufrirán hambrunas y escasez de agua potable", declaró Swaraj Lamba, presidenta de la asociación de mujeres.
Lamba señaló que la lucha no es sólo contra las multinacionales sino también contra la nueva cultura de la "llamada sociedad del conocimiento" para la cual la producción de armas nucleares no es inmoral, y a la que India pretende acceder.
"Este país (India) necesita, en forma desesperada, que se hagan inversiones en educación, salud y agricultura, y no en armas de destrucción masiva", sostuvo.
"Denunciamos las pruebas nucleares que hicieron India y Pakistán, pero también nos oponemos a la hipocresía de los gobiernos occidentales que alientan los monopolios que, de ser compartidos, podrían beneficiar a toda la humanidad", explicó.
Nanjundaswamy declaró que los objetivos de la Caravana no se lograrán, seguramente, en el corto plazo y que por lo tanto no dedicarán mucho tiempo a las multinacionales y los políticos sino que se concentrarán en "los contactos de persona a persona".
De hecho, los agricultores recibirán en Europa el apoyo de organizaciones populares de mentalidad similar, y se alojarán en iglesias, granjas y estadios deportivos, dónde vivirán austeramente. "Estamos acostumbrados a vivir en condiciones difíciles", aseguró Onkar.
Los comités de bienvenida fueron organizados en varios países de la Unión Europea por organizaciones agrícolas como la Confederación de Agricultores de Francia, la Asociación Agrícola de Alemania, EuroDusnie de Leiden, Leoncavallo de Milán, y organizaciones de Mujeres como Espace Femmes International, de Francia.
Pero la Caravana es muy selectiva respecto de sus apoyos. "No nos dejaremos seducir por las instituciones que muestran que hacen consultas democráticas a la sociedad civil para poder ocuparse de sus verdaderos intereses", advirtió Nanjundaswamy.
"Una de las razones de nuestra visita a Europa es que queremos dejar en evidencia a las organizaciones del Norte (industrial) que dicen hablar de parte de los pobres del Sur (en desarrollo) sólo porque nosotros no estamos cerca para expresar nuestro punto de vista", explicó.
"No queremos dinero, ni tecnología ni modelos de desarrollo de Occidente, y nos negamos a ser usados como armas políticas para pedir a las elites reformas que jamás exigimos", declaró. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/ceb/aq/if-dv/99