EE.UU.: Gobierno modera política contra terrorismo internacional

La decisión de Estados Unidos de aliviar las sanciones comerciales unilaterales contra Irán, Libia y Sudán no implica un cambio en las relaciones diplomáticas con esos tres países, aclararon funcionarios de Washington, pero otras medidas de política exterior indican lo contrario.

El levantamiento de la prohibición de las exportaciones comerciales de alimentos y medicinas a esos tres estados parece destinado principalmente a satisfacer intereses empresariales de Estados Unidos, opuestos a las sanciones comerciales unilaterales contra potenciales mercados.

Sin embargo, la decisión adoptada la semana pasada también podría indicar una intención de Washington de reducir la tensión diplomática y reconstruir los vínculos comerciales con los tres países, a los que considera "renegados".

Esto es especialmente válido para Irán, con el que el gobierno de Clinton mantiene un delicado relajamiento de la tensión diplomática desde la elección hace dos años del presidente Mohammed Jatami.

Esta última interpretación se basa en la decisión del Departamento de Estado de no calificar a Irán como "el más activo estado patrocinador del terrorismo" en la última edición de su informe anual "Pautas sobre el Terrorismo Mundial", publicado el viernes.

El decreto de Clinton permitirá a empresas estadounidenses vender alimentos y medicinas a Irán, Libia y Sudán pese a su inclusión en una lista de siete países acusados por Washington de practicar o apoyar el terrorismo internacional.

La Cámara de Comercio de Estados Unidos aplaudió la decisión la semana pasada, pero también lamentó que la medida no incluyera a otros países, principalmente Cuba, que integran la lista estadounidense de países terroristas.

"No tiene sentido continuar librando una guerra económica contra las familias cubanas mientras se liberaliza el comercio con Irán, Libia y Sudán", declaró la Cámara, que prometió promover la aprobación de nuevas leyes para permitir la venta de alimentos a La Habana.

Otra medida inesperada fue la liberación el lunes por el Departamento del Tesoro de 24 millones de dólares en cuentas bancarias congeladas pertenecientes a un empresario saudí cuyo laboratorio en Sudán fue destruido el pasado agosto por un ataque con misiles de Estados Unidos.

Washington sostenía que el laboratorio era utilizado para la producción de armas químicas por Osama bin Laden, un militante islámico sospechoso de ordenar los atentados con bombas el año pasado contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania.

Cuando posteriormente salió a la luz que el empresario saudí, Saleh Idris, era el propietario de la fábrica, Washington lo acusó de estar vinculado a Bin Laden y congeló sus activos en Estados Unidos.

Idris demandó entonces al Tesoro para limpiar su nombre y liberar sus activos, negando cualquier relación con Bin Laden y con la producción de armas químicas.

La decisión de liberar sus cuentas representa para Washington una embarazosa admisión de que nunca tuvo pruebas de los cargos contra Idris, según observadores, aunque algunos funcionarios insisten en que el gobierno tiene evidencias pero no las pudo revelar en un tribunal para no exponer fuentes de inteligencia.

Mientras, funcionarios de Washington se encargaron de aclarar que el levantamiento de sanciones comerciales contra los "estados renegados" no significa cambios en el terreno diplomático.

"No es nuestra intención enviar una señal a ningún país en particular", subrayó el subsecretario de Estado para Asuntos Económicos y Comerciales, Stuart Eizenstat, quien presidió la revisión de la política de sanciones del gobierno.

Las medidas "forman parte de una reforma general de las sanciones para asegurar que sean lo más eficaces posible", explicó Eizenstat.

Además, agregó, "la venta de alimentos, medicinas y otras necesidades humanas no aumenta en general la capacidad militar de un país ni promueve el terrorismo".

Por el contrario, su prohibición puede ser contraproducente porque "parece castigar a gente inocente" y porque tiene un impacto negativo en intereses estadounidenses, por ejemplo en la comunidad agrícola, señaló Eizenstat. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/mlm/ip-if/99

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