La ministra de Educación de Argentina, Susana Decibe, renunció esta semana a su cargo en medio de una fuerte polémica por el recorte presupuestario de su área que desencadenó una ola de paros de profesores y protestas estudiantiles.
"No puedo sostener esta decisión de mi gobierno, no me queda alternativa", sostuvo la ministra el viernes, poco después de advertir al presidente Carlos Menem que el recorte "es la señal más negativa" que puede dar a la gente.
Decibe fue reemplazada el viernes por el viceministro Manuel García Sola.
Por recomenación del Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno redujo gastos en 1.400 millones de dólares, de los cuáles 280 millones corresponden a partidas para el Ministerio de Educación, una cartera golpeada por un conflicto de maestros que ya lleva dos años.
La reducción desató el repudio de profesores, intelectuales y dirigentes políticos. El escritor Ernesto Sábato se manifestó "horrorizado" por el ajuste que impedirá construir escuelas, capacitar maestros y promover la actividad científica.
La reacción no se hizo esperar, sobre todo en el sector universitario, donde el recorte será de 100 millones de dólares.
Desde el miércoles, profesores y estudiantes ocupan edificios, cortan avenidas, dictan clases en la calle y marchan en protesta. Dirigentes estudiantiles afirmaron que desde hacía más de una década no se advertía tanto malestar.
Menem intentó el viernes minimizar el conflicto al indicar que "no se trata de un recorte sino de una reprogramación de gastos", y aconsejó a los estudiantes que no permitan que el tema sea utilizado políticamente.
El rector de la Universidad de Buenos Aires, Oscar Shuberoff, había advertido el martes que si se lleva a cabo el recorte, la institución -a la que asisten 200.000 alumnos- deberá cerrar sus puertas a partir del 1 de octubre.
El 24 de ese mes se celebran elecciones presidenciales en Argentina, en las que se prevé una reñida disputa entre el candidato opositor Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde, gobernador de la provincia de Buenos Aires, enfrentado con Menem por el liderazgo del gobernante Partido Justicialista.
Los estudiantes de la Universidad de Buenos Aires -una institución que sufrirá un recorte de 17 millones- presentaron ante la justicia un recurso contra el decreto presidencial que dispuso las reducciones de gastos en el presupuesto de este año.
Los maestros, por su parte, preparan un paro con movilización este martes y los profesores y alumnos de las 36 universidades nacionales prevén una jornada de protesta para el miércoles 19.
Desde hace dos años, maestros y profesores mantienen una tienda de campaña frente al Congreso, en la que ayunan por turnos en reclamo de una ley de financiamiento educativo que garantice fondos para la educación pública.
La "carpa" cuenta con el apoyo de artistas, escritores, dirigentes humanitarios y políticos, además de sumar la simpatía de una mayoría de argentinos, según las encuestas.
La ley reclamada, que se promulgó en 1998, creó un impuesto a la compra de automóviles y embarcaciones que preveía recaudar 700 millones de dólares anuales. Pero hasta ahora sólo se consiguió reunir 40 millones y Menem vetó la cláusula que exigía al Estado garantizar el total si no se lograba recaudar el monto fijado.
La dirigente del sindicato de maestros Marta Maffei sostuvo que Decibe actuó con soberbia, al no permitir a los docentes participar más activamente en la resolución de los conflictos, y ahora debió renunciar sin resolver los problemas.
Decibe, quien ya se había enfrentado con el ministro de Economía por la incapacidad de esa área para recaudar el impuesto para los maestros, manifestó su incredulidad respecto de que el gobierno no tuviera otra área para reducir gastos.
En realidad, el ajuste alcanzó también a los sectores de Salud (39 millones de dólares), economía, seguridad, ambiente, previsión y al funcionamiento del Estado en general, pero prácticamente no alcanzó a los "gastos reservados", un área muy cuestionada.
Este rubro, que creció de 39 a 250 millones de dólares desde 1989, apenas sufrió una rebaja a 220 millones este año.
Los afectados criticaron también que sólo se redujera en 33 millones de dólares los 400 millones que el Ministerio del Interior dispone para las provincias, de los cuales más de 60 por ciento van a La Rioja, la provincia natal de Menem, de la que fue gobernador antes de llegar a la Presidencia. (FIN/IPS/mv/ag/ip/99