La policía de Argentina negó hoy que sus efectivos estén implicados en el atentado a la embajada de Israel perpetrado en 1992 con un saldo de 29 muertos, tal como se puede deducir de una grabación aportada a la causa por tres agentes.
El comisario Baltasar García, jefe de la Policía Federal, prometió de todos modos una rápida pericia sobre la cinta, la cual registra que el vehículo que custodiaba la embajada fue trasladado por orden del Comando Radioléctrico de la Policía tres minutos antes del ataque.
Tres oficiales de policía entonces en actividad y dos retirados de la provincia de Buenos Aires están procesados por el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), realizado en 1994 con un resultado de 86 muertos y más de 300 heridos.
Este miércoles, García admitió que "pudo haber negligencia" de la policía al darse la orden de traslado o al sustraerse esa grabación de la causa, pero consideró "desmesurado" pensar que la policía estuvo implicada en el ataque a la legación diplomática.
El ministro del Interior, Carlos Corach, ordenó a la policía una "urgente" pesquisa para determinar si la cinta es genuina y por qué se demoraron siete años en su presentación. "Habrá que ver si hubo complicidad policial", anticipó.
Las pruebas procedieron del propio interior de la policía. El martes, tres agentes que debían estar de guardia en la embajada el día del ataque presentaron ante el Congreso legislativo la cinta en la que consta la orden de traslado a la Cancillería transmitido por el Comando Radioeléctrico.
El 17 de marzo de 1992, el custodia policial que debía permanecer en la sede hasta las 14.00 hora local se retiró antes de tiempo para acompañar al embajador a una entrevista, y su reemplazo de demoró realizando tareas administrativas en la comisaria.
El atentado ocurrió en el ínterin, a las 14.50, cuando no había nadie vigilando la embajada. Este tipo de operativos policiales en los que se despeja de custodia la escena para que se cometa un crimen se conoce como "zona liberada" en la jerga judicial.
A su vez, el vehículo policial que debió estar apostado frente a la embajada también se retiró minutos antes de que el edificio volara en pedazos. En la investigación judicial, sus tripulantes declararon que se habían trasladado a la Cancillería por orden del Comando Radioeléctrico.
Los tripulantes del móvil ya habían declarado ante la Corte Suprema de Justicia que el Comando les pidió el traslado por un supuesto robo, pero cuando el tribunal reclamó la orden al Comando se le respondió que no existían registros de ese llamado.
A siete años del atentado, los tres agentes presentaron el martes la cinta grabada en la que consta la orden ante la comisión parlamentaria bicameral que supervisa la investigación de los atentados.
Uno de los agentes sostuvo que su sobrino, que está cursando la carrera policial, le contó que un profesor utilizaba esa cinta para ilustrar cómo opera la policía. Aparentemente, los casetes eran aportados por el Comando Radioeléctrico a la escuela para ser reutilizados.
Los legisladores convocaron de inmediato al jefe de la fuerza, quien admitió que la cinta parecía verosímil. "Tiene las características de una modulación policial. Habría que ver si es auténtica", dijo García este miércoles, antes de prometer una rápida investigación.
De todos modos, añadió que si existió algún delito pudo ser el de "negligencia administrativa", pero descartó por "desmesurada" la conclusión de que la fuerza estuvo involucrada en el ataque o que fue cómplice en el ocultamiento de esta prueba.
La causa judicial por el atentado a la Embajada prácticamente no tuvo avances en estos años, debido a la morosidad de la Corte Suprema, tribunal encargado de investigar el ataque ocurrido en una representación diplomática extranjera.
La colectividad judía y el embajador israelí, Yitzak Avirán, sostienen que esa demora fue la que permitió que se produzca un segundo atentado, el de la AMIA, en el que sí la justicia federal logró avances más importantes.
El juez federal Juan José Galeano detectó que hubo una "conexión local", en la que están involucrados policías, y una "conexión iraní", en la que participaron diplomáticos de ese país, con el que Argentina redujo sus relaciones diplomáticas al nivel de un solo representante en cada embajada. (FIN/IPS/mv/mj/ip/99