El Senado de Italia autorizó hoy tras un largo debate el envío de soldados a Albania para participar en una misión humanitaria de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en defensa de los refugiados de Kosovo.
La moción aprobada por el Senado autoriza el envío a Albania de 2.000 soldados que tomarán parte en la misión de 8.000 efectivos de los países miembros de la OTAN, cuya tarea será "exclusivamente de protección de la misión humanitaria", puntualizó.
Ese empleo "no representa ninguna intervención militar terrestre en territorio yugoslavo, excluido por lo demás por el gobierno italiano y por los gobiernos de la OTAN", añadió.
La moción fue aprobada sólo con los votos de los partidos que forman parte del gobierno de centroizquierda. La oposición de centroderecha, aunque expresó su acuerdo con el envío de los soldados italianos a Albania, manifestó críticas al gobierno.
Los opositores Partido de Refundación Comunista y la Liga Norte, que no integran la coalición opositora de centroderecha, se opusieron a la iniciativa.
El jefe del gobierno, Massimo D'Alema, subrayó en su intervención en el Senado que la misión de la OTAN en Albania "tendrá un objetivo exclusivamente de apoyo a la ayuda humanitaria y no constituye una fuerza militar de acción".
Aseguró que la OTAN debe limitarse a una acción aérea, sin la intervención de tropas en el terreno, lo que representaría una escalada militar y política que la alianza atlántica no prevé.
D'Alema insistió en la necesidad de una solución diplomática del conflicto de Kosovo y señaló que "no cederá a una escalada militar difícil de detener".
"Para suspender la intervención militar contra Serbia, es necesario el respeto de las condiciones señaladas por el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, el 9 de abril", afirmó el jefe del gobierno italiano.
Estas condiciones son el fin de las actividades militares serbias en Kosovo y el retiro de esas fuerzas de la región, la aceptación de una fuerza militar internacional, el retorno de todos los refugiados y, por último, la reanudación de una negociación entre todas las partes involucradas en el conflicto.
D'Alema subrayó que la OTAN ha hecho suyas en lo fundamental estas condiciones, que representan la premisa para comenzar a discutir las bases de una paz justa, fundada en principios de convivencia democrática y multiétnica.
El jefe del gobierno italiano también subrayó el papel fundamental de Rusia, considerado un interlocutor privilegiado de Serbia, y dijo que era necesaria la participación de un contingente ruso "en la fuerza internacional encargada de garantizar el retorno de los refugiados en Kosovo".
D'Alema expresó su pesar por la víctimas de los bombardeos de la OTAN en Yugoslavia, en particular por las 10 personas que murieron este lunes en un tren bombardeado por error por los aviones de la alianza atlántica.
El ministro italiano de Defensa, Carlo Scognamiglio, subrayó que la tarea de los soldados consistirá sólo en proteger los campos de refugiados.
Para evitar posibles enfrentamientos, el ministro manifestó que las bases de los militares italianos estarán lejos de las fronteras con Kosovo y ratificó que esta misión no tiene nada que ver con el envío de tropas de tierra, eventualidad que la OTAN no se ha planteado hasta ahora. (FIN/IPS/jp/ag/ip/99