El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, autorizó la mención de su nombre para favorecer a un consorcio en la privatización del sistema telefónico en julio de 1998, aseguró hoy un diario con base en conversaciones grabadas.
El diario Folha de Sao Paulo, que dedicó 11 páginas de su edición de este martes al caso, dijo haber tenido acceso a 46 cintas con diálogos telefónicos entre varios miembros del gobierno que intentaban influir en el resultado de la mayor subasta de privatización del país, celebrada el 29 de julio.
El escándalo había provocado en noviembre la renuncia de cuatro altos funcionarios del gobierno y frustró entonces los planes de Cardoso, que debió postergar la devaluación cambiaria hasta enero.
El entonces ministro de las Comunicaciones, Luiz Carlos Mendonza de Barros, se preparaba para conducir el Ministerio de la Producción, eje de la reorientación "desarrollista" y de reanudación del crecimiento económico que sería impulsada este año.
Pero Mendonza renunció. El funcionario fue el más afectado por la revelación de sus diálogos telefónicos en las vísperas de la subasta, en los que menospreció a otros ministros y trata de evitar el triunfo de un grupo nacional, favoreciendo al consorcio encabezado por el banco Opportunity, dirigido por un amigo suyo.
Además de Mendonza, dejaron el gobierno su hermano José Roberto Mendonza, que dirigía la Cámara de Comercio Exterior, y André Lara Resende, presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), entidad estatal de fomento encargado del programa de privatizaciones.
El vicepresidente del BNDES, José Pio Borges, también presentó su renuncia, pero Cardoso le pidió que permaneciera. Borges quedó luego a cargo de la presidencia del banco.
Entonces fueron revelados solo parte de las cintas. Ahora, Folha de Sao Paulo divulga nuevas grabaciones, incluso el diálogo telefónico en el que Cardoso contesta "no dude" al pedido de Lara Resende para usar su nombre.
El objetivo era forzar a la Previ, fondo de pensiones del estatal Banco do Brasil, a incorporarse al consorcio del banco Opportunity con la italiana Stet.
La empresa Tele Norte Leste, que reúne las compañias que sirven a los estados del este, noreste y norte de Brasil, quedó a la postre a cargo del consorcio Telemar, constituido en exclusiva por capitales nacionales, cuyo triunfo el gobierno quiso impedir por considerarlo poco idóneo y sin experiencia en telefonía.
Pero la sorpresiva decisión de Telefónica de España de adquirir los teléfonos de Sao Paulo, ofreciendo un sobreprecio elevado, cambió los planes gubernamentales. Por las reglas de la subasta, la compañía española no podría disputar otra área de telefonía fija.
De esa forma, Telefónica tuvo que renunciar a la Tele Centro- Sul, que opera la telefonía fija de ocho estados del Sur y Oeste de Brasil, y que se suponía ser su principal interés.
Esta área cayó así en manos del consorcio Opportunity-Stet, que por eso no pudo disputar la Tele Norte Leste, lo que frustró las pretensiones del gobierno.
El opositor Partido de los Trabajadores se apresuró a lanzar, sobre la base de las últimas revelaciones, un movimiento por la creación de una comisión parlamentaria investigadora en materia de privatizaciones telefónicas.
El líder del gobierno en la Cámara de Diputados, Artur Virgilio Neto, socialdemócrata como Cardoso, restó gravedad al "recalentamiento" del escándalo, y manifestó sus dudas de que la oposición, muy minoritaria, logre las firmas necesarias para instalar una comisión investigadora.
Neto, además, condenó el espionaje telefónico, al que consideró una práctica negativa para la democracia.
En su opinión, no se favoreció a ningún grupo, ya que triunfó el consorcio cuya derrota pretendía, supuestamente, el gobierno. Las conversaciones telefónicas solo muestran a autoridades que procuraban los mejores resultados posibles en la privatización, agregó.
Tampoco los presidentes del Senado, Antonio Carlos Magalhaes, y de la Cámara de Diputados, Michel Temer, de distintos partidos oficialistas, identificaron indicios de conducta inadecuada de Cardoso en los diálogos telefónicos divulgados.
Temer consideró "una exageración" la manifestación de algunos diputados opositores de que el presidente Cardoso podría sufrir un proceso de inhabilitación política.
La difusión del contenido de las cintas aumentó el nerviosismo en el mercado financiero, provocando la caída del real, la moneda nacional, y de las bolsas de Sao Paulo y Río de Janeiro, ya afectadas por las presiones sobre Argentina y el temor de alza de intereses en Estados Unidos. (FIN/IPS/mo/mj/ip if/99
