El Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda fuerza insurgente de Colombia, liberó a siete rehenes para comunicar que mantendrá sus contactos con fuerzas sociales en busca de la paz, pero no negociará con el gobierno.
Las siete personas que el ELN liberó el viernes para que llevaran su mensaje a una comisión especial habían sido secuestradas el 12 de abril en un avión en vuelo. Los guerrilleros aún retienen a 25 pasajeros del avión.
El ELN responsabilizó a los últimos gobiernos colombianos de la "profunda crisis económica y social que vive el país".
Los rehenes fueron entregados a una comisión integrada por el procurador (fiscal del Estado) Jaime Bernal, el ombudsman José Castro, los embajadores Yago Pico de Ocaña, de España, y Fernando Gerbasi, de Venezuela, y por representantes de la Cruz Roja Internacional.
El embajador de Venezuela consideró satisfactoria la liberación de los siete portadores del mensaje, entre los que se cuentan la religiosa ecuatoriana Josefina Brunai y el venezolano Otto Duarte, pero manifestó preocupación por la suerte de los 25 cautivos restantes.
El ELN explicó que puso en libertad a esas siete personas "para demostrar los buenos propósitos" que la animan en cuanto a la búqueda de un acuerdo de paz. La liberación de los rehenes se produjo en la localidad de Monterrey, del norteño departamento de Bolívar.
El grupo insurgente había pedido al gobierno el retiro del el ejército del sur del departamento de Bolívar para liberar a los cautivos, que serían portadores de una nueva propuesta de paz. Pero el presidente Andrés Pastrana exigió a los rebeldes la liberación de todos los secuestrados "sin ningún tipo de condicionamientos".
El ELN condenó en un enérgico comunidado la actitud de Pastrana "para resolver conflictos" y anunció que adoptaría sus propios mecanismos para liberar a los retenidos.
El secuestro del avión fue considerado un revés del gobierno de Pastrana, que ha visto frustrados sus intentos de abrir una negociación de paz con el ELN.
Algunos analistas creen que las concesiones realizadas por el Poder Ejecutivo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para entablar conversaciones de paz determinaron al ELN a secuestrar el avión de Avianca como medio de presionar a las autoridades.
El avión fue secuestrado y desviado de su ruta 10 minutos después de haber despegado de la ciudad de Bucamaranga con destino a Bogotá.
Delegados del gobierno y del ELN mantuvieron contactos en febrero en Venezuela, pero las conversaciones se interrumpieron cuando el Poder Ejecutivo rechazó la solicitud de retirar el ejército de cuatro municipios del departamento de Bolívar.
El ELN se proponía organizar una convención nacional en esa zona.
Pastrana ordenó en noviembre la desmilitarización de cinco municipios del sudeste, a instancias de las FARC, y los críticos señalan que, al negarse a una petición semejante del ELN, el gobierno dio a esa organización un tratamiento "de segunda" clase.
"El gobierno ha sido desde que comienzo el proceso (de paz) muy generoso con las FARC", la principal organización guerrillera, "y no ha aceptado trasladar al ELN las mismas concesiones", comentó el ex canciller Rodrigo Pardo.
Por su parte, Alfredo Rangel, ex asesor presidencial de paz, opinó que el secuestro del avión de Avianca y la retención de los pasajeros fue "un grave error político" del ELN.
Ese hecho fue condenado por la comunidad internacional, que lo consideró "un acto de terroorismo imperdonable" y dio argumentos a quienes objetan el plan de paz del gobierno, dijo Rangel.
El gobierno reiteró este viernes que no tomará en cuenta ninguna propuesta del ELN mientras no sean puestos en libertad todos los cautivos.
La posición del gobierno fue comunicada por Víctor Ricardo, comisionado presidencial para la paz, que se hallaba en la localidad de San Vicente del Caguán, donde el jueves comenzaron las negociaciones formales entre el Poder Ejecutivo y las FARC. (FIN/IPS/yf/ff/ip hd/99