COMERCIO: El papel de la industria militar en la globalización

Los países ricos que negocian acuerdos internacionales de comercio e inversión impulsan cláusulas de excepción alegando cuestiones de seguridad nacional, pero éste no es el único motivo, afirman analistas independientes.

Las excepciones "permiten el mantenimiento de subsidios empresariales mediante un gasto militar casi ilimitado", señaló Steven Staples, miembro ejecutivo de la organización no gubernamental Fin a la Carrera Armamentista, de Canadá.

"La globalización creó una nueva relación entre gobiernos por un lado y empresas y sus aliados militares por otro", destacó Staples en la conferencia sobre "Desmilitarización de la Economía Global" celebrada esta semana en La Haya.

Más de 4.000 delegados de todo el mundo se reunieron en la ciudad holandesa para marcar el aniversario número 100 de la Conferencia de La Haya, en un intento de los líderes mundiales por promover la paz internacional.

La industria militar y aeroespacial, que incluye a algunas de las mayores empresas multinacionales del mundo (por ejemplo Boeing, British Aerospace y Aerospatiale), está fuertemente subsidiada por gobiernos occidentales.

Los subsidios son vitales para que esas compañías mantengan su competitividad en el mercado mundial, según Staples.

"La investigación gubernamental y el gasto militar en donaciones, subsidios y compras de aviones de guerra hacen crecer a las empresas y las vuelven más competitivas internacionalmente", explicó.

Al mismo tiempo, las fuerzas armadas, que dependen de las industrias aeroespacial y de defensa para obtener superioridad tecnológica en la guerra, sienten los efectos de la disminución mundial en el gasto militar.

Ann Markusen, especialista en gasto de defensa de la Universidad de Rutgers, Estados Unidos, señaló que los presupuestos militares se redujeron en la última década.

Sin embargo, aunque el gasto militar general cayó a nivel mundial, continúa en aumento en algunos países, en particular en Medio Oriente y el sudeste de Asia, puntualizó.

Staples observó la contradicción de que, mientras las empresas militares y aeroespaciales de Occidente dependen de la adherencia de los países en desarrollo al libre mercado para vender sus productos, dependen a la vez de políticas proteccionistas y subsidios gubernamentales a nivel doméstico.

"¿Cómo logran los países ricos, de donde emanan los productos militares y aeroespaciales, mantener su capacidad de subsidiar a sus empresas y a la vez impedir que las naciones en desarrollo practiquen esas mismas políticas proteccionistas?", preguntó Staples.

Su respuesta es que lo logran insistiendo en la excepción del gasto militar de los acuerdos de libre comercio e inversión con otros países.

De hecho, sólo los países ricos pueden darse el lujo de gastar miles de millones de dólares en defensa, y "siempre podrán dar a sus empresas subsidios ocultos mediante contratos", observó Staples.

Fredrik Heffermehl, de la Oficina para la Paz Internacional, destacó que, en la celebración del 50 aniversario de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), en abril, los 40 representantes no gubernamentales invitados al encuentro eran fabricantes de armas.

"Esto sugiere claramente de qué se trata todo", observó Heffermehl.

Un informe publicado en abril por el Instituto de Políticas Mundiales, de Nueva York, indica que varios fabricantes de armas estadounidenses ofrecieron hasta 250.000 dólares para figurar en el comité anfitrión del aniversario de la alianza atlántica.

Además, continúa el informe, Estados Unidos acumuló 1.500 millones de dólares en donaciones y préstamos subsidiados que las empresas nacionales pueden usar para financiar ventas de armas a nuevos países miembros de la OTAN. (FIN/IPS/tra-en/ns/ds/ak/mlm/ip-if/99

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