(Arte y Cultura) MALASIA: Obra teatral provoca mares de lágrimas

Una persona enamorada decide poner fin a su relación cuando descubre que está muriendo. Su pareja se niega, pero, al final, cada uno encuentra consuelo en una nueva compañía.

Este es un resumen de la trama de "Un idioma propio", una pieza teatral que se exhibe en la capital de Malasia.

Pero en esta obra escrita por Chay Yew, de Singapur, los dos jóvenes amantes son varones. Esto no es nada nuevo para el público de otras partes del mundo, aunque la homosexualidad no es un tema frente al que los malasios se sientan cómodos.

Como la pieza fue montada en la Plaza Independencia, frente al edificio de la Corte Suprema de Justicia donde el ex viceprimer ministro Anwar Ibrahim fue acusado de perversión sexual, muchos creyeron que la obra se refería exclusivamente a la homosexualidad.

Aquellos que hasta ahora la vieron quedaron agradablemente sorprendidos al descubrir que la pieza va mucho más allá de ese tema.

El director Wilson Wong considera la obra como una exploración lírica del lenguaje de las relaciones, tramado por clases, etnias, interacciones culturales y abiertos prejuicios.

"Esta pieza se refiere al amor y de qué manera nosotros, débiles, frágiles e inestables seres humanos, hacemos un lío de ese sentimiento", explicó.

No obstante, Wong admitió que se sintió perturbado por el hecho de que ambos protagonistas fueran varones. "Cuando elegí esta obra temí que pudiera poner en apuros a la compañía. Pero creo en mi trabajo y no en la censura", afirmo.

En realidad, primero trató de que los protagonistas fueran un hombre y una mujer. "Hubiera sido fácilmente aceptado por el público. Pero no sirvió… No había magia y yo quería crear magia", dijo Wong, quien durante el día trabaja como empleado estatal.

Muchos espectadores dijeron que Wong consiguió esa magia. La mayoría, en realidad, dijeron que se les llenaron los ojos de lágrimas en plena representación.

Wong contó que, una noche, una espectador se le acercó, le aferró la mano y luego escapó sollozando del teatro.

Gran parte del encanto de la pieza radica en el honesto empleo del lenguaje y las abiertas conversaciones entre los intérpretes.

Una de las escenas memorables transcurre en una fiesta, cuando los protagonistas Oscar (Sen Ong Long) y Ming (Edwin Sumun) se encuentran por primera vez. Cada uno comienza a revelar sus pensamientos a los espectadores.

Oscar se pregunta en voz alta "cómo será pellizcarle la mejilla", mientras Ming manifiesta sus deseos de "poner las manos en su pecho".

El guión original no contiene una escena con beso, pero Wong pensó que era mejor tener una en esta producción. Cuando Oscar le dice a su pareja que quiere romper la relación porque se está muriendo de sida, Ming se siente deshecho y no cree que su compañero lo ama.

Mientras Oscar tiene problemas para expresasr sus sentimientos, Ming demanda afecto y necesita sentirlo físicamente.

Entonces, Wong hace que Oscar bese a Ming, si bien es incapaz de compartir lo que siente. Herido y perplejo, Ming se marcha y luego encuentra a otro compañero.

"No quise que hubiera un beso por el beso en sí, sino porque era importante para el relato. Esa escena muestra cómo potenciales relaciones se desvirtúan porque uno no puede expresar lo que siente", dijo Wong.

El director dijo que se dio cuenta de que los espectadores se agitaban en las plateas. "Pero también estaban conmovidos", señaló Wong, quien trabajó en producciones teatrales en Londres, donde estudió dirección.

"Creo que pulsé la cuerda justa. Confío en que la recordarán como una pieza referida a las relaciones humanas. No trato de justificar la homosexualidad, pero me gustaría hacer saber que los homosexuales también son seres humanos vulnerables", afirmó.

La obra muestra que hasta las relaciones más perfectas pueden terminar despedazadas debido al orgullo y la falta de comunicación.

Sin embargo, tratándose de dos protagonistas varones, la audiencia se ve obligada a pensar en un tema que durante mucho tiempo fue impensable en la sociedad malasia.

Una trabajadora social que vio la pieza dijo que Wong muestra que "los homosexuales tienen tanta pasión y emotividad como cualquier otra persona".

"Además, ese trabajo ayudará a ampliar la mentalidad de la gente", dijo, agregando que el rechazo de la resistencia de los malasios a hablar abiertamente de sexo hace más dificil para la gente, como en su caso, cumplir con la tarea encomendada.

"Trabajamos con pacientes de sida, prostitutas e incluso madres solteras. Sus familias los ven como causa de vergüenza y no quieren saber nada de ellos", acoto.

Su grupo tambien trabaja con homosexuales y travestis. "Esa gente ha sido objeto de escarnio y sarcasmo por el resto de la sociedad", dijo la trabajadora social.

Mientras, Wong se prepara para su proxima producción, también dirigida por él. El estreno de "Las memorias de Madam Mao" está fijado para septiembre. Trata sobre la manera en que Xian Qing, la esposa del líder comunista chino Mao Zedong, manipuló a la población para combatir una revolución. (FIN/IPS/tra- en/rm/cb/ego/mj/cr/99

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