La economía internacional enfrenta el peligro de una nueva y más intensa crisis como consecuencia de que el dólar es ahora la única moneda de uso común, señalaron hoy empresarios dirigentes del Foro Económico Mundial.
La advertencia fue formulada por los copresidentes del foro, el canadiense John Willson y el suizo Göran Lindahl, en la conferencia de prensa conclusiva de la tercera Cumbre Económica del Mercosur, celebrada en Santiago de Chile desde el miércoles.
El sombrío pronóstico contrastó con el optimismo con que los empresarios analizaron la forma en que América Latina está enfrentando la actual crisis, con elogios al Mercado Común del Sur (Mercosur) y en particular a Chile y Brasil.
El brasileño Salomao Ioschpe, portavoz en esta reunión de las empresas en rápido crecimiento y de los "líderes del futuro", subrayó la responsabilidad de los organismos multilaterales ante la amenaza de nuevas turbulencias financieras.
El Foro Económico Mundial, una fundación integrada por 600 grandes empresarios, líderes políticos y académicos con sede en Ginebra, organizó este encuentro para analizar el fortalecimiento de América Latina y el Mercosur ante el nuevo milenio.
Los representantes de 26 países que se dieron cita en Santiago debatieron permanentemente el tema de las tasas de interés como instrumento de reactivación de las economías del Sur tras los impactos de la crisis iniciada en Tailandia en julio de 1997.
El temor fundamental radica en que el secretario de la Reserva Federal de Estados Unidos, Allan Greenspan, pueda aumentar las tasas en su país ante los riesgos que implican la presión mundial sobre el dólar y la sobrevaloración de los títulos bursátiles.
Lindahl dijo que las acciones de las empresas estadounidenses no podrán seguir soportando ganancias en torno a 40 por ciento y calificó como negativo el hecho de que, a partir de la crisis, el dólar se haya transformado en la única moneda mundial.
Antes de la crisis, señaló el empresario suizo, predominaban tres monedas en transacciones internacionales, el dólar, el yen japonés y el franco suizo asociado al marco alemán, desplazadas ahora por la demanda exclusiva de la divisa estadounidense.
El euro, adoptado desde el 1 de enero por la Unión Europea en su proceso de integración monetaria, "no es aún lo fuerte que esperábamos", lo cual facilitó la concentración de las demandas de divisas en el dólar, indicó Lindahl.
El copresidente del Foro Económico Mundial dijo que carecía de una bola de cristal para pronosticar un vuelco negativo en la economía estadounidense, pero advirtió que un alza de las tasas en ese país puede gatillar una nueva crisis.
Willson, quien se encontraba en Tailandia cuando irrumpió la crisis en 1997, admitió que los gobiernos, los organismos multilaterales y los analistas de riesgo fueron incapaces de prever los problemas que se gestaban en el sudeste asiático.
"Uno llega a pensar que esto que está fuera de control puede seguir estando fuera de control. Hay que estar siempre cauteloso y vigilante. Hay un claro peligro con el dólar como única moneda y no me extrañaría una nueva crisis a partir de ahí", dijo.
"Con una sola moneda, controlada por el país más poderoso del mundo, todos vamos a perder parte de nuestra libertad", comentó el empresario canadiense, quien es presidente y director ejecutivo de la empresa Placer Dome.
Con respecto a América Latina, los empresarios subrayaron en sus análisis el control del impacto de la crisis, no sólo en Brasil, sino también en Venezuela, país que pese a sus problemas está resistiendo los embates de las turbulencias internacionales.
El encuentro del Foro Económico Mundial insistió en la necesidad de que los gobiernos fijen marcos regulatorios amplios y claros, que faciliten la expansión de las empresas sobre la base del estímulo a la iniciativa privada.
Plantearon igualmente que es preciso promover las inversiones privadas en infraestructura, ya que las redes de energía, las telecomunicaciones y las carreteras están en muchos casos obsoletas y atentan contra los procesos de integración.
La consolidación de los procesos democratizadores y las inversiones en educación, "como el mejor medio para combatir la pobreza", fueron igualmente objetivos planteados en este encuentro económico mundial. (FIN/IPS/ggr/ag/if/99