Los gobernantes de la Comunidad del Caribe (Caricom) recibirán de la red regional de organizaciones no gubernamentales (ONG) una demanda de colaboración más estrecha con la sociedad civil durante su cumbre anual, en julio.
La promotora de la iniciativa es la Red de Agenda Ciudadana de Trinidad y Tobago (TTCAN, por su sigla en inglés), que anunció planes para realizar un simposio regional entre los días 2 y 4 de julio en Puerto España, donde tendrá lugar la cumbre.
La TTCAN está efectuando una serie de reuniones con ONG nacionales y regionales para dar forma a su solicitud a los líderes de la Caricom.
El simposio, denominado "Construir Comunidades-Dirigirse hacia la Equidad", intentará buscar formas de colaboración más estrechas entre gobiernos, ONG y ciudadanos comunes, con el objetivo de lograr el desarrollo sustentable del Caribe.
"Corresponderá a los participantes en el simposio aclarar ambigüedades, resolver puntos de vista aparentemente conflictivos e identificar amenazas comunes en el documento final, que debe ser presentado a los jefes de Estado y de gobierno el 5 de julio", indicó una nota de la TTCAN.
La coordinadora de la red, Sheila Solomon, dijo que ese documento final debe enfatizar que éste es apenas el comienzo de un proceso en marcha, y espera que la iniciativa dé lugar a un mecanismo nacional y regional permanente para la planificación participativa entre gobiernos y terceras partes interesadas.
"Es esencial que el simposio demuestre tanto los procesos como los resultados de la planificación participativa, que debería ser reconocida por todos los caribeños como una oportunidad y un deber para contribuir a una agenda ciudadana", expresó.
"El objetivo es el consenso y no la confrontación. Todos los puntos de vista son válidos y deben ser respetados. La diversidad sirve para crear y enriquecer la definición de una visión común y las estrategias para lograrla", añadió.
La Caricom está integrada por Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas, Suriname y Trinidad y Tobago.
En 1994, los gobiernos caribeños intentaron mejorar sus relaciones con las ONG de la región, al aceptar una propuesta de la ya extinta Comisión de Indias Occidentales para establecer una Carta de la Sociedad Civil.
Se previó que ese documento jerarquizara derechos cívicos, políticos, económicos, sociales y culturales reconocidos internacionalmente, que los caribeños consideran inalienables.
Los artículos de la Carta de la Sociedad Civil, aceptada en 1998 por los gobiernos regionales, se refieren a derechos humanos y libertades fundamentales, como la libertad de expresión, los derechos de las mujeres, de la infancia y de los trabajadores, la libertad de prensa y los derechos políticos.
La TTCAN subrayó, sin embargo, que las sociedades caribeñas fueron fundadas sobre el principio y la práctica de la desigualdad, con el objetivo de crear riqueza para propietarios extranjeros.
"Estas sociedades no fueron concebidas para servir a las necesidades de sus propios habitantes", señaló la red, agregando que la independencia conquistada por los países caribeños en los años 60 no cambió esa realidad, y ni siquiera esclareció el concepto de ciudadanía.
La TTCAN afirmó que la gente sigue viéndose a sí misma como desposeída de poder político, social y económico.
La idea de establecer una institución regional representativa y deliberativa, destinada a fomentar el desarrollo, no es nueva.
En 1987, los gobiernos caribeños acordaron el establecimiento de la Asamblea de Parlamentarios de la Comunidad del Caribe (ACCP, por su sigla en inglés), para involucrar a la gente en los procesos de decisión, mediante representantes políticos, y proporcionarle un foro donde dar a conocer sus puntos de vista.
No obstante, la ACCP fue declarada "incompetente para adoptar resoluciones sobre asuntos que caen en la jurisdicción doméstica de un Estado miembro".
Solomon sostuvo que en la actualidad no existe ningún foro donde sea posible discutir toda la gama de intereses ciudadanos, complementarios o conflictivos, incluyendo a los de quienes viven en comunidades pobres.
"Nuestros países están firmemente comprometidos con las formas democráticas de gobierno que heredamos, pero todavía es necesario dar más realidad a la sustancia de la democracia, en el sentido original del término griego que significa 'poder del pueblo"', agregó.
Basándose en ese argumento, la TTCAN defendió su propuesta de incluir a las ONG en el impulso al desarrollo del Caribe señalando que "el concepto de participación comunitaria en la construcción de un país es decisivo". (FIN/IPS/tra-en/pr/cb/ego/mp/dv ip/99)