GUINEA BISSAU: Militares enjuiciarían a presidente derrocado

Los militares que tomaron el poder en Guinea Bissau después de una guerra civil de once meses podrían enjuiciar por corrupción al derrocado presidente Joao Bernardo Vieira.

Vieira pidió y obtuvo el asilo de Portugal, la ex potencia colonial de Guinea Bissau, cuando fuerzas rebeldes vencieron a las del gobierno el jueves.

Pero el futuro del ex mandatario depende de las negociaciones en curso entre los militares rebeldes, encabezados por el ex comandante del ejército general Ansumane Mane, y dirigentes políticos.

Además de los cargos de corrupción, Vieira podría enfrentarse al de contrabando de armas dirigido a la guerrilla separatista del sur del vecino Senegal.

Ese punto desencadenó el levantamiento militar en 1998, cuando Vieira acusó a Mane del contrabando. El general rechazó la acusación y encabezó la rebelión que concluyó el jueves cuando sus fuerzas vencieron al gobierno.

La guerra destruyó la mayor parte de la infraestructura del país de Africa occidental. Cientos de miles de civiles debieron abandonar sus hogares en Bissau, y cientos murieron en los combates, muchos de ellos en la ofensiva final del jueves.

Las fuerzas leales a Vieira se rindieron menos de 24 horas después del ataque de las tropas rebeldes al mando de Mane. El ex presidente huyó y pidió asilo en la embajada portuguesa mientras los vencedores ocupaban el palacio presidencial y le prendían fuego.

Aparentemente, la población está contenta de verse librada de Vieira, a quien votaron por abrumadora mayoría hace casi cinco años en las primeras elecciones democráticas del país. Pero el líder había perdido popularidad porque privatizó el país a intereses extranjeros.

Aunque aún quedan soldados leales escondidos, el país parece unido nuevamente. Los rebeldes ya no tienen oposición efectiva.

Aunque la guerra civil haya terminado, seguirá repercutiendo en la región francófona africana y en Francia, que perdió en su intención de obtener mayor influencia, a costa de Portugal, en la zona.

Cuando la rebelión comenzó en junio, los vecinos francófonos de Guinea Bissau, Guinea y Senegal, enviaron miles de soldados con la esperanza de sofocarla rápidamente.

La invasión a la nación soberana se justificaba en que el líder rebelde supuestamente armaba clandestinamente a un grupo insurgente que lucha por la autonomía de Casamance, en el sur de Senegal.

Pero un informe del parlamento de Guinea Bissau halló a Mane inocente del tráfico de armas y en su lugar implicó a Vieira. Se cree que el ex presidente podría haber provocado la rebelión para encubrir sus delitos.

Las potencias occidentales conocían el informe legislativo cuando comenzó la rebelión. El presidente senegalés Abdou Diouf también lo sabía cuando su ejército invadió para defender a Vieira. Mientras, más de 90 por ciento del ejército de Guinea Bissau apoyaba al rebelde Mane.

La acción de Diouf quizá se explique porque pensaba que Vieira sería fácil de controlar.

Pero pecó de soberbia. Aunque el ejército senegalés está mejor equipado, los soldados de Guinea Bissau luchaban en su propio territorio y tenían más experiencia, luego de haber librado y ganado una ardua guerra colonial contra Portugal. Francia prácticamente concedió sin problemas la independencia a Senegal.

Luego de meses de lucha sin sentido, Portugal intentó mediar en la disputa y los estados lusófonos ofrecieron el envío de fuerzas de paz, pero los países francófonos de Africa occidental le recordaron a Lisboa que la zona ya no era de su influencia.

Entre los países de Africa occidental, Guinea y Senegal ya se habían declarado a favor de Vieira.

Nigeria, principal respaldo de la fuerza de paz de la región, conocida como Ecomog, no tenía interés en participar en la disputa ya que Senegal y otros estados francófonos no enviaron soldados para ayudar a resolver el conflicto en Sierra Leona.

Tras meses de fallida diplomacia, un acuerdo finalmente se alcanzó en noviembre. Pero el plan estuvo mal concebido y, finalmente en marzo, los miles de soldados de Senegal y Guinea fueron sustituidos por menos de 600 fuerzas de paz desarmadas de Ecomog.

Sólo era cuestión de tiempo para que Vieira fuera derrocado.

Pocos creen que Senegal se hubiera involucrado en Guinea Bissau sin el consentimiento de Francia. El viernes, fuerzas rebeldes arrojaron 15 cohetes contra el centro cultural francés en Bissau, similar al museo parisino Georges Pompidou y uno de los pocos edificios modernistas de la capital.

También atacaron la embajada senegalesa. El sábado, decenas de funcionarios franceses y senegaleses en Bissau huyeron de la capital.

El mal manejado cambio de moneda en 1997, del peso al CFA, la moneda de la región africana francófona, quizá haya ayudado a arrojar a la tranquila nación al caos de la guerra civil.

Financiado por Francia, el cambio de moneda tenía el fin de integrar a Guinea Bissau a la región. Pero los 1,1 millones de habitantes tuvieron menos de nueve meses de aviso antes de que se aplicara la medida, y hubo pocos estudios sobre las consecuencias económicas que provocaría.

El poder adquisitivo descendió y los soldados tuvieron un fuerte incentivo para vender el poder de sus rifles al mejor postor.

Senegal hace tiempo que sospecha que Guinea Bissau conspira con los separatistas de Casamance. La población en ambos lados de la frontera pertenece al mismo grupo étnico y la zona formó parte de la colonia portuguesa hasta 1888, cuando fue adquirida por Francia e integrada al territorio senegalés.

Ahora, el resentimiento contra Senegal por haber invadido Guinea Bissau cementó el lazo y convirtió el problema interno de Senegal en uno de la región.

Los rebeldes de Casamance intensificaron sus ataques en las últimas semanas, incluso uno contra el aeropuerto de la capital regional, Zinguinchur, que mató a 19 personas. (FIN/IPS/tra-en/dh/mn/aq/ip/99

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