(Arte y Cultura) CARIBE: Un Premio Nobel de Literatura medita sobre su región

El último libro de Derek Walcott, nacido en Santa Lucía y ganador del premio Nobel de Literatura en 1992, ensalza el patrimonio histórico y cultural del Caribe, rechazando los clichés pintorescos que buscan atraer turistas.

La obra es una colección de ensayos, titulada "What the Twilight Says" (Qué dice el Crepúsculo), y su espíritu contrasta con el esfuerzo de muchos países caribeños para presentarse como una colorida tarjeta postal.

La llamada "guerra del banano" en la Organización Mundial del Comercio desembocó en la revisión, por parte de los países de la Unión Europea, del régimen preferencial de importación de bananos con que beneficiaban a sus ex colonias del Caribe.

Muchos piensan que la explotación del turismo es la única opción que les queda a los países caribeños, y esto ha llevado a enfatizar la descripcion de esos países como paraísos de blancas playas y mares cristalinos, contrapuestos a los largos y gélidos inviernos del Norte.

Los visitantes llegan a las islas del Caribe en busca de sol y arena durante un par de semanas, disfrutando de las comodidades de lujosos hoteles que proliferan a lo largo de las playas. Los rutilantes anuncios turísticos no mencionan, sin embargo, que muchas de esas islas son desesperadamente pobres.

Los ensayos de Walcott son meditaciones sobre alegrías y penas, la fragmentación cultural, el peso de la historia y la lucha por la identidad de pueblos cuyo lugar en el mundo a menudo fue determinado por otros.

En "Diáspora Cultural del Caribe", la búsqueda de una identidad se compara con un grito angustioso a través del tiempo, de quienes se esfuerzan por asimilar su pasado. Sin embargo, como sugiere Walcott, mirar sin pestañear el propio pasado requiere coraje.

En el ensayo que da título al libro, el autor evoca su infancia en Santa Lucía y Trinidad, y afirma que la "sagrada urgencia de los actores es la misma en todas partes: registrar la angustia de la raza. Los hijos de los esclavos deben marcar su memoria con una antorcha".

Y agrega: "Quienes miran desde su propia oscuridad el fuego tribal deben tener la audacia de atravesarlo".

Walcott se refiere con sarcasmo al arte típico que se ha transformado en un complemento del turismo: "la vieja mueca colonial del negro sonriente, el 'steelbandsman' (ejecutante de musica de percusión con bidones vacíos), máscara carnavalesca, devoto del calipso y bailarín de limbo".

Muchos de los ensayos, más poéticos que polémicos, expresan el deseo de no ser definido por otros, sean forasteros o fuerzas coloniales, sino buscar una respuesta interior para destacar lo que es bueno y alegre, en vez de sumergirse en la sombra amarga de la historia.

La historia del Caribe es amarga, desde las matanzas de indígenas por los colonos europeos hasta los horrores de la trata de esclavos, y desde la lucha por la emancipación al largo camino de la independencia. Pero Walcott no quiere mirar demasiado hacia atrás.

En el ensayo "Las Antillas, fragmento de memoria épica", que fue su discurso al recibir el premio Nobel, medita sobre el significado de la continuidad cultural a través de los océanos y del tiempo.

Define el arte y las expresiones culturales antillanas como "una restauración de nuestras historias compartidas y nuestro vocabulario, en la cual nuestro archipiélago se convierte en sinónimo de trozos quebrados y esparcidos, procedentes del continente original".

El ensayo también es una extensa y esperanzada súplica de que el verdadero Caribe no se desvanezca bajo la "benigna plaga" del turismo.

El texto sobre el escritor trinitario V.S. Naipoul destaca el dominio del idioma inglés de ese autor, pero también lo critica duramente por considerar insignificantes su cultura y su propia gente, y por ceer que él mismo es el unico escritor importante que surgió en la región.

Ese ensayo fue publicado originalmente como un comentario del libro de Naipoul "The enigma of arrival" ("El enigma de la llegada").

En contraste, "Una carta a Chamoiseau" es una pieza exuberante de elogio a una novela de Patrick Chamoiseau titulada "Texaco", que ganó el Premio Goncourt.

El texto de Walcott es una larga carta de agradecimiento a Chamoiseau por haber escrito ese libro, y por describir la esencia de la vida caribeña "más amorosamente que ninguna otra novela sobre el Caribe que haya leído".

"Su júbilo rompió mi corazón", afirma el Premio Nobel.

Y hay más. Magníficos textos sobre colegas escritores y poetas, incluidos Ernest Hemingway, C.R.L. James, Ted Hughes, Robert Lowell y Robert Frost. Esos ensayos no evocan específicamente el Caribe sino el vasto mundo del autor, el reino universal del lenguaje y la metáfora. (FIN/IPS/tra-en/pg/ak/ego/mp/99)

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe