El nombramiento de un nuevo canciller anunciado hoy por el gobierno de Cuba podría estar asociado con la aprobación en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en Ginebra, de una condena contra este país socialista.
Felipe Pérez Roque, miembro del Comité Central del Partido Comunista (PCC) y del Consejo de Estado (máximo organismo colectivo de gobierno), sustituirá a Roberto Robaina, quien fue "liberado de su cargo en tanto se le asignen nuevas funciones", según una nota oficial.
Un comunicado del Consejo de Estado afirmó que la propuesta para el nombramiento del nuevo ministro de Relaciones Exteriores fue hecha por el presidente Fidel Castro y aprobada por ese organismo y por la dirección del PCC.
Pérez, de 34 años, es además diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) y desde hace algunos años se desempeña como jefe del equipo de asesores de Castro, cargo que con anterioridad ocupó el hoy vicepresidente Carlos Lage.
El nuevo canciller "está familiarizado como pocos con las ideas y el pensamiento de Fidel (Castro). Es conocido por todos los líderes y cuadros del país", afirma la nota publicada este viernes por el diario oficialista Granma.
Según ese periódico, Castro consideró que Pérez era el "cuadro idóneo" para el cargo, dada "la tensa situación internacional" y ante el imperativo de "un trabajo más profundo, riguroso, sistemático y exigente en esta esfera".
El comunicado oficial reconoce que Robaina, de 43 años, "realizó los mayores esfuerzos para cumplir las tareas de las que en su momento se le responsabilizó", pero no menciona las causas de su "liberación".
La decisión se presentía desde que fuera suspendida una gira de Robaina, que debía comenzarse el 24 de abril, al otro día de la votación en Ginebra de una resolución promovida por la República Checa y Polonia contra la isla.
Cuba, que había logrado salir de la lista negra de los países que violan los derechos humanos en el mundo, volvió al banquillo de los acusados al aprobarse el 23 de abril esa resolución, con 21 votos a favor, 20 en contra y 12 abstenciones.
Fuentes oficiales cubanas aseguraron que en el plenario de la comisión había 47 funcionarios estadounidenses, que asediaban y vigilaban a los delegados de otros países, haciéndoles imposible cualquier contacto con los diplomáticos cubanos.
Los rumores sobre una inminente sustitución del canciller se mantuvieron durante el último mes por la escasa presencia de Robaina en los medios de comunicación y en actos públicos, incluso cuando se trataba de actividades vinculadas con la cancillería.
Sin embargo, el portavoz alterno de la cancillería, Rogelio Sierra, había anunciado el jueves a la prensa que Robaina emprendería una nueva gira por Venezuela, Panamá y Haití.
Se ignora cuál será el futuro político del ex canciller, quien es miembro del Buró Político del PCC, del Consejo de Estado y del Parlamento.
Robaina, un profesor de matemáticas, se dio a conocer en Cuba por su labor entre 1986 y 1993 como primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), considerada la cantera del PCC.
A inicios de esta década, y en los peores momentos de la crisis económica del país, encabezó un grupo de jóvenes que intentaron renovar la UJC e imprimirle un activismo sin precedentes dentro de la sociedad cubana.
Muchos de aquellos jóvenes integran hoy los máximos organismos de dirección del país, y uno de ellos es el propio Pérez, quien a comienzos de los años 90 era estudiante de un instituto politécnico y presidente de la Federación Estudiantil Universitaria.
El nombramiento de Robaina como canciller, el 30 de marzo de 1993, en reemplazo de Ricardo Alarcón (hoy presidente del parlamento), fue considerado por Granma "una decisión audaz" y consecuente con "la política de renovación constante aplicada por la revolución".
A pesar de que no era diplomático de carrera, el gobierno consideró que "su incuestionable capacidad para el debate, la discusión, las respuestas ágiles, su carisma y su don de gentes", lo hacían apto para el cargo.
Fuentes diplomáticas dijeron entonces que Castro buscaba dinamizar su política exterior.
Robaina intentó llevar a la cancillería la imagen fresca que traía de la UJC, e inició una fuerte ofensiva diplomática para evitar el aislamiento tras la desaparición del llamado "bloque socialista".
En los últimos cinco años Cuba afianzó sus vínculos con el Caribe y América Latina, se fortalecieron las relaciones con varios países europeos, y se logró el ingreso a la Asociación Latinoamericana de Integración.
Pero al mismo tiempo se estancaron las negociaciones con la Unión Europea para un acuerdo marco de cooperación, y se vivieron tensiones diplomáticas con España, México y Uruguay.
Entre los argumentos que se manejan para la designación de Pérez aparece su participación en todas las delegaciones que han acompañado al presidente cubano a eventos internacionales, reuniones cumbres y visitas oficiales a diversos países durante los ultimos siete años.
Castro destacó la experiencia acumulada por Pérez, su madurez, integridad personal, carácter, hábitos de estudio y análisis, y la capacidad de elaborar y exponer criterios propios, aseguró la declaración del Consejo de Estado. (FIN/IPS/da/mp/ip/99