Las autoridades de China piensan que los jóvenes carecen de la creatividad necesaria para desarrollar una economía competitiva en el mercado mundial, y que esto se debe en gran medida al sistema educativo, cuya reforma ha comenzado.
Un grupo de expertos en educación realizó por primera vez una encuesta para evaluar las características de los estudiantes de primaria y secundaria, y 40 por ciento de los entrevistados manifestó sentimientos de indiferencia hacia sus experiencias en el sistema educativo.
Lo que más llamó la atención de expertos y funcionarios fue que sólo 4,7 por ciento de los 12.000 estudiantes encuestados mostraron las características de confianza en sí mismos, determinación, curiosidad e inclinación a plantear preguntas, que se asocian con la creatividad.
Los especialistas señalaron que la mayoría de los jóvenes entrevistados tienden a seguir a la autoridad ciegamente, como lo hacen las personas con poco espíritu crítico y escasa capacidad de innovar.
Gu Rong, de la Academia de Ciencias Sociales, coincidió con otros observadores al señalar que los resultados de la encuesta son la consecuencia lógica de un sistema educativo basado en exámenes.
"Con este sistema, los estudiantes no tienen una reflexión independiente. La mayor parte de su proceso de pensamiento es reemplazado por el de sus maestros y profesores", sostuvo.
"Este es un resultado inevitable de la copia mecánica que hizo China del sistema educativo de la ex Unión Soviética, cuando el país estaba urgido por la necesidad de tener un desarrollo industrial rápido", agregó Rong.
Según los expertos, las instituciones de enseñanza hacen demasiado hincapié en el aprendizaje de memoria, y brindan muy pocas oportunidades a los estudiantes para que descubran cosas por su cuenta.
El profesor universitario Zhang DianZhou indicó a su vez que la mayoría de los ejercicios que deben resolver los estudiantes en secundaria no son herramientas para estimular la capacidad de aprendizaje, sino que su objetivo principal es el entrenamiento para aprobar los exámenes de admisión a la universidad.
Algunos de esos ejercicios son tan complicados que 80 por ciento de los estudiantes tienen dificultades para entenderlos. Una de las consecuencias de esto es que un número significativo de los encuestados declaró que había perdido el interés en el estudio.
Sin embargo, algunos observadores confían en el Plan de Acción para Revitalizar la Educación que ha comenzado a aplicar el Ministerio de Educación, preocupado por la situación.
El ministro de Educación, Chen Zhili, señaló que cada vez más países incluyen a la educación en su lista de prioridades para el próximo siglo, en el cual predijo que serán fundamentales la alta tecnología, la economía basada en el conocimiento y la capacitación de la fuerza de trabajo.
Las autoridades sostienen que la base del plan educativo para el siglo XXI es la afirmación del último gran líder de China, Deng Xiaoping, de que "la educación debería desarrollarse siguiendo las tendencias mundiales, y dirigirse hacia la modernización, construcción y desarrollo futuro del país".
Pero los esfuerzos deberían concentrarse primero en lograr que los estudiantes vuelvan a interesarse en el aprendizaje, añaden.
Las reformas actuales, que se proponen "disminuir la carga de tareas", estimular el desarrollo de aficiones personales y ampliar los intereses de los estudiantes, constituyen un paso en la dirección correcta, señalaron funcionarios del Ministerio de Educación.
Los libros de texto utilizados en China deberían renovarse, agregaron. Zhang indicó que algunos de los manuales que se emplean actualmente incluyen secciones escritas entre la década del 50 y la del 70, el período política y culturalmente más caótico del país, que ya no tienen sentido para los estudiantes.
Los estudiantes encuestados opinaron que el contenido de los libros de texto era "aburrido" y "tramposo". Varios observadores han señalado que esos manuales no estimulan la curiosidad sino la rigidez del pensamiento.
Incluso Li Lianning, director del Departamento de Educación Básica del Ministerio de Educación, admitió que los libros de texto deberían haberse renovado hace tiempo.
Las autoridades se disponen además a aplicar un nuevo sistema de exámenes de admisión a las universidades y otras instituciones de educación terciaria, que será puesto a prueba en julio, en la provincia sureña de Guangdong.
Los estudiantes deberán rendir prueba de las materias en las que se especializarán y también de materias básicas, comunes a todos, que serán política, historia y geografía.
Los funcionarios suponen que esto obligará a las escuelas secundarias a ampliar el abanico de conocimientos de sus alumnos, y ayudará a que las universidades y las instituciones terciarias admitan jóvenes con mayor cultura general.
Tras el primer ensayo en Guangdong, se planea aplicar el nuevo sistema de exámenes en las provincias orientales y sudorientales de Shanxi, Jilin, Jiangsu y Zhejiang durante el año próximo, y en el resto de China a partir del 2001.
El noveno plan quinquenal (1996-2000) indica que, durante el próximo año, el presupuesto asignado a la educación será de al menos cuatro por ciento del producto interno bruto. (FIN/IPS/pa/cb/js/ceb/mp/ed if ip/99