AMERICA CENTRAL: Acreedores negocian reconstrucción

Países y organismos donantes y acreedores de América Central comenzaron hoy una reunión en la capital de Suecia para negociar la "reconstrucción y transformación" de la región devastada por el huracán Mitch.

La tormenta se abatió sobre la región en octubre y provocó cerca de 26.000 muertos y desaparecidos, mientras millones quedaron sin vivienda.

Cosechas enteras fueron arrasadas y las poblaciones quedaron sin servicios básicos como agua corriente y electricidad. Los caminos, puentes y puertos quedaron destruidos y paralizaron el comercio regional.

El Foro Consultivo para la Reconstrucción y Transformación de América Central deliberará en Estocolmo hasta este viernes. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con sede en Washington, congregó al grupo en diciembre y dirige las deliberaciones de esta semana.

Los participantes buscan "promover reformas en la región para reconstruir las economías, consolidar las democracias y superar el legado de pobreza y desigualdad" en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, según un comunicado del BID.

También consideran brindar asistencia a Costa Rica, que abrió sus fronteras a miles de refugiados después del huracán.

En diciembre, el grupo prometió 6.200 millones de dólares en ayuda humanitaria y moratorias en las amortizaciones de viejas deudas, así como nuevos prestamos. Es lo que se necesita para que los países recuperen la situación previa a la devastación del Mitch, según Miguel Martínez, gerente regional del BID.

"Si antes del pasaje del Mitch había un sistema obsoleto de depuración del agua, esto alcanzaría para reemplazarlo por otro igualmente obsoleto. Pero lo que se necesita en realidad es mucho más", dijo Martínez.

Las negociaciones de esta semana se realizan a puertas cerradas, mientras las organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales y centroamericanas intentan que el proceso de "transformación" tenga una participación más amplia.

Esa es una tarea enorme. "Los donantes están dispuestos a que grupos locales les sugieran prioridades y proyectos, pero nadie tiene interés en dejar que fijen las prioridades nacionales", apuntó Geoff Thale, de la Oficina de Washington para América Latina, una ONG que aboga por el desarrollo de la región.

Es probable que los pedidos de reformas progresistas en relación a la propiedad de la tierra, el crédito interno y la política salarial reciban poca atención, advirtieron funcionarios y observadores.

Al contrario, según Martínez, las negociaciones se basan en los planes nacionales de reconstrucción de cada gobierno.

Algunos "donantes consideran que los planes son muy generalizados y carecen de sustancia en áreas claves de transparencia, participación y sustentabilidad ambiental", señaló Thale.

"Los grupos cívicos se reunen con sus gobiernos y les dicen lo que piensan, pero todo entra por un oído y sale por el otro", añadió.

"Los donantes…deberían exigir mecanismos específicos para asegurar que los planes de reconstrucción sean transparentes y basados en una unión con la sociedad civil", exhortó.

El gobierno nicaragüense ocultó sus planes al público hasta comienzos de este mes, cuando estuvo listo para mostrarlos a los donantes y acreedores. Grupos hondureños no vieron las proposiciones oficiales hasta que el BID les entregó una copia durante las conversaciones realizadas en Washington en abril.

Si bien esto preocupó a los donantes,"van a inyectar más dinero a América Central del que la región ha visto en años y mucho más del que verá en el futuro", aseguró Thale.

Aunque los donantes abogan por una mayor participación de las organizaciones de base, aclararon que no habrá cambios en la visión oficial de desarrollo como medio de integrar los países en los mercados globales de bienes, servicios y finanzas.

"Queremos preparar a los países centroamericanos para que enfrenten la competitiva economía global del siglo XXI", dijo Stuart Izenstat, jefe de la delegación estadounidense y subsecretario de Estado, durante la reunión del grupo consultivo en diciembre.

El Senado estadounidense aprobó la semana pasada casi 1.000 millones de dólares en ayuda para la reconstrucción, pero el gobierno de Bill Clinton no ofreció privilegios comerciales a la región, similares a los que disfruta México bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).

"La paridad con el TLC es una demanda clave de los líderes centroamericanos y eso requiere más atención. Esos países necesitan un tratamiento especial", declaró Enrique Iglesias, presidente del BID.

También figuran en la agenda programas de reforestación y otras medidas ambientales para reducir la vulnerabilidad de los países a los desastres naturales, observó Robert Kaplan, jefe de ecología regional del BID.,

Todo esto costará dinero. Funcionarios del Fondo Monetario Internacional explicaron que toman en cuenta los efectos del huracán al fijar el gasto público y otros objetivos macroeconómicos con los gobiernos afectados, pero afirmaron que la disciplina fiscal y monetaria debe ser mantenida.

Se necesitará la máxima flexibilidad para que los países se dediquen a las necesidades sociales y, a largo alcance, mejoren la salud, la educación, el desempleo y otros programas de seguridad social, según Lionel Nicol, el jefe de programas sociales del BID para América Central. (FIN/IPS/tra-en/aa/ego/aq/dv-if/99)

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