Un escándalo político estalló en Argentina al saberse que el ministro de Trabajo suma a su sueldo de 10.000 dólares mensuales una jubilación de 8.000, en el mismo país en que 85 por ciento de los jubilados no obtienen el mínimo para su subsistencia, calculado en 578 dólares al mes.
El ministro Antonio Erman González aseguró que nunca cobró simultáneamente el salario y la jubilación que obtuvo hace 15 años, tras haber pasado por la función pública en su provincia, la norteña La Rioja, como funcionario del actual presidente Carlos Menem que en aquel entonces era gobernador provincial.
El funcionario salió al cruce de la denuncia periodistica para hacer la aclaración. La ley le impide percibir al mismo tiempo un sueldo oficial y una jubilación, pero nuevas revelaciones indican que el ministro habría percibido un retroactivo de 250.000 dólares como si efectivamente hubiera cobrado la pensión en los últimos 15 años.
"Veremos que voy a hacer. No estoy en condiciones de donarlo", se defendió el ministro ante los periodistas como si aún no hubiese cobrado el monto acumulado de la jubilación.
Pero los mismos funcionarios de la Seguridad Social que revelaron al diario Clarín el beneficio del funcionario, aseguraron que éste ya hizo efectivo el cobro retroactivo.
González fue ministro y director del Banco Central de La Rioja. Cuando Menem llegó a la presidencia en 1989, fue designado sucesivamente titular de cuatro ministerios del gobierno nacional (Economía, Salud, Defensa y Trabajo) y se desempeñó además como embajador en Italia.
El ministro es sólo uno de los 15.000 beneficiarios de las llamadas "jubilaciones de privilegio" que, según la Mesa Coordinadora de Jubilados y Pensionados, llegan en algunos casos a los 50.000 dólares mensuales.
La mitad de las pensiones de retiro privilegiadas se deben a un régimen creado en La Rioja, que permitió a unos 7.000 funcionarios asegurarse una alta jubilación con apenas algunos meses en un cargo público y sin exigirles edad mínima para obtenerla, una condición preceptiva en el sistema jubilatorio general.
Así, se conoció que el actual vicegobernador de La Rioja, con 46 años, ya tiene gestionada su jubilación especial de más de 6.000 dólares mensuales para el momento en que deba abandonar la función pública.
Además de los beneficiarios de La Rioja, hay economistas, ex legisladores, ex ministros y ex funcionarios -de gobiernos civiles y de dictaduras- que perciben jubilaciones privilegiadas de 10.000 e incluso 18.000 dólares mensuales.
La legislación que permitió ese privilegio fue derogada, pero a los beneficiarios ya bendecidos no se les pudo quitar la pensión. Sólo en una minoría de los casos, los agraciados renunciaron al haber.
La magnitud del escándalo crece al compararse esos beneficios excepcionales con la situación de 85 por ciento de los casi cuatro millones de jubilados y jubiladas que perciben haberes mensuales inferiores al mínimo de susbsistencia de 578 dólares fijado por la Secretaria de la Tercera Edad, dependiente del ministerio que encabeza González.
Con 578 dólares al mes pueden subsistir dos personas sin nadie a su cargo, y siempre que no paguen alquiler por su vivienda.
Los jubilados en Argentina constituyen mayoritariamente la franja de "nuevos pobres" o "pobres por ingresos", como se denomina a quienes disponen de vivienda, servicios sanitarios y educación pero sus ingresos los colocan por debajo de la llamada línea de pobreza.
En ese marco, la denuncia del matutino acerca del beneficio del ministro -al que éste no parece dispuesto a renunciar- provocó rechazo y malestar entre el público de programas de radio y televisión, que llamaron a las emisoras para insultar al ministro y criticar al gobierno.
En su defensa, González arguyó que, lejos de ser criticado, su caso "debería ser puesto de ejemplo a los más jóvenes. Desde la pobreza, llegué a los niveles más altos y hoy puedo empezar a recoger los frutos de toda una vida dedicada al trabajo", dijo. (FIN/IPS/mv/ff/ip/99