ESTADOS UNIDOS: Cada vez más adolescentes asesinados y suicidas

Un estudio realizado en todo el trerritorio de Estados Unidos indicó un agudo incremento en la cantidad de adolescentes muertos por homicidio o suicidio en los últimos 20 años.

La información se dio a conocer dos semanas después de que el asesinato de 15 personas en un colegio del estado centrooccidental de Colorado, por parte de dos jóvenes que luego se suicidaron, conmoviera al país.

En el informe, realizado por la independiente Oficina de Asesoramiento sobre Políticas de Salud Pública (OAPSP), se señaló que los homicidios y suicidios de adolescentes pasaron a ser, respectivamente, la segunda y la terecra causa de muerte en la población de hasta 19 años de edad.

"En forma creciente, el homicidio y el suicidio se transforman en los mayores riesgos para los jóvenes", afirmó Maria New, directora del Departamento de Pediatría del Centro Médico de la Universidad de Cornell, en Nueva York.

"Debemos reconocer que los tristes acontecimientos de Littleton, Colorado, son indicios de tendencias importantes de violencia adolescente", añadió.

La difusión del informe precedió a una conferencia sobre los jóvenes y la violencia que se realizará este lunes en la Casa Blanca, con la presencia del presidente Bill Clinton. Anteriormente, el Senado recibió testimonios sobre la violencia en los medios de comunicación y su efecto sobre los jóvenes.

La atención prestada al problema por los poderes Ejecutivo y Legislativo es una consecuencia de lo ocurrido en el colegio Columbine de Littleton, un suburbio de la ciudad de Denver, Colorado, donde los habitante son en su mayoría blancos de clase media.

Allí dos adolescentes asesinaron a balazos a 12 de sus compañeros y a un profesor antes de suicidarse.

Ese episodio y sus repercusiones, que incluyeron la cobertura de los funerales de las víctimas por parte de la televisión, conmovieron al país. Fue el peor caso en una serie de homicidios múltiples cometidos por adolescentes en colegios durante los últimos años.

"Los hechos de Littleton fueron un golpe terrible para la nación", escribió un columnista del diario The New York Times.

Esos asesinatos "interrumpieron el intenso interés de la gente en la cuestión de Kosovo", añadió, entre otras cosas porque hicieron que "personas que viven a medio país de distancia de Littleton se sientieran menos seguras".

El público no recibirá consuelo del informe de la OAPSP, titulado "La salud y los jóvenes estadounidenses: un enfoque sobre la mortalidad entre niños y adolescentes".

El estudio, que es una amplia recopilación de otros realizados anteriormente, citó una encuesta de 1997 en el cual casi ocho por ciento de los estudiantes entrevistados dijeron que habían llevado un arma a su colegio en los 30 días previos al momento en el que fueron consultados.

"Los jóvenes estadounidenses están gravemente amenazados por la violencia, los riesgos psicosociales y la pobreza", se sostuvo en el informe.

Según la OAPSP, los factores sociales y psicológicos de riesgo han recibido atención insuficiente de las autoridades de salud pública y el gobierno en general, en comparación con su tradicional énfasis en las cuestiones médicas.

En el informe se indicó también que la mortalidad entre los jóvenes ha caído 95 por ciento entre 1900, cuando distintas enfermedades cobraron un tremendo número de víctimas, y 1995.

De hecho, la mortalidad declinó en forma aguda, 33,5 por ciento, entre 1979 y 1995, pero ese dato alentador oculta el alarmante incremento en las muertes causados por homicidios, suicidios y heridas causadas en gran parte por choques de automóviles y otros "accidentes".

Según el estudio, los homicidios fueron la causa de 14 por ciento del total de las muertes de personas de hasta 19 años de edad en 1995, el último año para el cual se dispone de estadísticas completas.

Los suicidios fueron responsables de siete por ciento, el mismo porcentaje que el cáncer (que fue la causa biológica principal de muertes en el grupo considerado, que abarca unos 75 millones de niños y adolescentes).

Unas 60.000 personas de hasta 19 años murieron en 1995, lo que representa una tasa global de aproximadamente 80 por cada 100.000. Pero la mortalidad presentó variaciones sustanciales en distintos grupos de edad, de género y étnicos.

En 1995, los blancos eran 79 por ciento del total de niños y adolescentes, los negros 14 por ciento, los latinos (que fueron contados como miembros de otros grupos) 14 por ciento, los asiáticos cuatro por ciento y los indígenas del territorio continental y las islas del Pacífico uno por ciento.

Según la OAPSP, el homicidio y el suicidio han alcanzado "proporciones epidémicas entre los afroestadounidenses, y el problema debería ser considerado "una verdadera emergencia nacional de salud pública".

La incidencia del homicidio entre los varones negros adolescentes fue 110 por cada 100.000 en 1995, ocho veces mayor que la correspondiente a los blancos de las mismas características.

La tasa de suicidios entre adolescentes negros (19 por cada 100.000) siguió siendo, en cambio, más baja que entre los blancos, pero se triplicó desde 1980.

El informe concluyó que uno de cada 1.500 varones adolescentes afroestadounidenses muere por homicidio o suicidio cada año.

En la primera infancia, las causas de muerte más importantes siguen siendo el nacimiento prematuro, los traumas en el nacimiento, el bajo peso al nacer y otras causas tradicionales, pero la incidencia de asesinatos y abusos contra niños y niñas ha aumentado en forma significativa desde 1979.

Los niños negros mueren en un porcentaje tres veces más alto que los blancos, de acuerdo con la información recopilada por la OAPSP.

Después de que termina la primera infancia, la principal causa de muerte entre los niños son las heridas causadas sin intención, con 42 por ciento del total. Casi dos tercios de esas heridas se debieron a "accidentes" automovilísticos.

La incidencia total de las heridas ha decrecido gradualmente en el conjunto de la población de hasta 19 años, pero aumentó levemente entre los adolescentes negros.

La OAPSP subrayó que, si se considera el problema en términos de salud pública, casi todas esas heridas pudieron prevenirse, y muchas se debieron a factores psicosociales como el alcoholismo, el abuso de drogas o el hecho de que los padres de las víctimas no se hubieran asegurado de que usaran cinturones de seguridad.

El riesgo de morir por heridas u homicidio antes de los 19 años es mayor en la primera infancia que entre el fin de ésta y los comienzos de la adolescencia, pero luego alcanza un pico en los últimos años de la adolescencia.

Las conclusiones del informe señalaron que el gobierno federal no ha prestado hasta ahora la atención debida a las nuevas causas principales de muerte de niños y adolescentes, incluyendo al homicidio, el suicidio y el abuso de menores.

Por el contrario, el presupuesto para los programas que se ocupan de esos problemas ha disminuido en los últimos tiempos.(FIN/IPS/tra-en/jl/mk/mp/he/99

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