El gobierno de Venezuela notificó a Estados Unidos y Holanda que es "irrreversible" su decisión de no permitir el sobrevuelo en su espacio aéreo de aviones militares de otro país, sin autorización expresa.
Se desconocen los efectos que la negativa tendrá en las relaciones con Washington, un punto que preocupa en sectores empresariales. Mientras, el vespertino El Mundo aplaudió la medida, con el llamativo titular de "!Buena esa, presidente!", y la calificó como de "incuestionable coraje".
El canciller, José Vicente Rangel, dijo el lunes en una declaración escrita que Caracas pasó a estudiar "alternativas distintas" de coooperación en la lucha contra el tráfico de drogas, que fueron sugeridas por La Haya y Washington.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, zanjó la discusión sobre la solicitud estadounidense cuando dijo al diario El Universal a comienzos de semana que "no podemos aceptar que ningún avión militar extranjero sobrevuele nuestro territorio sin nuestra autorización, y no lo vamos a autorizar".
Chávez, un tenientel coronel retirado de 44 años que en 1992 protagonizó un alzamiento, mantiene relaciones complejas con Washington, después que su gobierno, apoyado por una alianza de izquierda, ha reafirmado la independencia de su diplomacia, en asuntos internacionales de sensible interés para Estados Unidos.
El presidente viajará el 9 de junio a Nueva York para reunirse con inversores estadounidenses, sin haber logrado extender ese viaje hasta Washington, para una visita formal a Bill Clinton, tal como se había adelantado meses atrás. Chávez se entrevistó ya con Clinton en enero, siendo presidente electo.
Chávez puntualizó que respeta la decisión soberana de otros países de permitir instalaciones o vuelos militares extranjeros, mientras que confió en que Estados Unidos "entienda y respete nuetra posición como país".
El gobernante explicó que Venezuela cuenta con aviones F-16 y Mirage, capacitados para sobrevolar todo el Caribe, que cooperarán con Estados Unidos para interceptar aparatos sospechosas, como se hizo varias veces este año con Colombia.
También adelantó que ha ofrecido a Estados Unidos el uso de frecuencias militares comunes de radio, para seguir presuntos aviones de narcotraficantes, "enganchando" los aparatos venezolanos la persecución que pueda iniciarse fuera de su espacio aéreo por parte de Estados Unidos.
Chávez subrayó que Estados Unidos y Venezuela "somos amigos, aliados y socios", ya que este país está a la cabeza de los abastecedores petroleros de la nación del norte y es el séptimo inversor allí, como propietario de la red de refinación y distribución de combustible.
Tras la puntualización presidencial, Rangel se reunió con los embajadores de Estados Unidos, John Maisto, y Holanda, Roeland van der Geer. Los embajadores plantearon propuestas alternativas al sobrevuelo, que el mismo lunes Rangel comenzó a analizar con Chávez, en un encuentro en la sede del gobierno.
Holanda aceptó que Washington usase Aruba y Curazao, dos de las Antillas Holandesas bajo su dominio, para establecer "puestos de operación avanzados", conocidos por sus siglas en inglés FOL, destinados a sustituir los que han operado dentro de las bases que Estados Unidos ha mantenido en Panamá.
Washington logró también que el gobierno de Ecuador le permita utilizar su base de Manta como asentamiento principal de sus aeronaves de vigilancia, seguimiento e intercepción de aviones que se presuma que transportan droga por el área del Caribe.
La solicitud a Caracas -además de a Bogotá- buscó usar el territorio venezolano como "corredor aéreo" entre Ecuador y Aruba y Curazao, situadas a 56 y 30 kilómetros sobre la costa oeste del país.
El embajador colombiano en Caracas, Luis Guillermo Giraldo, indicó el día 22 que su país no tenía objeciones a conceder ese permiso, porque se inserta en otros similares que permiten el sobrevuelo a Estados Unidos, dentro de las acciones para enfrentar el tráfico de drogas.
Esa declaración dejo a Venezuela sola en su negativa, después que Rangel había indicado que Caracas y Bogotá compartían la preocupación por la solicitud y estudiaban una respuesta común. En Colombia opera ya una brigada antinarcóticos estadounidense.
Rangel reiteró el lunes que el gobierno que asumió en febrero tiene un compromiso "firme e irreversible" en la lucha contra el narcotráfico y garantiza "la cooperación a todos los niveles para encarar el fenómeno".
Pero en el caso del tránsito por su territorio, "estamos considerando los intereses de la soberanía y la defensa nacionales, que podrían verse comprometidos y que, obviamente, tienen carácter prioritario".
El canciller, un veterano político de izquierda y un famoso formador de opinión en la prensa y la televisión, afirmó que la colaboración multilateral contra el tráfico de drogas no tiene por qué incluir el uso del espacio aéreo, a juicio de Caracas.
"Existen recursos tecnológicos para garantizar el control del narcotráfico y la eficacia en la lucha contra éste, sin que necesariamente haya que acceder a incursiones de avioens extranjeros sobre nuestro territorio", dijo Rangel, en una declaración que fue concertada con el presidente.
"Hay suficientes recursos satelitales, instalaciones de radares, en suelo venezolano y diversos puntos del Caribe, así como la base militar de Tolemaida, en Colombia, donde opera la Brigada Antinarcóticos para la región, que garantizan cobertura total", concluyó el ministro. (Fin/IPS/eg/ip la/99