El gobierno de Cuba consideró una burla la entrada en vigor en Estados Unidos de medidas que implicarían el levantamiento del embargo a la venta de alimentos, insumos agrícolas y equipos médicos, porque se destinaría a empresas privadas.
"Son llana y simplemente un ruin intento de burla", afirmó este viernes el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista, al comentar las medidas anunciadas por Washington el 5 de enero y vigentes desde el martes.
Expertos cubanos consideran que la "flexibilización" quedará "en el papel", ya que establece como condición que la venta se realice exclusivamente a entidades privadas.
"Hay que tener mucha imaginación para hacerse una idea de cómo, en la actual situación, podría llevarse a la práctica un comercio con estas condiciones", dijo a IPS un experto vinculado al Ministerio de Economía y Planificación.
Lo que el gobierno de Estados Unidos considera una "flexibilización" de las sanciones económicas contra Cuba para Granma no es más que la ratificación del bloqueo decretado el 14 de mayo de 1964 al comercio de productos alimenticios y médicos.
A partir de ahora, el Departamento de Comercio de Estados Unidos podrá otorgar permisos para la venta de equipos médicos, alimentos y productos agropecuarios como herbicidas, fertilizantes, pesticidas y semillas a empresas privadas cubanas.
El levantamiento parcial del embargo a medicinas y alimentos era esperado desde marzo del año pasado, cuando el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, afirmó que se darían pasos para flexibilizar la venta de estos productos.
El paquete de medidas incluyó la legalización del envío de remesas a Cuba y los vuelos directos entre los dos países, en respuesta al pedido de apertura realizado por el papa Juan Pablo II en enero de 1998.
Estados Unidos declaró también la liberalización de las ventas de alimentos y medicinas a Irán, Sudán y Libia, así como la exclusión de esos rubros de las futuras sanciones y de los embargos ya en vigor.
En Cuba, el sistema de salud, incluida toda la red de centros especilizados y de investigación, está totalmente controlado por el Estado, por lo que no existen entidades privadas en condiciones de adquirir equipos médicos en Estados Unidos.
Una situación diferente se presenta en la agricultura, donde se estima que alrededor de 70 por ciento de la tierra cultivable está en manos de cooperativas formadas por agricultores privados y de campesinos independientes.
También podría beneficiarse con las medidas de Washington un grupo muy reducido de propietarios de restaurantes, cafeterías y bares, que funcionan con autorización del gobierno cubano desde 1995.
Pero el hecho de que estos sectores existan no quiere decir que tengan autorización del gobierno para realizar operaciones de compra y venta con firmas extranjeras.
Las reformas económicas aplicadas por el gobierno de Fidel Castro desde 1993 incluyeron la descentralización del comercio exterior, pero éste sigue en manos de entidades autorizadas y reguladas por el Estado.
No obstante, el subsecretario de Estado para Asuntos Económicos de Estados Unidos, Stuart Eizenstat, dijo el martes al Comité de Agricultura del Senado que las medidas "son apropiadas bajo las circunstancias actuales" en Cuba.
Por su parte, el subsecretario de Administración de Exportaciones del Departamento de Comercio, William Reinsch, aseguró que Washington espera que los cambios "ayuden a florecer al pequeño pero vital sector privado de la economía cubana".
Pero ejecutivos de la industria estadounidense de granos expresaron al diario El Nuevo Herald, de Miami, su escepticismo de que las ventas a Cuba aumenten considerablemente, debido al control gubernamental sobre el comercio.
Granma atribuyó "estos reacomodos" en la política de Washington a las "fuertes presiones que han ejercido sobre la Casa Blanca sectores empresariales, en particular del ámbito agrícola, que afronta graves dificultades en materia de precios y de posibilidades de venta al exterior". (FIN/IPS/da/ag/ip-if/99