Las condiciones de trabajo de los médicos latinoamericanos se han deteriorado en los últimos años como consecuencia de la aplicación de políticas de flexibilización laboral, señala un documento corporativo.
El pluriempleo, la caída de las remuneraciones y la escasa formación recibida en los establecimientos especializados son algunas de las características relevadas por un informe de la Confederación Médica Latinoamericana (Confemel).
El estudio realizado por Confemel, que agrupa a las instituciones del sector con representación nacional de América Latina y el Caribe, destaca también el acelerado proceso de concentración del trabajo médico en las capitales.
Con datos de siete países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Haití, Puerto Rico y Uruguay), el informe subraya que las áreas rurales latinoamericanas se ven "cada vez más despobladas de médicos".
El país que presenta la tasa más alta de concentración laboral en su capital es Uruguay, con 81,2 por ciento, seguido por Argentina y Haití (80 por ciento), mientras los menos afectados por el fenómeno son Colombia y Puerto Rico, con 50 por ciento.
Con excepción de Haití, donde hay un médico cada 3.400 habitantes, la relación entre el número profesionales y población en América Latina es elevada.
Uruguay ocupa el primer puesto, con un médico cada 231 habitantes, seguido de Argentina (uno cada 291), Puerto Rico (uno por 429), Chile (uno cada 768), Colombia (uno por 784 personas), y Brasil (uno cada 857).
El proceso de urbanización del trabajo médico, señala el documento, publicado en el último número de la revista del Sindicato Médico del Uruguay, se debe en parte a la necesidad que tienen los médicos de emigrar hacia las ciudades para conseguir trabajo.
Pese a que el desempleo es relativamente bajo en el sector -más de 90 por ciento de los médicos está en actividad en la región-, el pluriempleo es la norma.
En los tres países de que se dispone de datos fidedignos al respecto (Argentina, Brasil y Uruguay), la mayoría de los médicos tienen al menos dos trabajos. En Brasil y Uruguay, 20 por ciento trabajan en cuatro establecimientos distintos.
En su estudio, la Confumel reclama de los gobiernos del área la aplicación de políticas de descentralización que aseguren una mejor distribución geográfica, para llegar a una media de un médico cada mil habitantes en las zonas rurales recomendada por la Organización Mundial de la Salud.
"El trabajo bajo régimen de guardia se ha mostrado como uno de los más desgastantes", indica asimismo el informe.
"La carga horaria excesiva, el ritmo estresante con los casos clínicos graves, la deficiencia de las infraestructuras y de los recursos humanos, además de las bajas remuneraciones, son problemas rutinarios enfrentados por quienes realizan este tipo de trabajo", agrega.
En cuanto a los sueldos recibidos por los médicos en el área, si bien en términos relativos a los ingresos de otros trabajadores no pueden ser considerados malos, han ido cayendo en los últimos años, con la salvedad de algunos especialistas, que los han incrementado.
La media salarial de los trabajadores del área, todas categorías confundidas, alcanza los 2.000 dólares, con la salvedad de Uruguay, donde 70 por ciento tiene una renta de mil dólares.
El documento destaca igualmente la importancia del sector público en la contratación de servicios médicos, con la sola excepción de Puerto Rico, donde el sector privado tiene tanta importancia en la materia como el estatal.
Reclama por otra parte la participación de las instituciones gremiales y colegiadas en las políticas de elaboración y supervisión de los programas de formación médica.
Indica en ese sentido la necesidad de que se establezca una coordinación entre las entidades formadoras y prestadoras de servicios de salud pública y privada para determinar el número adecuado de especialistas de acuerdo a las necesidades de cada país. (FIN/IPS/dg/ag/he/99