El Sindicato de Maestros y Profesores de Guyana anunció que este martes se unirá a la huelga que realizan cerca de 15.000 empleados públicos desde fines de abril, en demanda de un aumento salarial de 40 por ciento.
El personal docente soportó salarios bajos, maltratos verbales y hasta físicos por parte de los padres de los estudiantes, así como repetidos rechazos a su pedido de aumento salarial durante mucho tiempo.
Por todo esto, el viernes los maestros anunciaron que ya no tolerarán más la indiferencia del gobierno y entrarán en huelga.
El gobierno, por su parte, advirtió que sólo puede pagar un aumento de 4,6 por ciento.
"Lo único que podemos hacer ahora es quedarnos en casa e iniciar la huelga el martes, luego de cumplido el plazo de 72 horas que le dimos al gobierno como ultimátum", anunció el presidente del sindicato, Bertram Hamilton.
La huelga de maestros y profesores será un golpe para el gobierno de Janet Jagan, que no creyó que el Sindicato de Empleados Públicos de Guyana fuera capaz de convocar una huelga masiva entre sus funcionarios.
Los 9.000 profesores y maestros del país no utilizaron la medida de presión durante la última década. Ahora, esta huelga podría afectar a los estudiantes que deben preparar los exámenes de mitad del año del Consejo de Exámenes del Caribe.
"Hace meses que queremos una entrevista con el ministro de Finanzas y no se nos concede", explicó Hamilton a la prensa, cuando el sindicato anunció que entraría en huelga.
Los maestros y profesores abandonan el país en grandes cantidades para ocupar puestos más atractivos en Botswana, Nigeria y algunas islas del Caribe, dónde sus salarios son cuatro veces más altos que en este país.
Más de 100 maestros y profesores se fueron a Botswana a comienzos de este año y se estima que una cifra similar se irá a medida que avance el año.
El salario de un profesor con grado universitario ronda los 177 dólares por mes en este país. El alquiler de una casa de dos dormitorios en la ciudad cuesta lo mismo.
En consecuencia, los profesores complementan sus ingresos dando clases particulares a los alumnos que tienen dificultades para seguir sus cursos y a aquéllos que deben dar exámenes.
Los cursos extracurriculares, como se los llama, llegan a tener hasta 70 estudiantes, que pagan 11,76 dólares por mes cada uno. A veces, esas clases se dan pocas horas antes del comienzo de los cursos regulares, y otras veces transcurren al final de la jornada escolar o liceal.
El Ministerio de Educación y algunos padres critican esta práctica, pero otros sostienen que el éxodo de profesores hacia otros países u otras áreas laborales hizo descender el alfabetismo en este país que tenía 96 por ciento de alfabetizados, una de las tasas más altas del mundo.
Actualmente, las cifras oficiales indican 70 por ciento de alfabetización, pero dichos números no fueron confirmados.
Por su parte, el Sindicato de maestros y profesores se reunirá el martes para aprobar la decisión de la dirección de iniciar la huelga. El anuncio se hizo cuando miles de funcionarios públicos marchaban por las calles de la capital en demanda de mejores sueldos.
La huelga abarca a casi todo el departamento de aduanas, por lo cual, altos funcionarios tuvieron que procesar, en los últimos días, toneladas de bienes perecederos. El resto de las cosas permanecerá en los muelles hasta que la huelga se termine, anunciaron los funcionarios.
Enfermeras, funcionarios de la aduana, funcionarios administrativos del equipo de seguros del estado, y muchos otros integran la huelga. Otros sindicatos, como el de los empleados municipales, anunciaron que se unirán a la huelga a fines de esta semana.
Los empleados del sistema de transbordadores también pararon, y dejaron toneladas de cosechas, recién entregadas por los agricultores, estacionadas en los márgenes de los tres ríos principales.
La Comisión de Defensa Civil hizo un pedido público de ayuda a los hospitales.
El gobierno dio marcha atrás en su decisión de esperar que los huelguistas se cansen y el viernes el gabinete autorizó a un equipo de altos funcionarios ministeriales a entrar en conversaciones con el sindicato.
Anwar Hussain, el primer vicepresidente del Sindicato de Funcionarios Públicos, aseguró que no habrá más conversaciones a menos que el gobierno retire los cargos presentados contra tres líderes sindicales por organizar y participar en una manifestación ilegal a comienzos de la semana pasada.
"Si quieren que intensifiquemos la huelga, por supuesto que lo haremos", agregó Hussain.
Por su parte, el ministro de Finanzas, Bharrat Jagdeo, declaró que el gobierno debe atenerse a las fuertes constricciones impuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y por lo tanto no puede ofrecer nada mejor a los funcionarios públicos. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/ceb/aq/lb/99