El gobierno de Costa Rica ordenó el retiro de la publicidad oficial de los espacios de televisión y radio reservados para programas que inciten al odio, la guerra, la violencia o la discriminación, y la medida entrará en vigor la próxima semana.
"Hay mucha violencia familiar en nuestro país y en todos los países del mundo se señala a la televisión como una de las principales causas del problema", dijo el presidente costarricense Miguel 5ngel Rodríguez, tras firmar la orden.
Se trata de la primera decisión en ese sentido desde que la televisión comenzó sus emisiones en Costa Rica, hace 36 años.
El Poder Ejecutivo, controlado por el Partido de Unidad Social Cristiana, instruyó a todas las instituciones y empresas públicas a abstenerse de incluir publicidad en programas de televisión o radio que inciten la violencia en el público.
"Estamos en contra de esta medida, pues esto va a generar dudas sobre lo que es o no violencia", declaró a a IPS Juan Carlos Gamboa, director de la Cámara Nacional de Televisión de Costa Rica.
La preocupación de los empresarios de televisión radica en los parámentros que se escogerán para decidir si un programa contiene violencia o pornografía y en quiénes serán los encargados de esa labor.
Gamboa añadió que los canales de televisión excluyen de su programación la violencia, la pornografía y las ofensas extremas hacia el ser humano.
"No estamos a favor ni de la violencia ni de la pornografía", pero la decisión del gobierno "puede ser ambigua y afectar a los canales de televisión", indicó Gamboa.
Agregó que no dispone de información sobre los ingresos totales que las emisoras de televisión obtienen de la publicidad oficial, aunque se trata de "un monto considerable".
Por su parte, Rodríguez afirmó que los programas de televisión condicionan la conducta de varias personas y mencionó como ejemplo el aumento de la violencia de los adolescentes en los centros de enseñanza de Estados Unidos.
Jorge Hidalgo, director de la escuela de Sociología de la Universidad de Costa Rica, puntualizó que, según estudios realizados en Estados Unidos y Europa, la exposición a la violencia no impacta a todos los seres humanos por igual.
"La violencia no es un estándar uniforme", destacó Hidalgo. Si bien la televisión puede inducir a la violencia a quienes están propensos a ese comportamiento, en otros puede causar rechazo, agregó.
"Hay individuos que estarán más propensos a caer en ella pues tienen menos recursos personales para bloquearla, así que en este tipo de polémicas no podemos atribuir toda la culpa a la programación" de la televisión, advirtió Hidalgo.
Aunque se acusa directemente a los medios, no toda la violencia de la sociedad se genera directamente por la televisión, dijo a IPS Floria Vargas, directora de programación del canal 4.
"Aceptamos esta inquietud del gobierno, pero el problema es que lamentablemente en nuestros países tenemos que comprar las series que ofrece el mercado y muchas de ellas contienen violencia", explicó.
Vargas puntualizó que las emisoras de televisión de Costa Rica evitan los programas excesivamente violentos y dijo que se aplican controles a los canales locales, pero no "a lo que nos llega por cable".
El gobierno aseguró que su decisión se encuadra en la legislación nacional que prohibe la propaganda a favor de la guerra o la alusión al odio nacional, racial o religioso.
Las autoridades también arguyen que la Constitución, en su artículo 28, establece "un régimen universal de equilibrio entre los derechos y los deberes de toda persona".
La Cámara Nacional de Televisión tomará posición una vez que se formalice la orden del gobierno. Es decir, cuando sea publicada en los próximos días en el diario oficial La Gaceta. (FIN/IPS/nms/ff/cr/99