/BOLETIN-DD HH/ COLOMBIA: Movimiento de Niños, ejemplo para los adultos

La experiencia del Movimiento de Niños para la Paz en Colombia recibió elogios de activistas y funcionarios de las Naciones Unidas que quieren limitar la exposición de los menores a los conflictos armados.

Este grupo colombiano "es, tal vez, la prueba más clara hasta ahora del poder de la voz de los niños para realizar cambios sociales positivos", dijo Carol Bellamy, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en el plenario del Llamado de La Haya para la Paz.

Esta reunión, que comenzó el martes y concluirá este sábado, reunió a ministros de Relaciones Exteriores, representantes de miles de organizaciones no gubernamentales y ganadores del premio Nobel para conmemorar los 100 años de la conferencia para la paz en La Haya convocada por el zar Nicolás de Rusia.

Bellamy recordó que 2,7 millones de niños colombianos participaron en una votación especial apoyada por Unicef en noviembre de 1996 para elegir los derechos que ellos consideraban más importantes. La gran mayoría de los participantes seleccionaron el derecho a la vida y el derecho a la paz.

"Gracias al Movimiento de Niños, los adolescentes colombianos que antes tenían sólo dos opciones, aceptar como inevitable su vulnerabilidad a la violencia o involucrarse en ella, encontraron una tercera: la opción de elegir la paz", dijo Bellamy.

Los propios niños afirmaron que su votación de 1996 sentó las bases para que los adultos votaran un año más tarde un "mandato ciudadano" que pidió al gobierno y a las facciones armadas el cese de los ataques a civiles, como los secuestros, torturas y masacres que obligaron a muchos a abandonar sus hogares.

"Nuestro ejemplo de movilización en 1996 desató el actual proceso de paz que se está desarrollando en Colombia", dijo Farliz Calle Guerrero, miembro del Movimiento de Niños.

Calle Guerrero agregó que la experiencia de Colombia demostró que "las naciones del mundo tienen una gran herramienta en sus manos: la oportunidad de permitir a los niños participar activamente en todos los asuntos que nos afectan".

Uno de los logros del Movimiento de Niños fue establecer reglas para diversas "zonas de paz", con el fin de que los niños no sean allí blanco de los conflictos armados.

En esas zonas, se prohiben los combates cerca de escuelas, servicios humanitarios y otras áreas públicas donde hay niños, en aplicación de normas ya establecidas por Unicef un año antes en áreas de conflicto.

Los niños también aplicaron sus propias reglas para evitar la lucha en las zonas de paz.

Wilfredo Zambrano, miembro del Movimiento de Niños de la principal zona de combate de Urabá, dijo que los niños pueden ser expulsados de las zonas de paz por resolver sus conflictos por la fuerza, porque tales peleas romperían su compromiso.

El Movimiento de Niños, que fue postulado para el Premio Nobel de la Paz, llamó la atención de los delegados presentes en el Llamado de La Haya esta semana.

Otros grupos de niños realizaron presentaciones artísticas para transmitir mensajes de paz en La Haya, desde la terapia musical de la Orquesta de Tambores de Sarajevo hasta las canciones y obras dramáticas del grupo de teatro Victory Sonqoba Community Theatre de Sudáfrica.

A pesar de todos los ejemplos de activismo infantil, funcionarios en La Haya advirtieron que los niños son víctimas de conflictos cada vez con más frecuencia.

Unos 300.000 menores de 18 años son obligados en la actualidad a pelear como soldados, dijo Olara Otunnu, enviada especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los niños y conflictos armados.

A pesar de los esfuerzos de la ONU para aumentar la edad mínima de reclutamiento militar en todo el mundo a 18 años, varias naciones, inclusive Estados Unidos y Gran Bretaña, continúan enrolando y entrenando a menores.

Alrededor de 90 por ciento de las víctimas de los últimos conflictos fueron mujeres y niños, agregó Otunnu.

Más de dos millones de niños fueron asesinados en conflictos armados en la última década, seis millones fueron heridos o mutilados, y 10 millones resultaron traumatizados psicológicamente, agregó.

"Este es el mundo al revés", dijo, y agregó que los tabúes culturales que prohibían que se lastimara a los niños en tiempos de guerra se habían debilitado.

Algunos expertos opinan que las sanciones económicas amenazan tanto a los niños como la propia guerra, y manifestaron que hay una creciente oposición al embargo de casi nueve años de la ONU contra Iraq.

Unicef calcula que las sanciones causan la muerte por inanición y enfermedades de unos 5.000 niños iraquíes por mes, y malnutrición en la cuarta parte de todos los niños iraquíes.

Mairead Corrigan Maguire, ganadora del Premio Nobel de Irlanda del Norte, dijo a IPS que se horrorizó cuando vio el dramático impacto de las sanciones de la ONU sobre Iraq durante una visita a ese país en marzo, con una delegación de la Asociación de Reconciliación.

Si la gente supiera el impacto de las sanciones en los niños "sentirían que este sufrimiento debe terminar", dijo.

Agregó que no pudo convencer a los políticos de Estados Unidos y Gran Bretaña de viajar a Iraq y ver cómo las sanciones afectaban a los niños del país. Mientras tanto, "Iraq muere lentamente", advirtió. (FIN/IPS/tra-en/fah/ak/at/mj/hd/99

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