Brasil, además de anfitrión, es el gran interesado en el éxito de la cumbre que reunirá a 48 jefes de Estado y gobieno de América Latina y Europa en Río de Janeiro, el 28 y 29 de junio.
Uno de los grandes objetivos de la política externa brasileña es mantener relaciones equilibradas con todo el mundo, señaló el embajador Luiz Augusto de Castro Neves, coordinador general de la Cumbre América Latina y Caribe-Unión Europea, al informar el viernes sobre sus objetivos y organización.
Un indicador importante de Brasil como "jugador global" y sin concentración de intereses en una sola región es su comercio, distribuido de manera casi pareja por varias partes del mundo.
América Latina, Estados Unidos y Europa son socios principales de Brasil, con cerca de 20 por ciento de su intercambio comercial, quedando Extremo Oriente con poco más de 15 por ciento, destacó Castro Neves.
La voluntad de impulsar un acercamiento latinoamericano a Europa, en contrapartida al avance del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), coincide con el interés de la Unión Europea (UE).
El avance del proceso de integración continental, la formación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y otros acuerdos representaron "una mayor presencia relativa de Estados Unidos en América Latina y el Caribe".
Esto llevó a la UE a "retomar la iniciativa" en una región con la que tiene estrechos vínculos históricos, explicó el embajador.
La intención brasileña y europea, de contrabalancear la fuerza centrípeta de Estados Unidos en el continente, enfrenta una poderosa marea contraria.
La dolarización ya "es un hecho consumado en gran parte de los países latinoamericanos", afirmó, por ejemplo, el director gerente del Fondo Monetario Interancional (FMI), Michel Camdessus, en polémica con Felipe González, el ex jefe de gobierno español y crítico de esa tendencia.
La adopción de la moneda estadounidense es defendida incluso por el principal socio de Brasil en el Mercado Comn del Sur (Mercosur), Argentina.
En países más pequeños y cercanos a Estados Unidos no se vislumbra como el euro pueda competir con el dólar.
Un acercamiento comercial de países y bloques latinoamericandos con Europa exige la eliminación o fuerte reducción de los subsidios agrícolas de la UE, medida difícil de aprobar, especialmente por la oposición de Francia.
Las asimetras entre las dos regiones se reflejan en el fuerte desequilibrio en el intercambio bilateral.
Las exportaciones europeas al Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) se triplicaron en esta década, mmientras el flujo inverso siquiera se duplicó, destacó el presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, en un encuentro empresarial de los dos bloques tres meses atrás.
Esas cuestiones serán discutidas sólo a nivel general y político en la cumbre de Río de Janeiro.
La reunión buscar intereses y objetivos comunes en tres capítulos: el político, el económico-comercial y el de educación, cultura y dimensión humana, explicó Castro Neves, que coordina su organización.
Democracia y derechos humanos son temas que merecern "atención especial", señaló el canciller brasileño, Luiz Felipe Lampreia.
La cooperación en el combate a la pobreza, al terrorismo y al tráfico de drogas y armas, y la seguridad internacional también hacen parte del capítulo político.
Incluso desastres naturales y la ayuda internacional que requieren sus consecuencias estarán en debate, atendiendo el interés de América Central, duramente castigada últimamente, informó Castro Neves.
El rubro económico comprende los desafíos del sistema financiero internacional, la liberalización del comercio, efectos de la globalización sobre el desarrollo e integración regional.
En la mañana del 28 de junio, una reunión específica de los gobernantes de la UE y del Mercosur evaluarán los avances del acuerdo marco firmado en diciembre de 1995, en Madrid, y las condiciones para negociar una asociación interregional, en busca del libre comecio y un mayor acercamiento político.
La cooperación educacional y cultural será discutida por los 48 jefes de Estado y gobierno en el tercer capítulo. Allí serán importantes la gestión cultural y la recuperación del patrimonio, por la gran experiencia europea, incluso en su empleo como factor económico, en el turismo, dijo Castro Neves.
La dimensión humana estará presente en el énfasis que se pondrá en cuestiones de género, protección a la infancia y papel de las organizaciones no gubernamentales en el desarrollo, concluyó el embajador Castro Neves. (FIN/IPS/mo/dm/if/99
